No pienso nombrar a Martí Maymó (Manel) en toda la crítica -¡mierda!-, ya que su popularidad, sus otros proyectos, poco o nada tienen que ver con The Seihos como banda, como él dice: la pregunta es, ¿por qué empecé con Manel estando con The Seihos? Superen la tentación de considerar a The Seihos a algo parecido a pop-folk en catalán. Los barceloneses (demoscópicos de esta publicación hace dos años) cantan en inglés, sueñan con Syd Barrett, hace más de diez años que tocan y han prosperado a base de Internet o colaboraciones con bandas y salas madrileñas. Este número “Two” (producción de Arnau Vallvé) es una locura: sucesión de referentes británicos (dígase Strokes), mezclados con algo de guitarras juguetonas y mucha soltura, “Sunday” o “Particle Collision” son buena muestra. También viajan fuera de las islas para rescatar algo de indie rock (¿por qué no Vampire Weekend?) espacial y marciano: “Where Did The Love Go?”. Se atreven en “Childo” (Childo Tomás a los mandos) con un rompepistas, a emular el lado más africanista de los neoyorkinos. Suman “Any Day Now”, buena muestra de que no sólo de electricidad vive el hombre, toda una prueba de la versatilidad: una más.

Siete años hemos tenido que esperar para que por fin llegase a nuestros oídos el segundo trabajo de este dúo de Leeds. Con “Utah Saints” –un trabajo en el que incluso se atrevían a samplear guitarras de Slayer- dieron un giro importante a una recién nacida escena dance-rockera. Aquel disco, junto a “Screamadelica”, supo cincelar una nueva manera de entender el rock sometiéndolo al empleo de las nuevas tecnologías y a la influencia, en definitiva, de las estructuras de la música electrónica.

“Two”, en cambio, se ha encontrado con un contexto totalmente distinto, las bases que en su día asentaron Jez Willis y Tim Garbutt están acusando claros síntomas de cansancio que la ha conducido a iniciar su propio proceso de decadencia. La escena rave de la que ambos surgieron ahora prácticamente ha desaparecido, de ahí que las expectativas de innovación se hayan visto reducidas a la nada con el lanzamiento de este disco. Aún así, podemos decir que han salido más airoso de este lance de lo que en un principio cabría esperar. “Two” es un gran álbum donde se han sabido poner al día en el uso de un lenguaje del que ellos mismos fueron pioneros. “Sick” es como escuchar a Motörhead remezclado por Fatboy Slim; “Morning Sun” recuerda a los mejores Underworld y “Lost Vagueness” restituye a Death In Vegas a la posición de seminaristas dentro de la escena. Para la ocasión se han servido de samples de Metallica, The Pretenders y de Iggy Pop & The Stooges, entre otros; y la verdad es que se lo han puesto muy difícil a la inminente llegada del nuevo disco de The Prodigy.