El principal interrogante que plantean Rialto es saber cuántotardará su "Reversable Sleeve" enllegar a las cubetas de ofertas. Va, pongamos el mismo tiempo que invirtieronMenswear, Marion, Cast o Stereophonics en transportar sus respectivas obrasde la sección de novedades indies a la de segunda mano. Antes erael brit-pop; ahora el epic-pop. O sea, brit-pop camuflado con arreglos orquestralesy poética afectada. Sí, como Embrace, The Verve o The DivineComedy, pero en malo. "Reversable Sleeve" consigue,en apenas cincuenta minutos, traspapelarle el guión al melodramapara convertirlo en autoparodia. Y es que, de alguna manera, Louis Eliot,cantante-guitarrista de la criatura, da lástima. Lees sus declaracionesy acabas apiadándote de él y su horripilante banda. Digamosque caen bien. Pero caen bien del mismo modo en que lo hacen Parkinson DC,Catherine Wheel, La Rabia Del Milenio, Félix El Gato, Julio Albertoo Carlos Busquets. Las buenas intenciones y nuestra (buena) conciencia seacaban superponiendo a los lamentables resultados de todos ellos. Lo peores que, a estas alturas, uno ya no sabe si tomárselo como una disculpao como un bofetón.
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