Sin caer en los titulares sensacionalistas del corte “vuelve el sonido baggy”, el retorno por todo lo alto de The Stone Roses o a un nivel mucho menor de Inspiral Carpets, y hasta el sorprendente fenómeno M83 -cada vez menos shoegaze y más próximo al pop bailable- suponían un excelente caldo de cultivo para que el segundo disco de The Big Pink les colocara en primera línea de batalla. A su favor estaba también un single como “Stay Gold” publicado a finales de verano, grandilocuente, épico y con un gancho melódico en la línea de “Dominoes”, valor seguro. Y la ayuda de Paul Epworth, el productor de moda en el Reino Unido, moviendo los hilos tras superventas como Adele o Florence & The Machine. De hecho, por lo que cuentan desde 4AD, a Epworth debemos achacarle buena parte de la deriva de “Future This”, un disco que en su obsesión de expandir horizontes nos deja a todos un poco descontentos. Entre las bases negroides de “Give It Up”, en homenaje a Laurie Anderson en “Hit The Ground (Superman)” o el techno rock en la estela de los peores Depeche Mode, se ha perdido parte del encanto de aquella banda que recuperaba para nuestros días el “sonido lavadora” sin perder su marcada personalidad (británica, por supuesto).
Ni caso, si os gustó el primero, y no os gustan los cambios, os gustará el segundo ... Es un buen disco. JMM
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