Tras “Un Whisky con Hielo”, primer lanzamiento en una larga temporada que sirvió como apertura de esta etapa, el músico madrileño presenta este nuevo single, una canción corta, concisa, contundente y con un estribillo memorable. Un reggaetón muy particular que confía una vez más en la característica voz, el fraseo y el mundo narrativo del artista. Es una relectura, más pop, de una maqueta publicada por Raúl Querido hace unos años, que justo en la época del año en que todo se vuelve más oscuro, habla de la vida en el barrio, la soledad y las ganas de compañía.
Raúl Querido, poco dado a dar explicaciones sobre su música, sí aclara algunos datos sobre el origen de la canción: “Con lo que tiene que ver seguro es con mi barrio. Con el sur populoso y dejado de la mano Dios y de los ayuntamientos. Tiene que ver con lo forzosamente habitual que es recorrer el camino de Carabanchel al centro para hacer según qué cosas, y con lo que cuesta convencer a la gente de hacer el camino inverso un día cualquiera. Y tiene que ver con Bélmez, claro: un lugar en el que nunca he estado. Y, sobre todo, tiene que ver con sentirte tan solo… que agradecerías unas buenas apariciones jienenses en tu casa. Como mínimo, vendrían de Cuarto Mileno a visitarte y darte palique”.
La canción ha estado grabada en el piso de Raúl Querido en Carabanchel y producida por Cristian Pallejà en los Estudios Caballo Grande. El video musical, que puedes ver bajo estas líneas está a cargo de Enrique R Novoa.
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