"Lo más difícil para un músico es tener personalidad"
Entrevistas / Sr. Canario

"Lo más difícil para un músico es tener personalidad"

Karen Montero — 10-07-2018
Fotografía — Archivo La Cúpula

Aunque haya puesto en marcha un proyecto en solitario, Dani Vega siempre habla de “nosotros”. No concibe Sr. Canario sin su banda. El año pasado, el guitarrista de Mishima empezó a improvisar música y letras, lo que ha dado como resultado “Estado Natural” (La Cúpula, 17), su primer disco. Rock, indie, funk e incluso toques de música africana, se entremezclan en cada canción para crear un estilo propio con fundamento.

¿Qué es lo que te hizo decidirte a iniciar tu proyecto personal?
Hice el clic cuando tuve un año sabático con Mishima y, paralelamente, me enteré de que iba a ser padre. Me tiré a la piscina aun sabiendo la energía y la constancia que requería. Había que encontrar una banda, componer y producir yo solo. Sentí que era el comienzo adecuado.

Aunque lo has producido y escrito tú, te has rodeado de muchos amigos durante todo el proceso de creación...
Sí, han estado Sara Fontán, Edi Pou, de Za!; Pau Vallvé, que toca la batería; Victor García o Xavi Molero. Grabé con Lluís Cots y mezclé con Jordi Mora, que es un mezclador increíble. La verdad es que todos me lo pusieron muy fácil y ojalá todo el mundo pudiera empezar así; un lujo.

En el disco has trabajado con gente del Taller de Músics y con gente de la escena de Palafrugell.
El bajista y el batería, Nil y Natán, son de Palafrugell. Nil toca en Medusa Box, Natán está en otro grupo y ha tocado con Maria Rodés y Mazoni. Ambos han estudiado en el Taller de Músics. Adriá Bravo, el teclista, ha estudiado en el ESMUC. Les conocí produciendo el disco de Medusa Box y de aquí y de allá y les junté porque era gente joven con energía que le hacía ilusión el proyecto.

En el clip de “Videoclub” también aparecen amigos tuyos.
Sí, amigos, socios... El videoclip de “Videoclub”, que está hecho con muy poco dinero, es el claro ejemplo de que las cosas por amor al arte y hechas con ganas e ilusión se pueden hacer. Hacer un buen videoclip es fácil si a la gente con la que trabajas le gusta la idea e involucras a todo el mundo. La idea es clara: hacer un homenaje a "Clerks", la película de Kevin Smith, y a Deuvedés, el videoclub de Barcelona en el que trabajé durante años, que todavía está abierto.

Al final no es un proyecto completamente en solitario.
Exacto. No hago acústicos ni toco solo. Creo que el disco es un álbum de rock complejo y requiere una presentación digna con instrumentistas.

“Estado natural” tiene muchas partes de rock, pero también se intuyen muchos estilos diferentes. Hay hasta toques electrónicos. ¿Es este tu estilo propio?
Lo más difícil para un músico es tener personalidad. Con Mishima lo hemos conseguido. Pero incluir tantos sonidos diferentes no fue, para nada, una decisión premeditada. La expresión sería "sacarme de encima" todas las ideas que llevaban tiempo en mi cabeza. Por suerte, tengo muchos recursos, como el rock duro, o puedo meter congas y sonar un poco más africanista en según qué temas, o componer un tema indie, como es el primer single, “Visiones”. Simplemente pensé en cada canción y en lo que necesitaba cada una. Es un disco que sobre todo tiene dos vertientes: una más rockera fiestera y otra más indie rock. Espero que con el segundo trabajo concretemos un poco más y tiremos hacia un lado, porque creo que los proyectos tienen que tener una identidad definida para no perderse en la jungla de la música.

¿Ya estás pensando en un segundo trabajo?
Estamos preparando un EP que sacaremos antes de final de año. He dejado de creer en los discos. Ya no me parece interesante sacar un trabajo que requiere tanto curro y que al final completas en un mes o dos y tienes que estar viviendo de él durante dos años. Creo que para un músico, hoy en día, lo mejor es poder ir editando su música, ahora una canción, ahora otra, ahora un videoclip... Y poder estar siempre teniendo excusas para salir a tocar y ofrecer novedades. Esta rueda, impuesta por la industria, de sacar disco cada dos años es un poco absurda y, sinceramente, me gusta más la época de los años cincuenta, cuando la gente sacaba singles y decían lo que querían decir en el momento.

Entonces Sr. Canario tiene algo de ir improvisando a medida que vas evolucionando.
Quiero hacerlo así. El disco tiene muchos arreglos, pero son ideas espontáneas que he trabajado más que buscar la idea durante mucho tiempo, que es otra manera de trabajar pero que no es la mía. Quiero que sea un proyecto con una evolución musical que la pueda ir enseñando a medida que la vaya haciendo en vez de pensar en sacar otro álbum de aquí a dos años.

Me sorprende mucho la idea que mencionas que has dejado de creer en los discos y piensas más en canción a canción...
He entendido que es contraproducente. Para un músico es limitador: es enjaularse en eso que hiciste hace un año o dos o medio año. En agosto grabaremos cuatro temas para el nuevo EP. Lo haré y saldrá dos o tres meses después y luego tocaremos. Y seguramente antes de salir a tocar este EP ya estaremos grabando otro. Quiero entrar en esa rueda, no grabar un disco y hacer una promo y luego ya está. Creo que lo sacaremos digital y de vez en cuando vinilos para vender merchandising en los conciertos y ya está.

Todo el compendio de estilos musicales de tu primer disco, entre rock, funk, indie... ¿Es el “Estado natural” real de Sr. Canario?
El título se refiere a una de las canciones del disco. La persona con la que vivo, la madre de mi hijo, me ha hecho encontrar mi estado natural. Es una canción de amor, la quiero con locura y considero que la mejor etapa de mi vida es gracias a ella. También pienso que el “estado natural” de una persona es el estado emocional en el que siente que es ella misma. Estar con alguien que te acepta exactamente como eres, que te quiere por como eres y que simplemente no tienes que hacer nada, ser tú mismo. Esto es lo más natural que puede haber.

Parece que hables de un disco de amor...
¡Pero no lo es! Las temáticas del disco son distintas. “Miedos”, por ejemplo, la escribí cuando me enteré de que iba a ser padre. Cada canción sale de una honestidad que quiero decir. Creo que los artistas tienen que aproximarse, con su obra, a lo que son. Desde ese punto de vista, estoy contento con el resultado.

Entre esta canción y “Videoclub” o “Estado natural”, ¿las canciones del disco son trocitos de tu vida?
Sí, toda persona que haga un disco habla de sí mismo. Al lado tengo una persona como David Carabén (Mishima) que es un genio haciendo letras. Tiene una expresión mucho más profunda y poética que la que tengo yo, que no tengo ni la mitad de experiencia de la que tiene él. Pero cada uno elige su manera de contar las cosas, y a veces llega más o menos. Se usa la metáfora o no, como hacían los grupos de los años cincuenta, que no usaban metáforas y decían simplemente 'te quiero'. Pero hay que intentar tener un poco de clase y que no sea algo que no esté demasiado escuchado. En esa búsqueda de lo original nos encontramos todos.

Es la segunda vez que mencionas a grupos de los cincuenta. ¿Estabas pensando en grupos de esa época cuando empezaste este proyecto?
No, la verdad es que no estaba pensando en ningún grupo. Quizás por eso el disco es así. Hay muchas influencias, música de los setenta como Talking Heads, o referencias más new wave y bailongas. Creo que al cantar en castellano también hay algo de Radio Futura, de los que era muy fan, pero no me senté y dije: “va, voy a sonar a esto”. Me senté a hacer lo que me iba saliendo.

¿Cómo se lo han tomado en Mishima?
Para David es como si me acostara con otra, pero lo respetan totalmente. Luego será cuando empecemos a hacer conciertos, porque con Mishima tocamos mucho este verano y no tenemos planes para el año que viene. Hace dos meses que tengo mánager y, por ello, con Sr. Canario no hemos entrado en la rueda de festivales. Quizá, también, porque es un debut y todavía no nos conoce tanta gente. Pero el año que viene será un año interesante en cuanto a directos y nos lo tendremos que montar para encajarlo todo.

"Muchísimas cosas de las que he aprendido en la vida, como música, han sido gracias a Mishima"

¿Hay parte de Mishima en Sr. Canario?
Muchísimas cosas de las que he aprendido en la vida, como músico, han sido gracias a Mishima. Llevo seis discos grabados con ellos. A la hora de grabar el disco, hay muchas cosas que he aprendido con ellos. He aprendido a estar en un grupo con Mishima. Estar en un grupo tantos años es lo mejor del mundo. Es una responsabilidad, pero es como una familia.

¿Concibes Sr. Canario como un proyecto para salas pequeñas o para festivales?
Quien diga lo contrario miente: el músico quiere llegar siempre al máximo número de gente posible. Pero con un proyecto que empieza no puedo alquilar la sala Apolo de Barcelona. Estamos trabajando el proyecto y hemos empezado bien: hemos hecho conciertos muy chulos, hace poco Paula Bonet dibujó un vinilo nuestro que vamos a sortear, me entrevistaron en Radio3... Estamos sentando las bases para que la gente nos conozca y hacer una carrera coherente y estilosa. Al final, hay un millón de grupos y creo que cuando la gente nos vaya descubriendo acabará por reconocer que el proyecto es interesante y empezarán a venir a los conciertos.

¿Piensas en hacer algún videoclip más a parte de los que ya has hecho (“Videoclub”, “Miedos”, “Visiones”)?
Sí, le doy mucha importancia a la imagen en la música. La nueva canción que hemos hecho con Mariona Aupí, "Nunca lo quisimos de verdad", va a ser un videoclip. Del EP que vamos a hacer a finales de año también haremos, al menos, un videoclip. Creo que el videoclip es una herramienta de promoción que le da un valor añadido a la música. Soy muy cinéfilo y me gusta más el cine que la música, así que me gustaría que mis canciones tuvieran una imagen. Le da un plus que perdura en el tiempo. Me gustaría que fueran todas, como hace Beyoncé, pero es difícil.

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