"Este disco es en realidad una apología del rock"

Niño y Pistola nos cuentan de primera mano como se ha desarrollado la grabación de su nuevo disco "There's A Man With A Gun Over There" que se publicará en breve.

Ya está casi todo preparado. Esta semana estamos acabando la mezcla de nuestro cuarto disco, que se va a llamar “There's A Man With A Gun Over There”. Ese título tan largo es un verso robado a Buffalo Springfield; lo tomamos prestado porque nos gusta hacer homenajes, hacer guiños, reinterpretar y declararnos abiertamente fans de Neil Young, de la Creedence, de The Band, los Beatles... y la verdad es que ninguna de las canciones que hemos hecho podría existir sin todos ellos. Por eso para nosotros este disco es en realidad una apología del rock.

Esta vez estamos preparando algo muy conceptual, un álbum concebido en dos actos y un epílogo que narra una historia basada y ambientada en la crisis, como una especie de disco protesta.

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People're standing on their knees under the water

begging'n'looking at the floor

just behind a handmade paper sign, embarrassed

of needing help.

TV's full of politicians.

They say they're gonna find the way out,

but everybody's tired of liars

and empty words.

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Lo que buscábamos es hacer algo que funcione como disco, y no como una simple colección de canciones inconexas; de hecho las canciones van todas enlazadas formando dos bloques de diecinueve y trece minutos, y cada una funciona apoyándose en la anterior. Es como una especie de “Thick As A Brick”, aunque cuarenta años después.

La composición fue compleja, ya que había que marcar mucho esa continuidad de las canciones, y buscar leitmotivs o repeticiones de melodías que unificaran el conjunto. De hecho decidimos componer cada acto de manera lineal, para que cada canción desembocase en la siguiente de forma natural.

A la vez también teníamos que separar y diferenciar bien las canciones entre sí; para eso decidimos utilizar cambios de ritmo y cambios de timbre o de instrumentación, así cada parte del disco tiene su propia personalidad y su propia lógica.

Tener que trabajar con bloques tan grandes nos hizo ver el disco realmente como un todo, y nos obligó a trabajar más la dinámica de intensidades e incluso nos hizo crear una especie de "curva dramática" que articulase cada acto. Es algo así como que cada canción es una escena de la historia que narra el disco, y en cada escena suceden cosas diferentes. Las letras a la vez cuentan una historia separada en escenas con sus personajes y sus escenarios; por esto en realidad el disco revela su verdadera dimensión al escucharlo entero.

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Dusk.
There's a light
in the house.
I will slip in
through that fence.

Hush,
pretty dog,
go away,

this won't last
for too long.

So I knock
with the gun
in my hand.

I can feel
now your steps,

Mr. Doyle.

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En el estudio trabajamos de una manera más o menos abierta. Llevábamos cerrada la base del disco, es decir, los arreglos de batería, bajo y guitarra acústica, pero el resto de instrumentos no sabíamos exactamente qué iban a hacer. Sí teníamos un esquema aproximado de qué instrumento sonaría en cada parte por su timbre, pero su arreglo no estaba escrito. Una vez allí, a medida que los distintos pasajes del disco cobraban forma se fueron definiendo las eléctricas, los teclados, las percusiones, etcétera, y todo fue encajando poco a poco.

Para conseguirlo, durante la grabación tuvimos un par de colaboraciones clave: la de Charlie Bautista, tocando los teclados, el piano y el harmonium, como ya había sucedido en nuestro anterior álbum; y Álvaro Lamas, el mejor guitarrista de pedal steel que hemos conocido. Ellos consiguieron dar forma a los arreglos que nos habíamos imaginado.

Todo el disco lo preparamos en nuestro local de ensayo, en el Val Miñor, durante el pasado otoño, y lo grabamos y lo estamos mezclando en el Estudio A Ponte, muy cerquita de Santiago de Compostela.