ENTRE DOS MUNDOS
Entrevistas / Machine Head

ENTRE DOS MUNDOS

David Broc — 06-09-1999
Fotografía — Archivo

Cambian los tiempos y también las comparaciones. Antes era Pantera; ahora, Korn. Y es que Machine Head han sabido adecuarse a los tiempos. «The Burning Red», su regreso tras el fallido «The More Things Change», es un disco que soluciona los problemas a corto plazo y, de paso, alberga alguna esperanza de cara al futuro.

Supervivientes comatosos a la escabechina que la modernidad propinó al metal y allegados mediada la década, Machine Head han sabido sortear con mayor o menor acierto las trampas que el contexto le iba preparando a un género abocado irremediablemente a la autoparodia. Empezaron con un disco que sabía sostenerse por sus propios pies, «Burn My Eyes», siguieron su trayectoria con un ejercicio de continuismo oportunista, «The More Things Change», y ahora renacen de sus cenizas con un trabajo, «The Burning Red», cuando menos apreciable. No, la época de cambios y sorpresas en el metal hace tiempo que desapareció, pero entre la inundación generalizada, Machine Head parecen tener flotador. (Chris) «Esta vez el proceso de grabación ha sido completamente distinto al de los anteriores discos. Antes todo consistía en llegar al estudio con el trabajo de Rob ya hecho y dejar que el productor lo redondeara, lo perfeccionara. En «The Burning Red» ha habido mayor conciencia de trabajo: cuando escuché el material por primera vez dije: ‘uh, esto es jodidamente heavy’. Es un disco que exigía plena concentración en el trabajo. Y me acuerdo que Rob nos dijo que si alguien no estaba dispuesto a dar más del cien por cien que se quedara en casa. En este sentido sí que hubo una actitud tremendamente positiva». Bueno, no exageremos: «The Burning Red» es un disco correcto en la medida que éste puede serlo. Si antes se buscaba (inconscientemente, quizás, pero se buscaba) a Pantera y derivados, ahora el centro de peregrinaje parece estar en Korn. Vamos, como casi todo el panorama metalero con coartada alternativa. «No, nosotros en ningún momento intentamos conseguir un sonido como el de Korn. Evidentemente nos gustan Korn y el trabajo de Ross Robinson con ellos es magnífico, pero también nos gustan sus producciones para Fear Factory o Sepultura. El sonido era importante, pero también buscábamos un método de trabajo, una dinámica que nos permitiera conseguir los resultados que queríamos; ése algo que nos faltó en el anterior disco». Es posible. De todas maneras, en el disco se aprecian una serie de cambios que elevan las dudas a sospechas. Por ejemplo, esos registros vocales de un Rob Flynn que en un par de canciones ya no canta: ahora rapea. «Bueno, Rob quería probar algo distinto con sus voces. Antes de entrar a grabar ya tenía escritas y pensadas esas partes vocales y una vez en el estudio todo salió perfectamente. Creo que este tipo de experimentos sirven para potenciar nuestra música». Rapeadas=¿influencia decisiva del hip hop? «Sí, sin duda. Nos encanta escuchar rap, la fuerza, la actitud. Pero nosotros escuchamos muchos tipos de música, y el rap es un elemento más dentro de esa mezcla de influencias. De todas maneras, yo he de reconocer que a mí me gusta más el rock y el metal, en general». Lo decía unas líneas más arriba: el principal enemigo de Machine Head, como el de la mayoría de bandas metaleras que arrancaron a inicios de los noventa, es y será el contexto socio-musical. Son bandas que han vivido entre dos frentes bastante distintos, en un estado de inercia e indecisión que, o bien ha acabado con ellas o, por el contrario, ha acabado admitiéndolas en su seno. Si ya iniciados los noventa mandaban Pantera, Sepultura, Biohazard, ahora lo hacen Korn, Limp Bizkit y el séquito metalero con matices industriales. Machine Head debutaron en pleno apogeo de los primeros, continuaron con un segundo disco que pisó tierra de nadie y ahora regresan con un álbum que anda más cerca de los últimos. «Hemos establecido una evolución lógica. Cada época tiene una determinada línea estilística, y la de ahora es algo diferente de la que había cuando empezamos. Machine ha madurado y crecido conforme lo hacían nuestros seguidores. Con «The Burning Red» hemos recuperado esa frescura que quizás no tenía «The More Things Change»; el nuevo disco es un disco que suena actual y que mira al presenta y al futuro». Mira al presente y al futuro del mismo modo en que lo hacen gran parte de las bandas con etiquetaje metal: con incertidumbre. Parece obvio que el mejor camino para vislumbrar algo de luz para el mañana se encuentra en el cruce de influencias e ideas. Que los grupos metaleros con más éxito del momento buceen entre la estética, el discurso e incluso la actitud del hip hop o la música electrónica, en general, debe hacer pensar a más de uno. Y, por el momento, Machine Head, el nombre que nos ocupa, parece haberse sentido aludido. Una buena señal, sin duda. «The Burning Red» está publicado por roadrunner/mastertrax.

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