El fin del metalcore
Entrevistas / Killswitch Engage

El fin del metalcore

David Sabaté — 28-09-2009
Fotografía — Archivo

Mientras el metalcore se dirige hacia terrenos cada vez más extremos, los norteamericanos Killswitch Engage siguen fieles a su combinación de death melódico, hardcore y estribillos que rozan el emo. Una fórmula con claros síntomas de agotamiento, pero que ellos ejecutan mejor que nadie en su nuevo disco homónimo. Y esta vez con Brendan O’Brien como director de orquesta.

La nueva obra de los de
Massachusetts se titula sencillamente “Killswitch Engage”
, como su homónimo debut del 2000; algo que
parecía augurar un nuevo inicio o al menos un intento de redefinición de la
banda. Sin embargo, su último disco se asemeja más al epílogo de sus dos
anteriores entregas. Tras el sensacional “Alive Or Just Breathing”
, todo un revulsivo para la escena del metal
yanqui, la entrada del cantante Howard Jones marcó el punto álgido del quinteto
a nivel creativo. “The End Of Heartache”
poseía una producción mejorada y todos los rasgos del sonido del
grupo hasta el día de hoy: riffs y armonías de guitarra propias del death metal
melódico; estructuras y elementos cercanos al hardcore neoyorquino; y partes
cantadas con voz limpia, especialmente en los estribillos, que rayan lo pomposo
pero que se adhieren a tu cerebro cual sanguijuela. Polos opuestos que el
quinteto ha sabido fundir en un estilo inicialmente original, atractivo y
copiado hasta la saciedad. Brutalidad coreable. “Emo-death”, si eso fuera
posible. Tras el notable pero poco novedoso “As Daylight Dies”
, se imponía la necesidad de cambio, pero la
banda ha vuelto a optar por la autocopia, por la autoafirmación, si prefieren
los eufemismos. Algo que, por otra parte, no quita que estemos ante un disco
cien por cien disfrutable. El propio Justin Foley, batería de la banda,
reconoce el carácter continuista de su discurso. “El nuevo material suena
como lo hacemos habitualmente, aunque hemos intentado sonar algo más orgánicos
y probar cosas nuevas con las voces”
.
Como es habitual, el apartado vocal y la
variedad de registros de Jones es uno de los aspectos que más sobresale del
disco. También es uno de los puntos en los que más ha trabajado el afamado
productor Brendan O’Brien (Pearl Jam, Mastodon) junto con la percusión. “Más
que buscar grandes efectos o ritmos complicados, nos centramos en captar la
vibración de la batería en directo. Nunca había oído un resultado similar”
. Otro
matiz que llama la atención es el toque heavy metal de “Starting Over”, con un
curioso trote rítmico a lo Iron Maiden. “Creo que hay partes hardcore,
partes thrash… no sabría decirte. Sí que quizás hay algo más de heavy clásico,
aunque también es algo natural porque llevamos escuchando metal toda nuestra
vida”
. ¿La buena acogida de su versión de “Holy Diver”,
de Dio, no ha tenido, entonces, nada que ver? “Podría ser. Nos lo pasamos
muy bien grabándola y tocándola en directo. Y parece que gustó mucho a la
gente”
. También gustó su actuación del pasado mes de
junio en el escenario principal del Download Festival de Londres, en el que
abrieron para Faith No More. “¡Estaba muy excitado por verlos! ¡Son una de
mis bandas favoritas! Fue un concierto impresionante y tocar en el mismo
escenario lo hizo aún más especial”
,
recuerda Foley emocionado. Para el recuerdo
van quedando también los modelitos imposibles que utiliza para los directos el
guitarrista Adam Dutkiewicz, capaz de combinar unos shorts con un gorro de lana
con orejeras y una capa de superhéroe. “Adam es un tipo jodidamente
divertido. Sorprende ver esas pintas en una banda como la nuestra, pero eso
precisamente lo hace más divertido. Al final todo se trata de pasarlo bien y
divertirse”
. Algo más serios, al menos en apariencia, se
mostraban en sus inicios, cuando lideraron la denominada New Wave Of American
Heavy Metal junto a bandas como Shadows Fall o God Forbid. “Apenas he vuelto
a escuchar esa etiqueta. Al principio se hablaba mucho de eso. Hubo una
explosión de bandas. Yo venía, como Howard, de Blood Has Been Shed, pero nunca
antes habíamos experimentado semejante comunión y complicidad con los grupos de
nuestro alrededor”
. Foley se despide haciendo honor a su fama de
tipos divertidos. “Espero que para cuando volvamos a España ya nos hayamos
aprendido las nuevas canciones. Ahora ya las tocamos casi igual que en el disco
(risas). ¿Qué cómo nos gustaría ser recordados?
Sólo aspiramos a crear unas cuantas canciones que gusten a la gente. Bueno, qué
coño, ¡como una buena banda de heavy metal!
(risas).

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.