Días de gloria
Entrevistas / The Vines

Días de gloria

Redacción — 27-04-2004
Fotografía — Archivo

Las Antípodas están de moda y los guitarrazos gustan ya a cualquier hijo de vecino. Sólo que, en contra de lo esperado, los de Craig Nichols han optado por publicar "Winning Days" (Emi, 04), un disco menos tópico y más trabajado. Veremos qué tal les funciona el tema.

Cuentan los más viejos del lugar que conforme vamos creciendo todos nos agarramos a los recuerdos. Las experiencias vividas nos permiten mirar al futuro desde una óptica determinada. Para quienes la música nos supone tanto, las cosas también empiezan a ser así. Pensamos en aquellos conciertos y aquellos artistas que nos marcaron y cómo lo hicieron. Y también en los clips que quizás nos los descubrieron. Para mí fueron esenciales los de "Here I Go Again" de Whitesnake, "Welcome To The Jungle" de Guns´n´Roses o "Epic" de Faith No More. También causó impacto el de "Smells Like Teen Spirit" de Nirvana, capaz de marcar a toda una generación. Con el paso del tiempo, muchos menos lo consiguieron. Quizás Korn o Muse. Más tarde, durante un verano caluroso, otro clip volvió a tomarme por sorpresa y como un vendaval. Se trataba del "Highly Evolved" de The Vines. Poco después llegaría su álbum de debut, "Highly Evolved", que llegaría a mis manos dejándome una extraña sensación. Los momentos más inspirados debían dejar espacio a otros capaces de rozar la mediocridad; demasiados altibajos.

" Cuando empiezas con un grupo pretendes comerte el mundo, incluso cambiarlo, que tu imagen aparezca en la televisión constantemente, que pongan tus clips"

Por suerte, ahí estaban "Outtathaway", "Get Free" o "Homesick" para ganarse el derecho a un segundo disco. Toda la confianza que algunos depositamos en su primer disco se ve ahora correspondida en "Winning Days", un disco más arriesgado que su predecesor, aunque no menos interesante o vigoroso. "Hemos tenido más medios y más tiempo para lograr un segundo disco más completo. Fuimos trabajando en los temas durante las giras, con lo que llegamos a los estudios de New York con una base de canciones bastante sólida. También ha tenido mucho que ver el hecho de que hayamos tocado tanto en directo. Han sido dieciocho meses de locura durante los que no hemos parado ni un segundo. Cuanto más tocas, mejor músico eres y, por lógica, ganas en capacidad para crear mejores canciones". Para Craig Nichols, la cara más visible del grupo, y para el resto de sus compañeros, la noche anterior a esta entrevista fue larga y movida. De hecho, incluso la mañana había sido una prolongación de una velada en la que no les faltó de nada. Por algo ya son estrellas del rock. Presentaron su disco en Londres (este mismo mes harán lo propio en nuestro país) en una serie de conciertos exclusivos para unos pocos privilegiados y allí presentaron las canciones del nuevo disco. "Winning Days" es un trabajo complejo que poco tiene que ver con la inmediatez de "Highly Evolved". A lo largo de su recorrido The Vines se mueven desde la intensidad de unos Muse hasta el pop preciosista de unos Beach Boys, pasando por temas atmosféricos, aires psicodélicos, guitarras saturadas cuando el tema lo requiere, voces desgarradas aquí, dulces allí.

"Muse son un buen ejemplo para nosotros porque tienen claro ese concepto de superbanda de rock"

"Muse son un buen ejemplo para nosotros porque tienen claro ese concepto de superbanda rock. Música con mucho estímulo. Para mí es como escuchar a Dave Grohl tocar la batería o cantar como lo hace en Foo Fighters. Esos detalles te colocan en otra dimensión, justamente frente a una banda poderosa, como, por ejemplo, le pasa a Patrick, nuestro bajista, cuando escucha a The Stone Roses". Si jugásemos a las diez diferencias entre ambos discos, no cabe duda de que las encontraríamos. Y muchas más también. El sonido continúa siendo reconocible, pero el contenido no lo es tanto. Sobre todo viniendo de una banda que arrasó con las ventas de su debut discográfico. "Nuestro primer disco tuvo un sonido más duro, más heavy, mientras que en este puedes encontrarte con muchos colores distintos. Es un disco menos agresivo y más amable de escuchar. Cuando empiezas con un grupo pretendes comerte el mundo, incluso cambiarlo, que tu imagen aparezca en la televisión constantemente, que pongan tus clips. Quieres llamar la atención, pero una vez ha pasado el impacto inicial te calmas y te preocupas mucho más por encontrar tu propio camino. No necesitas ser tan directo, aunque no debes continuar manteniendo la intensidad en todo lo que haces". La última hornada de bandas surgidas de las Antípodas nos ha salido respondona. Juntas conforman una generación de jóvenes descarados, con ímpetu y capaces de poner la carne en el asador para que sus méritos se reconozcan más allá de sus fronteras y no les ocurra lo que a You Am I o Powderfinger. Para su suerte The Vines todavía le sacan una cabeza a sus competidores, aunque sea en su popularidad. Su proyección ha sido sorprendente y parecen dispuestos a amoldarse a cualquier situación o a cualquier festival sin hacerle ascos a nadie. "Es un buen momento, pero siempre ha habido buenos grupos que han tenido buenos contratos con discográficas internacionales. La diferencia es que ahora los grupos australianos son un producto a explotar y antes no lo eran. Es lo que les ha ocurrido a Jet, por ejemplo. Es una cuestión de modas y de suerte. Ahora hay otro grupo joven de quienes no recuerdo el nombre que parece que serán los siguientes en triunfar a lo grande. En estos momentos Australia está en el punto de mira, pero siempre hemos tenido una buena escena con bandas interesantes y con un discurso interesante". Dejando a un lado la conexión del grupo con los noventa, The Vines también guardan cierta similitud con algunas bandas de los setenta, algo que ya deja entreverse en las portadas de sus discos, esta última a un paso de la psicodelia. "Me gusta la imagen que proyectamos. Para nosotros es importante controlar todo lo artístico que rodea al grupo, las fotos, los vídeos. La portada del primer disco la hice yo mismo. Nos gusta ser artistas en toda la extensión del término, mientras que la mayoría de grupos actuales parecen no darle demasiada importancia a las portadas de sus propios discos". Volviendo a lo musical, debemos apuntar que Dave Oliffe, su anterior batería, abandonó el barco harto de actuar. Las giras le resultaban extenuantes y el sacrificio demasiado grande para continuar involucrado en un grupo de tal envergadura. "La nueva incorporación, Hammish Rosser, ha provocado en cierto modo el cambio de dirección. Ya sabes, nuevas ideas y otra forma diferente de entender la música. Cualquier cambio o incorporación en un grupo provoca una transformación, a veces más severa, otras menos, pero siempre se produce algún tipo de cambio. Ya había hecho la gira con nosotros, así que, al grabar el disco, ya estaba plenamente integrado". Hablando de la grabación. El responsable ha vuelto a ser Bob Schnaff, quien ya trabajara en su disco de debut, un profesional que ha ejercido para Beck, Foo Fighters o Elliott Smith. "Siempre te gusta encontrar a gente que entienda lo que pretendes hacer. Cuando nos planteamos este nuevo disco pensamos que lo mejor sería trabajar de nuevo con él, a pesar de que también nos apetecía conocer otro punto de vista. Respetamos mucho sus opiniones y es una persona que sabe cómo dirigirnos. Somos jóvenes e impetuosos y él sabe contrarrestarnos. Hay buena química y seguro que volveremos a trabajar con él en el futuro". Antes hablábamos de la filiación noventas de The Vines. Bien, pues es algo que ellos no esconden, sobre todo cuando reverencian a grupos como Supergrass o Soundgarden, a quienes posiblemente ya estén alcanzando. The Vines han copado portadas, periodistas como Conan O´Brien o David Letterman han movido cielo y tierra para que apareciesen en sus programas de televisión, aparecieron en la banda sonora/tributo a The Beatles de "I Am Sam" (se encargaron de "I

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.