"Me fui de Kakkmaddafakka porque necesitaba encontrarme a mí mismo"
Entrevistas / Chet Jones

"Me fui de Kakkmaddafakka porque necesitaba encontrarme a mí mismo"

Karen Montero — 24-05-2018
Fotografía — Graham Winfield

Han pasado cinco años desde que Chet Jones, el nombre artístico de Jonas Nielsen, dejara los teclados de Kakkmaddafakka y los escenarios. La necesidad de encontrarse a sí mismo como artista lo motivó a dejar de lado escenarios de festivales y sumirse en su propio proyecto. Después de viajar por todo el mundo, dedicarse a su familia y hasta actuar en el teatro, presenta "Among The Stars" (Menos Que Cero, 17), su nuevo álbum, grabado en Barcelona y con colaboraciones musicales como la de Jesús Senra (Sidonie). El que fue el creador de temas como "Restless" dista ahora del estilo de su anterior banda, con unas melodías que engloban influencias de Queen y un pop lleno de luz. Actuará el 25 de mayo en La Nau de Barcelona.

Tu vida ha cambiado mucho desde que dejaste Kakkmaddafakka. 
Y que lo digas... Ahora tengo una hija: se llama Lemon y tiene dos meses y dos semanas. Ahora todo es nuevo. 

¿Has estado viviendo a caballo entre Barcelona y Noruega? 
He estado en Barcelona solo para producir el disco y para el concierto del día 25 de mayo, pero principalmente estoy en Bergen. Sin embargo, trato de viajar un montón. Quiero comprar un coche e ir por todo Sudamérica. Vivir en el coche los primeros años del bebé. 

¿Los viajes que has hecho durante estos cinco años definen tu música? 
Para mí es difícil definir mi música. Me es más fácil definir toda mi vida. Me defino como pianista, y todo lo demás son experiencias extras. Mi proceso artístico tiene muchos niveles. Henry Miller refleja en "Trópico de Cáncer" lo que quiero transmitir con mi música. Escribe sobre lo que supondría para el hombre presumir sobre nada, y que la gente estuviera feliz con eso. Si no tenemos expectativas sobre lo que tenemos delante y abrimos nuestra mente, entonces se puede viajar donde quieras y ser tú mismo. Creo que es una fuerza que tenemos dentro de nosotros. 

¿Cuál fue el detonante que te inspiró para iniciar tu proyecto? 
Me inspiró el apoyo de los demás. Menos Que Cero me propuso empezar este proyecto y yo, que toda mi vida buscaba a alguien que hiciera esto, acepté. Cuando estaba tocando en Kakkmaddafakka, ya empecé a tocar con otros músicos de Bergen y con el batería del grupo, que es mi mejor amigo desde que somos pequeños. La única razón por la que me fui de la banda fue porque el proceso artístico fue demasiado lejos y necesitaba encontrarme a mí mismo. Para el artista, es un problema perderse en una banda y no encontrar los valores. Si solo usamos la música para entretener, solo será entretenimiento. Hay que dar el alma a tu proyecto. 

¿Es lo que pretendes también en los conciertos? 
Exacto. La gente que venga al concierto tiene diferentes motivos para estar ahí. Pero mi principal objetivo es que vean el concierto y que simplemente lo entiendan. Eso es realmente difícil porque normalmente hay una distancia con los artistas. 

¿Cómo era tu vida hace cinco años? 
Antes mi vida era como un mapa: vivíamos en festivales y veíamos cómo funcionaba la música dependiendo del jefe que estuviera en el escenario, con una vida completamente diferente, a nuestro lado, cultivando y creando artistas. Por eso me fui de Kakkmaddafakka, porque me quería focalizar en el proceso humano, en la vida que tenemos, no en la vida que queremos. Los artistas son como el panadero o el zapatero: es un trabajo artesano. Con mi música pretendo ser tan yo mismo que olvido lo que está pasando alrededor.  

¿Crees que hay una nueva ola de músicos o de promotores de conciertos y festivales que aportan nuevas maneras de comprender la música? 
La ola de festivales actual tiene una posibilidad de incluir algo que a la gente le importa. Muchos de ellos se focalizan en lo que funciona económicamente. No digo que no me guste, realmente aprecio que se estén haciendo cosas. Pero cuando veo miles de personas en un concierto, siento que los músicos podrían aportar una filosofía diferente a su público. Cuando toqué por última vez en un festival grande, en el Arenal Sound, estaba encima del escenario y la cámara vino delante de mí a grabarme para que saliera en la pantalla. Allí teníamos la posibilidad de hablar, de abrir nuestra mente. Todo lo que soy se reducía a la aparición en esa pantalla. Eso quería decir que podía hacer más que incitar al público a dar palmadas o decirles "qué vamos a hacer ahora?!" o "ahora a la derecha, ahora a la izquierda". ¡Realmente podíamos decir algo más importante! Como artistas, tenemos que crear algo de valor de nuevo. 

En el caso de tu álbum, Among The Stars, ¿crees que has alcanzado este estado? 
Sí, tengo una máquina de escribir en la que escribo poemas. Escribí las canciones en Barcelona. Cuando empecé a componer las letras quería hablar sobre lo que pasaba a mi alrededor. Si separas las letras de la melodía, y solo lees las letras, las puedes leer como poemas. 

¿Cómo fue la experiencia de la grabación del disco? 
El álbum es una constelación. No era solo yo yendo al estudio, sino que fue una colaboración entre músicos. Solo soy una parte muy pequeña de todo el engranaje. Grabarlo fue como un viaje, como un sueño. Jesús Senra es un bajista excelente y nos lo pasamos muy bien. Noté que la parte de mezcla es un trabajo completamente diferente, y me aparté un poco de eso. Hago solo lo que puedo hacer, que es música. 

¿Among The Stars es la definición de tu estilo o solo una primera prueba de tu sonido? 
Es una presentación. La responsabilidad del músico es compartir y sentir lo que toca. Entonces la gente conoce el tipo de sentimiento con el que tocas. Creo en el proceso artesano de la música. 

Tu música recuerda a bandas como Queen o Elton John. 
Sí, a Queen los he escuchado durante toda mi vida, al igual que Harry Nilsson, algo de The Beatles y otros músicos. También tengo un pianista favorito, Willie "The Lion" Smith y me encanta Thelonius Monk. 

¿Cuántos músicos seréis en el concierto? 
Cinco, entre la batería, el bajo, dos guitarras y el piano y las voces. ¡Será divertido! No hemos empezado a ensayar todavía ni he tocado nunca con ellos todavía, esta noche será la primera vez.  

Durante estos cinco años también has trabajado en teatro. ¿Te ha ayudado a prepararte para un directo en música? 
En el escenario actuaba, pero también estaba expectante sobre cómo reaccionaría la gente. Es una dualidad que también experimenté en la música. Mi última obra de teatro fue "Peer Gynt" (Henrik Ibsen), cuando mi novia estaba embarazada y además también pensaba en el público. La obra tiene un montón de cosas que me hicieron pensar. Sé que puedo ser pianista toda mi vida, pero no sé si podría ser actor para siempre.  

¿Ya estás pensando en un segundo trabajo? 
Ahora estoy trabajando un nuevo álbum con un amigo que toca la batería. Será un sonido completamente diferente. Se parecerá más al álbum de Brian Wilson de Pet Sounds. Lo que crea un disco es la constelación de la gente. Si creamos la misma constelación otra vez, el disco tendrá el mismo estilo que Among the stars.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.