Por las venas de los grupos pequeños corren la mejor hemoglobina. Sin prisas ni ansiedades se construyen las canciones más saludables. Sorprende que éstas puedan surgir varias veces en el tiempo, sobre todo si estamos hablando de años, y lo estamos haciendo.
The Hit Parade mantienen esa naturalidad, ese aire de perfección amateur para hacerlo, todavía. Fascina la consecución de una simplicidad absolutamente redonda, que potencia la inmediatez frente a la orientación más nostálgico-embriagadora tanteada en algunos puntos de su pasado. “The Return Of The Hit Parade” es más guitarras que tecladillo o piano, y Julian Henry es twee como los adultos deben serlo al menos un par de horas al día. La fuerza de su pop está en la inspiración que extrae de ello, en un modelo de optimismo impermeable a decepciones, y en la inexistencia de otra aspiración que no sea cantar sobre “escritores, chicas y grupos de hace tiempo”. Grupos que como The Hit Parade contaban historias de un interés vivo concentrando con precisión un sentimiento lleno de humanidad en un máximo de tres minutos. Sin devaneos innecesarios, solo melodía y una sensibilidad contagiosa y resplandeciente. Genuina actitud pop.
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