Sparkle Hard
Discos / Stephen Malkmus & The Jicks

Sparkle Hard

9 / 10
José Carlos Peña — 22-05-2018
Empresa — Domino / Music As Usual
Género — Pop

El californiano Stephen Malkmus ya no es ningún crío (está a punto de cumplir los 52), pero se las arregla para mantener cuasi intactas las constantes que convirtieron a Pavement en uno de los grupos fundamentales del indie juvenil de los noventa. Su estupenda trayectoria con The Jicks parece, en realidad, una prolongación depurada de las melodías desaliñadas e imaginativas de aquel grupo irrepetible.

Nuestro hombre se resiste a “sentar cabeza” musicalmente, y vistos los resultados consistentes, es una bendición. Es cierto que su sonido se ha hecho más “clásico” y menos low-fi, pero siempre huyendo del academicismo estéril. El séptimo trabajo de Malkmus y compañía desde su formación con el cambio de siglo -excelente productividad-, grabado en Portland, le muestra en plenitud. Incorporando las marcianadas melódicas e instrumentales habituales, pero con algunas sorpresillas: un toque de auto-tunes (!), cuerdas ("Solid Silk") y la intervención estelar estelar de Kim Gordon (Sonic Youth) en "Refute", delicioso divertimento pseudo-country. Sin embargo, lo que destaca por encima de todo es el nivel de las composiciones.

De la introducción de piano de "Cast Off", con sus perezosas inflexiones vocales, hasta los siete minutos de épica beatleiana y kraut casual de "Difficulties/Leat Them Eat Vowels", Stephen y sus compinches retuercen las esencias del pop de los sesenta o los primerísimos setenta, internándose sin complejos en esos terrenos progresivo-lúdicos donde están tan cómodos. Salen airosos sin embarrarse ni perder los papeles, como en la fabulosa "Kite". Con elegancia total. Vale, a estas alturas ya hemos oído unas cuantas veces las guitarrillas entrelazadas de la estrofa de "Future Suite"; el riff y el estribillo de la excelsa "Middle America"; los breaks sincopados de batería de la psicodélica "Rattler"; el bajo musculoso y el solo de guitarra del single "Shiggy"; la cadencia y las voces al límite de "Brethren" -más Pavement que Pavement, que para eso están recuperando algunas de sus canciones en directo- o los cambios de ritmo de "Bike Lane"; pero resulta imposible resistirse a la vitalidad contagiosa de unos tipos con toneladas de química que dan la impresión siempre de hacer música, ante todo, para divertirse. ¿Su mejor disco por variedad y calidad?

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