Vampiro
Discos / Rubén Pozo

Vampiro

7 / 10
Alejandro Caballero Serrano — 01-06-2022
Empresa — Sony Music
Género — Rock

Hace cinco años que no teníamos un álbum en solitario de Rubén Pozo y, siendo uno de los actuales referentes del rock nacional, su vuelta es una gran noticia. El artista publica su cuarto álbum, “Vampiro” (Sony, 22), que cumple con todas las expectativas que nos habíamos generado con esta larga espera.

Rubén es de la vieja escuela, de hacer canciones que se sostengan a guitarra y voz y alejarse de grandes producciones, y menuda suerte. Porque en una era en la que se sobrecargan las producciones, hacen falta más temas como “Gente” o “Tras la tormenta”, que casi parece que estemos escuchando una maqueta de lo crudo que suenan. Pero, no por ello, ha dejado de engordar algunas de sus composiciones como en “Me pareces increíble”, en la que encontramos la producción más compleja a la vez que la letra más vitalista del álbum.

Escuchar “Vampiro” es como beber un vino gran reserva, porque estos años sin publicar un trabajo en solitario han permitido al artista darle un toque más de madurez a su sonido y su composición. Sin cambiar esa sangre rockera que le corre por las venas, podemos ver una cierta evolución en su música a la que, de forma totalmente acertada, le suma algunos coros femeninos en algunas de sus piezas como “Ya no eres mi problema”, una de las joyas del álbum. Y además ha afinado aún más su esencia canalla de las letras, que queda reflejada en “Haciendo lo mío” que sorprende de lo explicita que llega a ser.

Rubén ha creado un disco que reúne todos los ingredientes para situarse casi de forma automática en uno de los clásicos del rock español del siglo XXI. Pero ¿cómo no iba a hacerlo? Si el disco está avalado por una de las leyendas del género de este país, Miguel Ríos, que colabora en “Abel y Caín”, una de las pistas más distintas del álbum.

En definitiva, es un trabajo con el que nos recuerda de dónde venimos y refleja la realidad de un artista que, lejos de intentar volver a llenar grandes recintos, ha decidido empezar su gira donde nace todo, en los bares. Y ahí está el mejor punto de Rubén Pozo, un artista que, a pesar de haber llenado el actual WiZink Center con su antiguo compañero de batallas, Leiva, no le tiene miedo a irse solo con su guitarra a tocar en un pequeño bar. Humildad y rock por delante de todo.

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