4X4
Discos / Oddliquor

4X4

7 / 10
Redacción — 17-12-2021
Empresa — Autoeditado
Género — urban

No es del todo cierto que este flamante "4x4" sea el nuevo disco de Oddliquor. Evidentemente lo es, pero, sobre todo, es el disco de Marcos, el hombre detrás del artista, el hombre dentro del gato que aparece en la portada. Un viaje por toda una vida, la suya, que empieza con “M4RQUITOS”, en la que el eje principal es una pieza grabada hace más de veinte años en una tierna escena familiar en la que un infantil Marcos canta por primera vez con la ayuda de su madre. Tras este preludio, una invitación a recorrer las dieciséis canciones -no podía ser de otro modo, ni una más ni una menos-, sigue presente la figura materna en “No se lo digas a Mamá”. La producción de Gese Da O y Zulo, que se suman en este tema a Mayo y Tuiste, y la atmósfera que consiguen reproducir en el single a golpe de violín junto con esa letra intimista, catártica, completan una de las mejores canciones de este disco.

El álbum entero no deja de ser una montaña rusa, y es a partir de un estilo cercano al pop de “Tiro el Micro” cuando empieza a ascender en revoluciones y hace cumbre con la explícita “Dentro de Ti” en un giro al R&B más electrónico. Cae en valle con el hedonismo de “Feliz Con Poco, Aunque Quiera Más”, el que fuera primer adelanto del disco hace más de un año y cierra la primera parte del disco, la que sería su Cara A, con una declaración de chulería y desparpajo con “Porno”, “Chulo sin Querer” y, antes de todo, “4mén”, en la que cuenta con la colaboración de un buen Maikel Delacalle.

Abre la Cara B de este "4x4" cambiando la línea narrativa por una mucho más autocompasiva en la decadente “Idiota” y que mantiene y desarrolla en “Eso es Demasiao”. A partir de aquí viene la última subida de esta atracción hacia un estado de amor propio y ego casi desmedido -y quizá merecido- que empieza con la suave “Tengo la cara Cansada”, en la que la participación de Çantamarta hace las delicias en un R&B del todo melifluo. La evolución continúa con “Hoy me he levantao Pibón” y me da igual lo que me digas, porque hoy “Nadie me va a joder el Mood”. Y hemos culminado. Pero aún desde aquí arriba, desde donde las vistas son inmejorables y podemos ver todo el camino recorrido, nos mantenemos con una colaboración a la altura -nunca mejor dicho- como es la de CA7RIEL en la hiperactiva “No voy Patrás” en una especie de estilo groove a ritmo de batería y guitarra eléctrica.

Aquí el descenso comienza y ya se nos hace saber que el trayecto va a terminar con “Cuando me dejo 11evar”, otra de las perlas de este disco que atenúa la bajada hacia “Salao” y la hace menos violenta. Una vez aquí Oddliquor vuelve al punto de partida de la atracción y se reencuentra con Marcos, ese niño que cantaba a regañadientes al principio del disco gracias a la insistencia de su madre. Y es, precisamente ella, quien cierra la canción, el disco y, a fin de cuentas, este viaje que es "4x4".

Un viaje que cuenta con un trabajo de producción exquisito cuya responsabilidad recae, en gran parte, en Mayo, Tuiste y el propio Oddliquor. Una amalgama de sonidos y de matices cuidados al milímetro que hay que escuchar una y otra vez para poder percibir como se merecen. Y que además suena como pocos de este año. La labor de composición, en la que también se ha involucrado a la joven artista Judeline, no decepciona y consigue conferirle al álbum de un sentido único, bien trazado, lógico, pero completamente natural. Un disco que no tiene género porque tiene muchos, que no intenta subirse al carro del mainstream, pero le sigue de cerca esperando que este, antes o después, se gire hacia él.

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