Azul Casi Gris

“Azul casi gris” parece, más que un disco, la exuberante e irresistible mezcla de estilos, lenguas y ritmos que puebla la cabeza de su autor, el catalán afincado en San Sebastián Oriol Flores Arisa (hasta ahora había colaborado con músicos de la talla de Miqui Puig, Pol 3:14 o Izaro). Para esta primera aventura ha contado con la producción de Yon Vidaur (Ama, Bassmatti, Havoc…).

El álbum se abre con leves aires electrónicos y caribeños en ‘Hoy empieza todo’ (que recuerda, seguramente sin pretenderlo, al ‘Hawai, Bombay, de Mecano). Más nítida se vislumbra la sombra de Dënver en ‘A Marte’. Como los chilenos, Oriol también cita a Los Planetas en una de sus letras (“…el DJ empieza a pinchar unas de Los Planetas, la mítica del gol de Mendieta…”). San Sebastián está especialmente en la letra de ‘Llueve en Donostia otra vez’, no tanto en el sonido. Si hubiese que buscar algún parentesco con el Donosti Sound, ese sería, sin duda, Family, por el uso algo naive y vaporoso de la electrónica. Más contundencia presenta ‘Bergara 14’, con su cruda letra herida de ausencia, mientras que ‘Amor de verano’ es puro easy listening, una gema de pop onírico. ‘Zu eta ni’, en euskera, y ‘En pes de pau’, en catalán, abren dos ventanas nuevas, dotando de más eclecticismo, si cabe, al disco, al igual que el embriagador bolero ‘Donde solíamos quedar’, uno de los momentos más inspirados del trabajo, o la denuncia que encierra ‘016’, por desgracia de plena actualidad en estas fechas. Notable debut: pop variado y de alta calidad.