Mounstros
Discos / Cró!

Mounstros

8 / 10
Nacho Serrano — 23-12-2016
Empresa — Metamovida/Nooirax
Género — Post Rock
Fotografía — Archivo

Después de diez años currando y haciendo música con mayúsculas, estos gallegos merecen reconocimiento y agradecimiento por todo lo (bien) hecho hasta ahora. Más aún cuando nos entregan un nuevo álbum tan colosal como “Mounstros”, uno de esos discos que nos obligan a intentar convencerte de que estás perdiéndote algo grande si no los has escuchado. Eso sí: abstente si lo tuyo no son las montañas rusas melódicas ni los jeroglíficos rítmicos. Porque esta es una de esas bandas que exploran los insondables límites del rock con una libertad a la que sólo suelen estar acostumbrados los aficionados al free-jazz o el progresivo más vehemente. Quizá esto que acabamos de decir sea una de las definiciones posibles de post-rock, pero el caso es que Cró! consiguen con este disco algo bastante insólito en el género, que es engancharte a la primera. En sus ocho temas todo es puro gancho, no hay excesos ininteligibles que te alejen de la esencia de lo que quieren contarte, y sus paisajes son sorprendentemente cómodos a pesar de su rugosidad. Con una grabación con más medios técnicos estaríamos hablando de un disco de matrícula de honor.

Al margen de la asombrosa pericia instrumental de cada uno de sus componentes (merece la pena citar: Cibrán Rey (Batería), David Santos (Bajo), Rubén Abad (Guitarra), Xavier Nuñez (Teclados), “Mounstros” transmite destellos de auténtica genialidad compositiva en muchos momentos. La intensidad inmediata y sostenida del arranque con “Videovigilada” te agarra del pescuezo como un águila calva y te lleva volando por tres paisajes distintos en los que apenas hay respiro, pero sí mucha profundidad. “PDF” oscurece la atmósfera como si fuera a caer sobre ti el diluvio universal, y con “Clawdia” y “Zapruder” llega una calma deliciosa, protagonizada por un Rhodes de otra galaxia, una sección rítmica fantasmagórica y una voz evocadora (la armonía del final de “Zapruder” es para derretirse…) que construyen dos capítulos de un auténtico cuento de hadas. Lo que ocurre en la cara B os lo dejo a vosotros… sólo un spoiler más: la última se llama “Unicró!Nibot”. ¿Los echabas de menos?

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