Como un maldito guisante

Se llaman Niño y Pistola pero cantan en inglés. Son gallegos pero publican su largo de debut en una discográfica catalana. Con la mera contemplación del diseño de la carátula ya se intuye el apego del cuarteto vigués por el detalle, el encanto de la sencillez lo-fi, la melodía de juguete, que después se confirma en la escucha del álbum.

Grabado con guitarras acústicas y batería sin bombo, el disco conserva la esencia de un directo. La colección de canciones, asentadas en el compás de las melodías vocales, recupera las lecciones pretéritas del gran Ray Davies y el sempiterno discurso beatleliano, a veces de forma demasiado explícita. Contemporáneamente, son alineables junto a Gorky´s Zygotic Mynci y Of Montreal, aunque con menor espíritu festivo. “Cheetah Belt” y “Song 74” son dos canciones tan luminosas que hacen olvidar las sombras de un repertorio que en algunos pasajes reclama alguna que otra vuelta de tuerca.

En suma, más luces que sombras. Mientras que a Deluxe se le acentuaron los defectos al pasarse al castellano, a Niño y Pistola se le notarían todas las virtudes si se apuntaran al cambio.