Bebe, pata negra
Conciertos / Bebe

Bebe, pata negra

1 / 10
Beatriz Rodríguez Ruiz — 10-02-2012
Empresa — Riff Producciones
Sala — Custom
Fotografía — Rafa Marchena

Con estática pose de maldita tornada en un desparpajo que contagió a todos los presentes, los sentimientos y delirios de Bebe cuajaron en el primer concierto de la gira de su tercer trabajo, "Un pokito de rocanrol". La narcótica "Busco-me", a palo seco, inició su declaración de principios. Aforo lleno en la Sala Custom; eso no resulta nada fácil en los tiempos que corren, como ella misma agradeció mimosamente a todos los que seguimos acompañándola en su camino. Sabiéndose rodear de unos músicos magistrales, su directo se enriquece al ágil ritmo de percusiones, guitarras eléctricas, swing, y marcado aire vintage de big band. "¿Aquí tampoco voy a poder decir tacos?", espetó descarada en referencia a la polémica rueda de prensa que ha originado un vapuleo, a mi juicio, excesivo. Dejando aparte el escándalo, sea actitud o pose, lo que aquí nos preocupa y nos ocupa es la música. Una deshinbida Bebe recorría su cuerpo interpretando su particular oda al onanismo, "Con mis manos", evocando a Raimundo Amador en su último bis.
Poco queda de la extremeña que copaba las radios con su "Malo". Su presencia escénica ha evolucionado, como demostró vibrando furiosamente en "K.I.É.R.E.M.E", su arriesgado single. La sencillez arropa sus letras minimalistas, en ocasiones melancólicas, en otras, sexuales... Especialmente reseñable la subversiva "ABC", en la que incita apasionadamente a sacar todos los demonios. Comenzó cantando por lo bajini "La niña de fuego", para mostrar su vertiente más carnal en "La Bicha", bailando sinuosamente una vez más sobre las tablas. El público celebró que se enfundase la guitarra en la revoltosa "Como los olivos", enérgica a flor de piel, que enlazó con un "cumpleaños feliz" improvisado a una de las asistentes, en otro gesto que debería servir para despojarla de ese halo de enfant terrible. "La vida es para celebrarla". Intensidad interpretativa la de la fabulosa "Sabrás", cruda canción de desamor a la que ella misma dota de un sonido seco, golpeando con rabia las baquetas. Susurró "Se fue" ondulándose por el suelo del escenario (si por ella fuese, estaría el resto del concierto deslizándose por él). A pesar de haber sido denunciada por haber fumado en la manida rueda de prensa que mencioné antes, que tanto ha dado que twittear, y como era previsible, se sacó un pitillo. El público, instigado, comenzó a hacer lo mismo, lo que provocó que la seguridad de la sala interviniera, y que, tras la canción, la cantante reprendiese las maneras de los empleados ("las formas, las formas", repetía). Emocionada y emocionante. En el último tramo, nos regaló una versión desnuda y autobiográfica a piano de "A quién le importa", el rescate de uno de los mejores cortes de su álbum debut, la conmovedora "Revolvió", y la festiva "Pa mi casa", con un Pablo Novoa de auténtica pata negra.

3 comentarios
  1. yo fui a un concierto suyo en tenerife y fue la tia mas rancia q he visto sobre un escenario, supongo q tienes q pillarla bien folla xq sino es como tirar tu dinero a la basura

  2. Conciertazo!! Bebe es brutal, que artista!! De lo mejor que yo he visto. Os recomiendo a todos los que le criticais que le deis una oportunidad y la veais en directo.

  3. bebe eres unica!!!aver si te dejas caer por murcia ke aki te seguimos a muerte un abrazo locaaaaa jejeje

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