Los mejores discos nacionales de 2018
Especiales / Rosalía

Los mejores discos nacionales de 2018

Redacción — 31-12-2018
Fotografía — Archivo Red Bull

animals

The Hoax

(Bcore)

(PUNK) El power trío vuelve a parir un disco redondo para los amantes del punk rock y el hardcore melódico y muestra de nuevo su gran capacidad para firmar temas pegadizos y a la vez removedores de conciencias, que pasan de las vivencias personales y las anécdotas de la carretera al veganismo o el enganche a los smartphones. Sofía Cuevas

 


19.- Lisabö

Eta edertasunaren lorratzetan

Eta edertasunaren lorratzetan biluztu ginen

(Bidehuts)

(POST-HARDCORE) Lisergia e intensidad: las dos caras de Lisabö en su justa medida, que combinan a la perfección con las letras de un Martxel Mariskal en estado de gracia. Eta edertasunaren lorratzetan biluztu ginen muestra el capítulo más equilibrado en la discografía de Lisabö. Deseando disfrutar en directo de este tsunami de emociones donde, evidentemente, adquieren otro nivel. Xabier Doncel

 


18.- C. Tangana

Avida Dollars

(Sony)

(URBAN) Quizá el hilo conductor de este trabajo sea el desarrollo conceptual más interesante del año en lo que a la escena se refiere. Una consecuencia de lo que el madrileño nos planteaba en Ídolo además de la muestra lírica y sonora de su lado más arty. En definitiva, la confirmación de sus orígenes y la actualización de estos sin importar hacia dónde soplen las tendencias el mercado. Manuel Jubera

 


17.- Rufus T. Firefly

Loto

Loto

(LagoNaranja)

(ROCK PSICODÉLICO) La flor de loto es un símbolo de pureza, y se puede decir con orgullo que Rufus T. Firefly son de lo más puro que puebla nuestra música independiente. Loto da cuenta de la efervescencia creativa de una banda que, estando de gira, dio de forma natural con una segunda parte al trabajo iniciado un año atrás, que marca el fin del viaje y el cierre de una etapa. Beatriz H. Viloria


16.- Bad Gyal

Worldwide Angel

(Pure Records/Canada)

(URBAN) Bad Gyal da un paso de gigante: sonido de vanguardia, productores de bandera. Y un trasfondo de curro intenso. La catalana ha aprendido a ceder y a esperar, palabras de otra generación. El resultado: una mixtape –la segunda en tres años– disfrutable aquí y en Reykjavik. Yeray S. Iborra


15.- Niño de Elche

Antología del cante flamenco heterodoxo

(Sony)

(FLAMENCO EXPERIMENTALSi hasta ahora, la ortodoxia del género ha considerado a Paco Contreras como un anatema, ahora junto a Pedro G Romero y Raül Fernández Refree, se ha reunido más de un siglo de grabaciones para tratar de demostrar a través de sus reinterpretaciones y adaptaciones, que cuanto más atrás miras, más heterodoxo es el flamenco, y que de anatema nada; artista, y a mirar hacia adelante. Jorge Obón


14.- Ioan Gamboa

Multiverse

(Madberlin)

(ELECTRÓNICA) Tras aquel extraordinario y sorprendente Vibrations (14) que le puso en lo más alto del mapa de la electrónica nacional -aunque parida desde Berlín-, el productor madrileño regresa al formato largo con el magnífico Multiverse. Sí, la música de Ioan Gamboa es, por si misma, un universo paralelo que merece mucho la pena descubrir y bailar.  Fernando Fuentes


13.- Quentin Gas & los Zíngaros

Sinfoníauniversal Cap. 02

(Everlasting)

(ROCK) Quintín Vargas parece vivir en un eterno viaje en sus tres primeros discos, y en esta sinfonía su destino apunta a las estrellas. Un camino arduo en el que los sintetizadores, junto a la electrónica, alternan con raíces tan puras como el flamenco o una psicodelia tan inclasificable como ya reconocible y personal. Rojas Arquelladas


12.- Perro

lumpen

Trópico lumpen

(Miel de Moscas)

(ROCKTras dos álbumes extremadamente melódicos, han llegado a la madurez creativa con estas diez canciones, da la impresión de que, por fin, ha llegado el momento de Perro, una banda a la que le sobra carisma e imaginación. Aquí no hay líderes, de hecho todos sus miembros lo son. Además, van cumpliendo todos sus objetivos sin perder la guasa en ningún momento. Víctor Martínez

 


11.- Yung Beef

ADROMICFMS 4

(La Vendición)

(TRAP) ADROMICFMS 4 , la nueva mixtape de Yung Beef, es larga e irregular, como la propia base del género: nadie le pide formas bonitas ni homogéneas a los gargajos. Tardamos en entenderlo con el punk, el acid o el hardcore, pero un esputo sirve para lo que sirve: para sacar demonios como el rayo. Y Fernando Gálvez es de los que mejor entiende su función. Yeray S. Iborra

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