El nombre de Cravat vino marcado, como todo lo demás, por la pura sonoridad, si bien por el camino descubrieron que así se llama también una manera de anudarse al cuello la corbata o un pañuelo. Y la imagen les sedujo. Algo elegante, incluso con un punto selecto, basado en el equilibrio de un triángulo como el que forman ellos mismos: Christian Cuberos (voz y guitarra), Carlos Contreras (sintetizadores y secuencias) y Cristóbal Galeote (sintetizadores) acompañados por Pelín Ruíz a la batería, vienen de territorios musicales bien diferentes como el rock, la electrónica o el hip-hop . Esta mezcla de influencias confluye en el “sonido Cravat”, inmediatamente reconocible, que consigue encajar a la perfección.
Piezas como la que estrenan hoy, Blonder, donde la electrónica marca una pauta por la que se filtran estilos como el IDM o el post-rock hasta desembocar en guitarras contundentes ocupando el primer plano de un sutil paisaje sonoro lleno de matices y donde se puede vislumbrar ese afán por el acabado impecable.
"Encasillarnos en un estilo es prácticamente imposible", reivindica Christian Cuberos, un clásico de la escena musical alternativa malagueña tras su paso por bandas como Tierno Punch y Allfits. Él es el encargado de las letras que abordan cuestiones como la paternidad, la vida en pareja, la soledad y el lado menos apetecible de la sociedad contemporánea.
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