Vuelve la canción protesta
Entrevistas / Steve Earle

Vuelve la canción protesta

Jesús Rocamora — 21-02-2006
Fotografía — Archivo

La hermana pequeña de Steve Earle lleva años a la sombra de un discurso ideológico y musical que en esencia es compartido por ambos aunque entendido de forma diferente. Un charla con Stacey y su marido puede ser de lo más estimulante. ¿Música? ¿Quién quiere hablar de música cuando se puede hablar de política? Al final, la cosa quedó en tablas. Acaban de publicar “S&M Comunion Bread” (Bittersweet Recordings).

Una de las cosas que Martin Scorsese ha querido subrayar en “No Direction Home”, su documental homenaje al Bob Dylan de mitad de los sesenta, es que la relación entre la música folk y la izquierda política combina tan bien como el whiskey con Coca-Cola. Lo llama sin miedo “canción protesta”, y suenan en un momento dado letras sobre martillos con los que golpear las injusticias, balas mal disparadas y peones en partidas ajenas mientras un Dylan barbilampiño parece protagonizar un mitin con una guitarra frente a un público de esos como de iglesia. Todo lo cual le viene uno a la cabeza cuando se imagina las comidas de los domingos en casa de los Earle, vinculados en varias generaciones a la música folk, el cristianismo y la izquierda norteamericana. Hay que imaginarse un familión.

"Los cristianos suelen ser radicales, entienden la religión como algo político y es complicado para nosotros ser cristianos de izquierda"

“Todos vivimos cerca. El padre de Mark tiene 81 años y aún toca la guitarra… Lo celebramos todo, barbacoas, cenas. Y cuando mi madre o yo hacemos algo de comida, siempre cocinamos de más, para más gente. Somos cinco hermanos por cada lado. Somos muchos”. Cueenta Stacey Earle ovillada en un sofá de hotel, mientras al otro lado de la calle Montera el tráfico está parado por culpa de un rodaje. Ni ella ni su marido, Mark Stuart, pertenecen al entorno, ausencia de pose, vaqueros, camiseta y esa gorra tan americana. Han venido a presentar “S&M Comunion Bread” (Bittersweet recordings), un disco que toma su nombre de una fábrica de pan para comulgar próxima al local de grabación, en Nashville, y que constituye otro capítulo del diario de la pareja, trazado en círculos alrededor del country, el folk, el blues, rock, gospel, y otros paisajes resecos de la llamada música americana. ¿Un disco oscuro? Ultimamente, las cosas han sido duras para nosotros -dice Stacey–. El título se encendía constantemente en nuestras cabezas. El disco es oscuro por nuestras experiencias. En general, creo que es emocional, bastante emocional en el sentido de que en Estados Unidos se tiende a simplificar las cosas, a radicalizar. Los cristianos suelen ser radicales, entienden la religión como algo político y es complicado para nosotros ser cristianos de izquierda. Hay que ser blanco y de derechas”. Hablando de Nashville: hace unos meses, en estas mismas páginas Josh Rouse se quejaba de lo asfixiante que resultaba la ciudad para los artistas. “Nosotros vivimos en Nashville porque Mark nació allí, pero no tenemos ninguna conexión musical con la ciudad. Conocemos a la gente pero no formamos parte de nada. Nadie escucha country allí, sólo los turistas”, dice Stacey. Mark mueve las manos: “El country de Nashville es muy de formulario, con estereotipos, se escribe así y se toca así…”. “…ha perdido el corazón. A nosotros nos gusta la forma tradicional. Tiene que nacer del sentimiento, del corazón. Las letras son poesía. El country de ahora es mediocre, te entra por un oído y te sale por otro, no se te queda pegado”, completa Stacey. “Eso que hace gente como Shania Twain o Keith Urban –quien, en el momento de escribir esto, anunciaba romance con la actriz Nicole Kidman, glup– no es country, es un producto. O algún tipo de rock…”, dice Mark. Y hablan del folk americano como “la música de la clase trabajadora, la que sudaba, la que se valía de las manos”. La conversación tira inevitablemente a asuntos ideológicos, les pregunto por dos canciones: “Time Square”, cantada en tono infantil por Stacey (“porque se la canto a mi padre”), y “The Old Watch”, donde Mark parece que relata una de esas historias transmitidas de generación en generación, sobre un soldado malogrado y una promesa… que muchos han interpretado como una referencia a la guerra de Iraq. “La escribí cuando tenía 19 años y tenía olvidada, pero a Stacey le gustaba, así que la recuperamos. La retoqué, porque hay cosas que la madurez me ha hecho ver de otra forma, y la publicamos. Mucha gente me pregunta si tiene algo que ver con Iraq: no directamente, pero tiene un buen momento para salir”. Stacey: “Es un buen momento. No es comparable a la segunda Guerra Mundial, pero tan importante como para hacerte reaccionar. Nos gustan las letras políticas, pero tampoco nos interesa hacer política en el escenario, como puede hacer Steve. Tocamos para que la gente se divierta, para que no pare el “show”. De política también se puede hablar fuera del escenario”. Eso mismo hacemos. “No estamos en las trincheras. No hacemos política extrema”, dicen. ¿Y Bob Dylan?

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Vuelve la canción protesta
Entrevistas / Los Planetas

Vuelve la canción protesta

Half Nelson — 16-09-2004
Fotografía — Archivo

Por si no bastara con el contenido de “Contra la ley de la gravedad” (BMG, 04), los andaluces quieren dejar muy claro con su actitud en entrevistas y conciertos que no están a gusto en el sello que los cobija. Quizás haya motivos legítimos para su malestar, pero no vemos claro que, queriendo perjudicar a la compañía, se castigue a los fans al hacerles adquirir un Lp trufado de temas de relleno.

Los Planetas nos citan en un hotel en pleno centro histórico barcelonés y a escasos metros de nuestra sede para hablar de su nuevo Lp, “Contra la ley de la gravedad”. Florent (guitarra), Banin (teclados), y el representante de la discográfica bajan de la terraza ya que prefieren seguir las entrevistas en los sofás del vestíbulo. Falta J, a quien el promocionero se ofrece a ir a buscar. Pasan los minutos y el de la discográfica vuelve solo: J pasa. La entrevista comienza. Me gusta analizar los discos con los artistas de dentro a fuera, así que empezamos por el título. (Florent) “Finalmente será ´Contra la ley de la gravedad´ aunque se había llegado a barajar ´Inverosímil´" ya que “han sido tantas las dificultades que parecía imposible llegar a culminar todo el proceso”. (Banin) “No porque nos costara hacer las canciones o el disco en si, sino por todo lo que nos rodea”. (Florent) “La realidad nos influye... bastante negativamente. Los tiempos que vivimos son chungos y se hace difícil expresarse”. Intento arrancarles algo más de concreción y aventuro que quizás los sucesos del 11-M no les hayan dejado muchas ganas de coger la guitarra. “Sí que tenemos ganas, pero qué sentido tiene hacerlo cuando todo el mundo a tu alrededor te está presionando o no te está facilitando las cosas para que lo hagas. Entonces te planteas si es que tienen algo en tu contra y si todo ese esfuerzo te acaba compensando”.

"La realidad nos influye... bastante negativamente. Los tiempos que vivimos son chungos y se hace difícil expresarse"

Por si las cosas no hubieran quedado claras, Banin y Florent (sus declaraciones se entrelazan y confunden) insisten “´Contra la ley de la gravedad´ significa ir contra la corriente principal, contra lo establecido. La música es una forma de buscar caminos por los que escapar de esa realidad, de lo que se te impone, de cómo las relaciones se van deteriorando, generando malos rollos. Quizás sea una visión muy pesimista, pero si pones la tele mira la cantidad de historias superchungas que hay, de las que uno no tiene culpa, pero que te influyen y te afectan”. Quizás divagan de lo particular a lo general, pero es obvio que reflejan una situación de tensión con su discográfica (con la que en teoría finalizan su relación al entregar este disco) y aunque ese escapismo frente a una adversa realidad siempre ha sido uno de los temas favoritos de sus letras, no hay nada en el disco que refleje las dificultades de su trabajo. (Banin) “No, porque las letras de Los Planetas siempre han tenido un tratamiento mucho más abierto, con muchas lecturas”. (Florent) “En este disco no hay canciones tan directas como ´Un buen día´. Hay más imágenes, metáforas... es un poco poético, pero con una poesía oscura (risas). Una vez cubierto el significativo capítulo del título del disco y, sobre todo, de las circunstancias que lo rodean toca hablar del sonido. Pese a preparar la entrevista con un avance del Lp en cinta (“al menos será de cromo” suelta Banin. No, no lo es) advierto que la voz de J está, por fin, bastante bien tratada y puede seguirse a lo largo de todo el disco. Su respuesta es que lo contrario “nunca ha sido algo premeditado –se anticipa Banin-. La voz siempre ha estado en su punto, pero hay que verlo en relación con la música. En este disco nos pareció que la música era más limpia y que era mejor que no hubiera tanto esfuerzo para el oyente a la hora de seguir las letras”. (Florent) “También J está más seguro de si mismo a la hora de escribir y a la hora de cantar”.

"Lo hemos hecho de la única manera que hemos podido, ya que las condiciones externas y la infraestructura que nos rodea no son las mejores"

Otro de los aspectos que puede observarse inmediatamente es que se ha trabajado mucho más con el piano a la hora de componer las canciones. (Florent) “Exacto. Normalmente partíamos de una melodía de guitarra o de una línea de bajo, pero esta vez hemos usado mucho más el teclado, no sólo para componer sino también dando más protagonismo a los arreglos de Banin”. Sin embargo, un tema como “Sale el sol” no es de esos que te sale por casualidad, ese arreglo a lo Burt Bacharach hay que irlo a buscar. (Banin) “Eres el primero que nos lo dice, pero yo también creo que en este disco hay muchas cosas (texturas, sonoridades...) que nunca habíamos tocado”. (Florent) “Incluso la letra refleja un rasgo de positivismo para compensar la poesía oscura que te comentaba antes. Puede que sea una puerta abierta para investigar”. Sea por esas ganas de investigar o por las “circunstancias” el hecho es que este disco “se diferencia del resto en que ha sido grabado a medida que se iba componiendo –explica Florent-. Todo viene a raíz de tener nuestro propio estudio y poder disponer de él cuando queramos”. El gran problema de tener la posibilidad de construir y encerrarse en el propio estudio durante todo un año es que ha conducido a muchos grupos (y sellos) a la bancarrota, a la locura o a la dispersión. Este “Contra la ley de la gravedad” me parece más cercano a lo tercero. (Florent) “Puede que este método no te deje tiempo para desechar lo que se separa del tono general del disco y, además, dos canciones compuestas seguidas no tienen por qué parecerse”. (Banin) “Creo que es algo que tiene más que ver con el sonido. Las canciones están grabadas en condiciones muy diferentes. Puede que se eche en falta el hecho de grabar todas las canciones en un período determinado de tiempo, en el mismo sitio, con los mismos aparatos, con la misma gente...”. (Florent) “El nexo común es que casi todas las canciones se han grabado en directo con toda la banda, capturando ese momento y ese estado de ánimo en el estudio. Hay canciones con guitarras que casi no se han ensayado y se han dado por buenas a la segunda toma...”. (Banin) “Pretendíamos recoger frescura”. Pero este método de trabajo ha generado secuelas. (Florent) “Como el proceso ha sido muy largo y al producirlo nosotros mismos hemos tomado muchas decisiones, hemos acabado muy cansados y no grabamos nada que no fuera a caber en el disco Por eso decidimos no tocar en verano para preparar el repertorio con más calma y no entrar en una dinámica de sacar el disco y girar en seguida que no sería buena para el grupo”. La autoproducción puede ser bastante contraproducente si no se sabe controlar el tiempo de estancia en el estudio. (Florent) “Hicimos una lista de posibles productores, pero por diversas circunstancias, no sé si por dinero o por qué, no se concretó ninguno. Habíamos pensado en Nick Lowe” cosa que habría acabado de completar el giro hacia un pop más clásico. Ya que estamos de acuerdo en que este disco es más una colección de canciones que un Lp conceptual, pasamos a ver las más destacadas empezando por el single “Y además es imposible” (BMG, 04) en el que Irantzu Valencia de La Buena Vida les devuelve el favor de la participación de J en “Los Planetas” (Sinnamon, 03), primer single del anterior Lp de los donostiarras. (Florent) “J ya había visto que al ser como un diálogo sería necesaria una voz de tía, y quién mejor que Irantzu. Hay muchos puntos en común entre las dos bandas y somos amigos, así que era perfecto”. Sin embargo, este no era el plan de la banda. (Florent) “Queríamos que el primer single fuera ´Canción del fin del mundo´. La encontrábamos más interesante como presentación del disco, pero la compañía creyó que ´Y además es imposible´ era más contundente”. Siguiendo con el disco les comento que hasta el instrumental “124” el nivel me parece bueno (y hasta di

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