“Si no te da un poco de vergüenza publicar una cosa, es que no tiene riesgo”
Entrevistas / Betacam

“Si no te da un poco de vergüenza publicar una cosa, es que no tiene riesgo”

Carlos Caneda — 13-01-2016
Fotografía — José Carlos Villarino

Muchos reconocerán la aportación musical del torrelaveguense Javier Carrasco como componente de Templeton, Rusos Blancos o Tulsa. Pero, de forma paralela, lleva años publicando bajo el nombre de Betacam pequeñas perlas de pop de autor. Sin gran ruido pero con mucha constancia ha ido cultivando el arte de buscar la canción perfecta, el pequeño gran himno lleno de melancolía e ironía. Todas estas piezas se hallaban desperdigadas en un puñado de EPs colgados en internet, hasta que hace unas semanas ha visto la luz “Saca pecho: 2007-2015”, un disco que recopila algunos de sus momentos más inspirados.

Cómo surgió la idea de editar un recopilatorio? ¿Qué otro material de Betacam se ha publicado hasta la fecha?
Tenía publicado el primer EP, “Tecnazo” (2012). Lo sacó una especie de cooperativa que se llamaba Efervescente; un proyecto colaborativo en el que estaba metida mucha gente que yo escuchaba y admiraba.
Luego, la idea del recopilatorio vino de Dani de Federación de Universos Pop, que al margen de que seamos del mismo pueblo (que es una cosa que descubrimos bastante más tarde) siempre me ha dicho que es muy fan mío y que le parecía una lástima que todavía nadie me hubiera publicado… y ya sabes, si quieres que algo suceda, hazlo tú mismo. Así que se lanzó a la piscina y me lo sacó él. Y me hizo gracia, porque yo soy muy fan de los recopilatorios. Mis primeros discos fueron recopilatorios: los de los Beatles, el típico de Mecano… cosas así.

¿Qué criterio se ha seguido para seleccionar el repertorio del disco?
Dani me dio libertad absoluta. Sí que cuando le pasé una primera selección me dijo que había algunas que le daba pena que se quedaran fuera. Pero la decisión primera y última fue mía. Traté de que lo que ya estaba publicado no se volviera a publicar, y por eso se quedó fuera, y también algunas más nuevas.
Luego, he buscado ir de lo más nuevo a lo más viejo, rescatando canciones que particularmente les tengo mucho cariño y me gustan mucho, y parece que están más olvidadas; que a lo mejor no son las favoritas de la gente, pero las mías sí.

Supongo que por eso han quedado fuera “Saturno” o “El viaje del héroe”, dos de tus canciones más conocidas.
Sí, esas son un poco más conocidas, y si las quieres conseguir ya las encontraras por otra vía. Cuando yo escucho un recopilatorio, me da mucha rabia que haya demasiadas canciones que ya estuvieran publicadas. Esto es más para poner en juego cosas más difíciles de encontrar, o menos conocidas.

¿Por qué en el disco las canciones aparecen en orden cronológicamente inverso, esto es, primero las más más nuevas y luego las más viejas?
No sabía muy bien qué razonamiento seguir para ordenar las canciones… y me pareció que tenía todo el sentido del mundo, como si fuera una retrospectiva, una exploración, un viaje interior. Y dejar lo más antiguo al final es como llegar al Big Bang, al germen de todo. Es una manera de que se perciba mejor la evolución, o la involución, o lo que sea.

¿Eso último que has dicho significa que ves tu carrera más como un proceso de involución que como una evolución?
Jaja, no, no. Sí que es verdad que estos días que estoy ensayando me he dado cuenta de que antes me curraba bastante más las canciones. Antes me esforzaba en hacerlas más raras, con cambios que descolocaran, estructuras que ahora nos estamos viendo las de Caín para reproducirlas… Me obligaba a estrujarme más el cerebro con las estructuras. Es algo que quiero recuperar. Ahora tengo la sensación de que me he acomodado un poco, como que he cogido ya el oficio, y ahora ya sé cómo funcionar. Y me gustaría recuperar la cosa de hacer las cosas de hacer todo a lo loco, y luego darme cuenta de que luego eso no hay dios que lo toque… que también es muy reconfortante.

Saca Pecho


Visto en perspectiva, ¿en Betacam te sientes más a gusto con los colchones sintéticos a lo St. Etienne o Carlos Berlanga, o con el pop tradicional a lo Belle & Sebastian?

Al principio estaba muy a tope con canciones más tradicionales, más pop, más suavecitas, más íntimas, Belle & Sebastian, cosas que me siguen flipando a día de hoy. Después, con la evolución, me dio por una cosa más sintética, que en realidad ya estaba ahí…
Y ahora, lo mismo. No es que me haya aburrido, pero sí que me apetecía volver al principio. Ahora estoy ensayando las canciones con una minibanda de bajo batería y teclado, y es como "qué guay, qué sencillo y qué pequeñito todo, ¡y funciona!", y no hacen falta tropecientas capas, ni arreglos ni que esté todo superarriba. Es evolucionar porque de todo te aburres en esta vida. Y cuando soy yo el que tengo el control, ya me apetece cambiar. Y si me apetece cantar jotas montañesas, me paso y ya está.

Al revisar tu cancionero, ¿has encontrado alguna cosa de Betacam que preferirías no haber hecho?
No… yo creo que a todo le tengo un poco de cariño. Si me diera mucha mucha vergüenza no las habría publicado. Yo tengo una especie de norma que es “si no te da un poco de vergüenza o de cosica publicarla, es que no vale, es que no tiene algo de riesgo”. Tiene que darte un poco de apuff… La canción de “Tic Tac” yo creo que está ahí al límite, pero Dani me dijo que era de sus favoritas y que la publicara. A mí me da un poco de vergüenza tocarla en directo, pero a la peña le mola, y esto lo haces un poco por la reacción de la gente, así que si a la gente le mola, pues yo qué sé. Y la verdad es que no me arrepiento de nada.

¿Hasta qué punto tus canciones son autobiográficas?
Yo díría que casi totalmente. Yo no sé muy bien inventarme historias. Hay gente que lo hace muy bien y es creíble. Pero yo no sé escribir mucho más allá de lo que me pasa a mí. Incluso si alguna vez intento escribir yo una historia, en esa pongo cosas mías y el personaje acabo siendo yo. Es como en una película de Woody Allen, en la que el personaje a lo mejor no es Woody Allen pero acaba remitiendo inevitablemente a él. Es lo que pasa con la canción de “Mónica”: cuando la escribí yo no conocía a ninguna Mónica, pero al final acaba siendo una proyección de lo que quieres, de algo que anhelas o algo que te ha pasado y lo disfrazas para que no sea tan evidente. Sí que es un viaje vital todo el disco.

¿Se puede entender este disco como un diario o unas memorias?
No veo nada malo en verlo así. Es una selección de ciertos capítulos de mi vida. Hay más, que están subidos al Bandcamp, y el que quiera cogerlos los tiene ahí, pero estos yo creo que son los más bonitos. Y también lo quiero considerar como un punto de partida. Quiero dar carpetazo a todo esto y ahora empezar una nueva etapa.

¿Eso significa que el recopilatorio marca el fin de ciclo para Betacam?
Pues no lo sé muy bien. Sí que quiero grabar un disco nuevo de una puñetera vez. Lo estoy grabando a un ritmo muy despacito, y yo creo que lo nuevo va a ser más grande, más disco-disco. Quiero que tenga una cierta unidad, una entidad. Pero vamos, como lo tengo ya tan cerca no sé si será un punto de inflexión tremendo o más continuista. Ya no es como antes que colgaba una maqueta cada mes o cada semana y ahí se quedaba. Esto es mucho más pensado, mucho más preparado, y me gustaría que se notase. Que sea un cambio respecto a lo anterior. Si dios quiere saldrá el año que viene.

Saca pecho


En la música de Betacam, ¿qué parte tiene que ver con Cantabria y qué parte con Madrid?

Pues igual antes no tanto, pero ahora sí que Torrelavega es algo así como un paraíso perdido. Algo del pasado a lo que te remontas, como un pasado casi perfecto. Yo viví mi infancia y mi adolescencia en Torrelavega, y con 18 años me piré. Vuelvo siempre que puedo, pero lo asocio siempre a recuerdos de infancia y adolescencia, que siempre lo edulcoras, se pone mejor de lo que fue. En ese sentido es como si fuera una especie de Arcadia. ¡Toma ya! (risas)
Es el tema de no ser de ninguna parte. Se va perdiendo la identidad, porque uno ya no vive donde nació, pero en Madrid tampoco tienes la sensación de ser de ninguna parte. Lo pensaba el otro día, casi llevo más tiempo viviendo aquí que en Torrelavega. Al final no sé si tengo raíces, pero lo más parecido que tengo es el recuerdo de aquello al que te aferras.

¿Vas a hacer gira de presentación?
Lo que me va saliendo, pero es que no soy muy de coger el teléfono, necesito alguien que me coja de la manica. Aquí en Madrid en diciembre quiero hacer una o dos fechas, en Santander hacer algo en navidades en plan aquí te pillo y aquí te mato. Y en Barcelona en enero, con caliza, y luego lo que va surgiendo, tengo el Lurrazpiko (29 y 30 de enero en San Sebastián), y alguna cosilla más adelante. Tengo la suerte de que me llaman de tres o cuatro sitios.

De todas formas, parece que siempre acabas tocando en Cantabria.
Sí, y siempre hay gente. Me gusta y siempre que subo intento… ya que voy toco. Ya sea solo, con Rusos Blancos o con Templeton. Que para algo es un sitio donde puedo tocar sin grandes complicaciones ni impedimentos.

Y, lo que comentaste antes de llevar banda en directo, ¿te has planteado repetirlo?

Veo más que de vez en cuando me echen un cable en el escenario. Por ejemplo, para los conciertos de Madrid me voy a llevar a tres chicas, una minibanda, precisamente para la parte más pop del set, para darle un pelín de impulso. Elisa de Rusos Blancos y Caliza, Sara de Templeton y Mariví que toca el bajo con El Palacio de Linares. Y es guay, pero también te das cuenta de todas las miserias de llevar adelante un ensayo. “Hoy yo no puedo bajar”, “pues yo tampoco”, “no entiendo lo que quieres con esta canción”, “esto no me sale”… una banda tiene muchas cosas guays, pero es muy duro. Y ya tengo más grupos con los que sufrir esa dureza de la vida en común. Pero sí que me gusta de vez en cuando estar con gente y darle un poco más de cuerpo a las canciones. Pero es una cosa anecdótica, como tener una banda pop-up (risas).

¿Ves la carrera de Betacam como proyecto 100% tuyo? ¿O más bien una especie de complemento o extensión de lo que ya has desarrollado con el resto de grupos en los que participas?
Yo creo que sí que es un proyecto completamente personal. Muchas veces me han dicho “joer, móntate la banda, júntate con más gente”. Pero no. Yo ya tengo más bandas con más gente, y no quiero ceder ni una parcela de terreno. Ya tengo otras cosas para ceder. Es guay hacer cosas y hacer cosas con amigos, pero Betacam es mi último refugio, y aquí no voy a dejar que nadie meta mano para bien ni para mal. Habrá veces que vaya a perder ocasiones por estar solo, pero bueno, este es mi último refugio.

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