Nu Ratamahatta
Entrevistas / Ill Niño

Nu Ratamahatta

Redacción — 10-12-2003
Fotografía — Archivo

Cuando convergen culturas tan diferentes como la venezolana, la dominicana o la brasileña con la estadounidense, no sorprende que esa mescolanza pueda dar como fruto un disco con la personalidad de "Confession", el segundo largo de Ill Niño.

Quizás esa pluralidad haga de éste un caso peculiar. Dentro del metal pesado, como les gusta decir a ellos, existen unos parámetros sagrados, pero también existe una cierta libertad para adaptar ideas de muy diversa procedencia y calado. El hip hop ha sido la lanzadera para muchos de sus compañeros de generación, mientras que ellos han preferido agarrarse a los sonidos tradicionales provenientes de las tierras de sus antepasados. Aunque no cabe duda de que Sepultura y "Roots" fueron pioneros en esta clase de fusión. El simpático y dicharachero Lazaro Pina nos lo explica. "Ellos nos allanaron el camino. Sin un disco como ése, nosotros lo habríamos tenido mucho más difícil. Sepultura abrieron las orejas de par en par a gente que nunca había oído nada relacionado con músicas más tribales. Les estamos agradecidos, aunque Ill Niño tiene su propia personalidad, y queremos evolucionar, no podemos estancarnos. Lo nuestro es metal pesado, pero no nos cerramos las puertas.

"Sepultura nos allanaron el camino. Sin un disco como "Roots" nosotros lo habríamos tenido mucho más difícil"

A mí y al grupo lo que nos gusta es tocar y hacer música, y ahora no puedo pronosticar qué haremos dentro de diez años". "Confession", tras un debut de lo más digno como fue "Revolution Revolución", es la confirmación de que podemos esperar grandes cosas de estos chicos de aquí en adelante. En todo caso, en este nuevo disco se nos muestran menos fieros y más sensibles a las melodías. Su nuevo método de trabajo, sin Marc Rizzo y Roger Vasquez, tuvo mucho que ver en la elaboración y configuración del mismo. "Nuestro reto es no hacer siempre el mismo disco. Esta vez, cuando empezamos a escribir, lo hicimos todos juntos y cualquiera tenía libertad para aportar sus ideas y sentimientos, no como antes. Menos los textos, que siempre los escribe Cristian, lo demás lo trabajamos entre todos, como una gran familia. Queríamos un disco más musical y creo que lo hemos conseguido. Los tiempos cambian y, en los tres años que han pasado desde el primer disco, han ocurrido muchas cosas. Uno pasa por la vida, se abre un poco más, vive nuevas experiencias y si nosotros crecemos nuestra música también. Queremos enseñarle a la gente que, en cualquier ámbito, no te puedes quedar atrás". Viendo como se han desarrollado los cambios estilísticos, queremos saber cómo ven con el paso del tiempo su primer y más agresivo trabajo en estudio. "Hacemos lo que nos sale del corazón, no somos superficiales y nos da igual si sonamos o no en la radio, eso es cosa de la compañía. No podemos elegir entre unas canciones y otras, porque para nosotros todas son buenas. Hubiésemos cambiado cosas en el primer disco, pero creo que ya está bien como está. Refleja un momento concreto de lo que fuimos. Arrepentirse de las cosas no es bueno, así que está bien como está". Lo que más les obsesiona es que la gente les reconozca al instante, puesto que ante todo se preocupan por ser ellos mismos. "Cuando pones este disco y sientes la música y sabes inmediatamente cuál es la banda, sabes también que reconocerás cada una de las canciones. Nosotros, por muchas referentes que tengamos y por mucho que cambiemos, nunca vamos a dejar de ser Ill Niño. Si nos pide la discográfica que hagamos algo más ligero no lo vamos a aceptar, porque sería algo forzado. A mí sólo me gusta cuando la música es natural y ´Confessions´ lo es para nosotros". Conscientes del nivel alcanzado y del privilegio que eso supone, se muestran encantados con poder vivir de esto y ver mundo, aunque en ocasiones apenas puedan salir del autobús de gira. "Yo eso lo aprecio mucho. Disfrutar de ver gentes de distintos sitios, las comidas de los diferentes lugares, eso es maravilloso. Esta noche veníamos para Barcelona y les decía a los chicos que tenía ganas de llegar aquí, porque nos sentimos muy a gusto, muy cómodos". Como colofón a la tertulia, dan las gracias a estar en un sello como Roadrunner, que les facilita la labor de llevar su música a cualquier rincón del mundo. "Es muy lindo estar aquí. Muchas bandas jóvenes no pueden exportar su música y estando en esta casa tenemos esa posibilidad. Además es un sello muy conocido entre la parroquia del metal".

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