“El objetivo era hacer un disco lleno de caras A”
Entrevistas / Mujeres

“El objetivo era hacer un disco lleno de caras A”

Bruno Corrales — 16-01-2018
Fotografía — Archivo

Lo que no les mató les hizo más fuertes. Después de un tercer largo espectacular, la salida de uno de los miembros originales, Martí Gallén, hacia temblar los cimientos de Mujeres, una de las bandas más en forma del garage patrio. Pero con el décimo aniversario a la vuelta de la esquina, Yago Alcover y Pol Rodellar daban un golpe en la mesa decidiendo seguir adelante, reestablecidos ya como trío con el regreso a la batería de Arnau Sanz y un cambio significativo: el paso al castellano. Un sentimiento importante (Sonido Muchacho, 2017) es su disco más desenfadado, una celebración entre colegas, sin artificios ni adornos innecesarios. Hablamos con el grupo poco antes de comenzar la gira que les llevará por toda la península, con dos fechas marcadas en rojo desde hace meses: este viernes 19 de enero en la Apolo de Barcelona y el 9 de febrero en la Joy Eslava madrileña.


Con vuestro cuarto disco desde hace poco en la calle, ¿cómo os encontráis a nivel anímico? ¿Ilusionados frente a esta nueva etapa?
(Yago) Siempre ha sido un grupo hecho de ilusiones. Éramos cuatro colegas que queríamos seguir juntos y lo que más nos emociona de todo es el tema de los diez años. Es un disco que hemos querido hacer coincidir con el aniversario, se preparó a conciencia para que saliese en 2017 y viene cargado de novedades. Todo lo del castellano también es una emoción un poco buscada, perseguida. Es un disco muy consciente en ese sentido. Muy controlado, muy hecho. Y las expectativas yo creo que son muy altas, ¿no? Con un cambio de sello para ver si ocurren cosas que quizá hace un tiempo queremos que pasen, regresar a festivales y toda una serie de cosas que no ocurrieron con el anterior. Todo se mezcla con el hecho de superar que se fuera uno de los miembros originarios, siendo además Martí un tío importante para la composición y para todo.

Sin duda marca un punto de inflexión la salida de Martí Gallén y Martín Gutiérrez, así como la entrada de Arnau Sanz a la batería. ¿Qué sucede y cómo lo vivís?
(Pol Rodellar) Arnau estuvo en el grupo anteriormente, es el segundo batería que hemos tenido. Empezó Martín, que estudiaba con nosotros y fue cuando empezamos el grupo. Luego él se fue y vino Arnau, que se fue a vivir a Bilbao por lo que vino Aitor Bigas, que es el que está en Marathon. Y ahora ha vuelto él. Lo de la batería tampoco es una gran novedad.
(Yago) Lo que sí es cierto es que es el primer disco que grabamos con él. Porque la mitad de Marathon lo preparamos juntos pero el resto de los temas los grabamos con el otro batería.
(Arnau) Hicimos una demo, pero nada más.
(Pol) Lo más intenso ha sido lo de Martí. Este es un disco que hemos pensado mucho, orientado con el cambio de idioma y tal, y tenemos la sensación de que es algo como muy nuestro. Algo muy íntimo. Estamos muy orgullosos de haber logrado hacer un disco al que vemos muy coherente. Tiene ese punto de orgullo.
(Yago) La ruptura la verdad es que fue jodida. Teníamos una gira planteada y la separación se producía pocos días antes de tenernos que ir, o de comprar los billetes. Fue una situación un poco precipitada y a continuación hubo muchas dudas, lo dudamos fuertemente. El otro día comentábamos que nunca nos habíamos imaginado lo que te podía cambiar el sonido un batería. Y es que aquí cambiaba todo. De golpe pasábamos a ser un cuarteto a ser un trío. Nosotros nunca habíamos tocado como trío y tienes unas formas muy hechas, con una guitarra rítmica, una guitarra solista... Ves como eso desaparece. Se va tu solista, todo tu sonido de guitarra, y luego se va tu segundo vocalista.

Marathon además estaba repleto de adornos y arreglos de guitarra. Entiendo que sería complicado adaptarlo al directo en formato trío, y que a continuación la intención a la hora de componer pasaría a ser otra.
(Yago) Martí era un guitarrista muy diestro. Hay algo retro, una forma de aproximación a lo retro que el grupo venía empleando hasta entonces que en este disco ha desaparecido, y que es evidentemente la pata de Martí.
(Pol) Pero nosotros tampoco nos sentíamos identificados en este mundo del garage que mira tanto para atrás. Era una cosa que cada vez íbamos perdiendo más, tirando hacia el pop disco a disco. Yo no lo echo en falta, la verdad.
(Yago) Pero sí es verdad que fue difícil, a partir de ahí pensamos en un cambio de grupo, en un cambio de nombre, en intentar otras cosas... Pero llegaba el décimo aniversario y en realidad íbamos a seguir nosotros así que era una cosa un poco absurda. Entre que medio nos convencieron, decidimos sacarlo adelante y tomamos la decisión de hacerlo en castellano. Esto nos motivó muchísimo y en realidad es un disco hecho súper rápido.

Lo que seguramente se traduzca en el resultado, tan urgente.
(Yago) Yo creo que es tal vez el disco más redondo. También es un disco corto, que lo pone más fácil. Pero creo que coincidimos bastante en esto, queríamos hacer un disco lleno de caras A.
(Pol) De hecho, entramos a grabar con diez temas y son los diez temas que hay en el disco. No es de estas veces que vas, grabas catorce, ves cómo han quedado y ya decides.

Tomada la decisión de seguir adelante, con todos los cambios que habéis introducido y reconvertidos a formato trío, ¿ha sido diferente también la idea de lo que tenía que ser el disco, necesariamente más cruda y punk?
(Yago) Es un disco que parte de una idea muy emocional, de ahí el título. Un poco por la manera de afrontar las letras, los temas, e igual también la manera de afrontar el rock. Se trata de una música muy directa, sin demasiadas pretensiones. Es cierto que el disco tiene algún devaneo en el que se busca algo un poco distinto, pero lo veo como un disco de rock bastante plano, y la idea era hacerlo así.
(Arnau) En cuanto a la producción, teníamos claros los discos a los que queríamos sonar. Muy sencillos, de pocos arreglos. Sin segundas guitarras, como cuando la guitarra rítmica pasa a hacer punteo y no hay guitarra acompañando por detrás. Queríamos que fuera como un concierto prácticamente, como nosotros ensayando. Esto Sergio lo entendió muy bien.
(Yago) Es verdad que las referencias eran crudas, un sonido más punk. Martí también provocaba esa idea de orden, es un tío que toca muy guay. Recuerdo que siempre era muy pesado con la batería, hacía muchas indicaciones por todo el tema de los arreglos. No recuerdo que hayamos hecho esto para nada durante este disco (risas).
(Pol) Son tantos años tocando juntos que la creación de los temas ha sido muy orgánica.

"Pensamos en un cambio de grupo, en un cambio de nombre, en intentar otras cosas... Pero llegaba el décimo aniversario e íbamos a seguir nosotros así que era una cosa un poco absurda"

Desde un punto de vista estético, resulta radical el cambio de un videoclip como fue Lose Control, primer single de Marathon, al primer adelanto de vuestro nuevo álbum, Siempre eterno. ¿Puede querer decir algo?
(Pol) Bueno, tenemos el video de Feels Dead (Siento muerte), segundo single del disco anterior, que lo grabamos nosotros en un viaje a Madrid y ya era muy sencillo. Pero, sí, esto lo hablamos y teníamos la intención de hacer los vídeos así, que se viera que están hechos entre colegas. Muy sencillos, amateur. Que lo pasásemos bien nosotros haciéndolos.
(Yago) Creo que se está entiendo súper bien lo que queríamos contar a través de los temas, y lo que queríamos que la gente sintiese. No había pensado en el vídeo de Lose Control como contraste. Evidentemente, el contraste es brutal, pero también es cierto que el cambio de casa era para volver a esa idea, al terreno en el que nosotros nos movemos. La verdad es que nuestra música no es pretenciosa, nunca lo ha sido, ni creemos que tenga que estar envuelta de un halo de vanguardia. Cuando salimos en 2008 la cosa era como fresca y en aquel momento existía una moda. Pero nuestra música es la que es. Se trata de referirse a cosas muy sinceras, muy nuestras, y de ahí un poco los vídeos. También hay que decir que forma parte de un proceso que hemos hecho nosotros como grupo, de querer empoderarnos permanentemente de lo que pasa. De algún modo también es un puñetazo en la mesa. Yo controlo mi imagen, la forma en la que me proyecto y con los recursos que tengo, y punto. Con el merchandising es lo mismo, Pol hace todos los diseños. Esa idea de la autosuficiencia nos pone un montón.
(Pol) No lo había pensado, pero las cosas que rodean al grupo en este disco... Lo hemos grabado con Sergio, del que Yago es colega. Y las fotos por ejemplo las hizo Alex Sardá, que es un colega nuestro. Todo lo que está periférico al disco también es de nuestro ambiente.
(Yago) Veníamos de un año en el que prácticamente montábamos nosotros los conciertos y la producción. De hecho, hemos hablado muchísimas veces ya de grabarnos y producirnos un disco nosotros mismos. Y como somos conscientes justamente de los recursos, aprovechar esa escasez a tu favor. Para todo.
(Pol) Luego está esa imagen de promo de los grupos, que parece que sean parte de una fantasía. Queríamos que la gente viera que somos gente normal, que nos vean haciendo el capullo por ahí. Sin más.
(Yago) Y es la actitud también que tiene la banda sobre el escenario. Poco a poco vas encontrando una especie de lenguaje común.

A la producción encontramos a Sergio Pérez (Svper). ¿Qué os ha podido aportar un alguien tan a priori alejado de vuestra propuesta?
(Yago) A Sergio se le vincula mucho con la electrónica pero es un punky de la hostia. Él venía de tocar en grupos punks de Asturias, un hardcoreta de cuidado, y ha grabado muchos discos de guitarras. Ha producido temas para Los Planetas o para La Estrella de David, también para Los Claveles. A mí es que me parece un puto genio, un tío con una sensibilidad y un tacto increíble. Mola además que es un músico en activo, yo esto lo noto mucho.
(Arnau) Ya habíamos escuchado los discos que había hecho para Univers y nos gustaba mucho el sonido. Yago comentó que le apetecía probar con él, que pensaba que sacaría un buen sonido de guitarras.
(Yago) Y las baterías las toca de puta madre.
(Arnau) Es un tío muy tranquilo, muy paciente, te da mucha serenidad a la hora de grabar. Hemos quedado encantados con el sonido del disco.

Hablaba Pol sobre que no sois una banda que hayáis querido ceñiros a un género como el garage, algo que un principio entiendo que sería inevitable.
(Pol) De hecho, nos hemos alejado conscientemente del rollo más revival, no nos sentimos identificados para nada. Hemos tirado más hacia el pop, aunque en cada disco hay ciertos temas más enérgicos. Siempre decimos que vamos hacia el pop pero también tenemos canciones más incómodas.
(Arnau) La voz hace que todo sea más pop, pero si en este disco quitas las voces es bastante movido.
(Yago) Éramos un grupo que teníamos un punto garage, pero nos movíamos también en el rock, en el soul o las baladas. En varios lugares, no era un grupo de garage al uso. ¡No hemos tocado nunca con Wau y los Arrrghs! Ni creo que se nos haya emparentado con ellos. Estamos mucho más cerca del circuito indie, también por cómo se ha trabajado el grupo. Pero aunque digan que somos yé-yé, como Los Salvajes o Los Brincos, nunca nos han llamado del Funtastic o del EuroYeyé.

Según como lo quieras ver, claro. También están temas como Aquellos ojos, en castellano aunque en una onda totalmente distinta.
(Yago) Ese disco el que más se acerca, sin duda. Aquel EP salió solo porque Aquellos ojos tenía que salir. La canción estaba en las sesiones de Soft Gems pero no nos convenció.
(Pol) ¡Mira que apesta la versión de Aquellos ojos! Me la puse el otro día en Spotify es una mierda de grabación... Es indecente como suena.
(Yago) A veces, tío, tomas decisiones y se te va la olla... Lo grabamos nosotros y podía salir bien o podía salir mal... A ver, tiene gracia cómo suena el disco, pero realmente suena a culo. Dijimos de hacer cuatro complementos a Aquellos ojos y fue conscientemente un ejercicio de hacer música en español. De hecho, lo que más miedo nos daba de hacer este disco en castellano es que veíamos que a veces las canciones en castellano se iban un poco hacia una especie de mofa o caricatura de cierto rock de los sesenta español. De ahí que todavía seguimos haciendo música en inglés porque nos da la sensación de que nos salían dos cosas distintas.

Hay grupos que con el cambio de idioma parecen cambiar también de estilo, como si una cosa arrastrase a la otra. ¿Cómo te sentiste? Aunque ya hubieséis hecho canciones en castellano con Mujeres, ¿cómo fue el proceso de adaptación?
(Yago) Al principio lo veía imposible, nada claro. Es una movida. No solo para escribir, es que me encuentro la voz diferente. Normalmente siempre lo encuentras todo como con una pronunciación inglesa, y yo no soy un rapero que saco de golpe una frase en castellano (risas). Pero de la misma manera ha habido temas que han surgido, me acuerdo al menos de dos, de hacer el imbécil en el local y de que este diga una frase y ya está el tema. Vivir sin ti, por ejemplo, empezó por una gilipollez tan grande que es Pol en el local haciendo el subnormal, haciendo como el heavy, que le encanta, gritando: "Nena, no puedo olvidarte! ¡no puedo vivir sin ti!". ¿Te acuerdas o no? Y todos, "¡Buah, increíble!". Y Vete con él fue exactamente igual.
(Arnau) Es que muchos temas salen de tonterías, de hacer un ritmo que parece de broma.

De nuevo en cuanto al cambio de idioma, ¿puede que en vuestro caso no sea un punto estricto de no retorno?
(Pol)
Yo no creo que volvamos al inglés, pero yo qué sé.
(Arnau) Después de dar un paso así...
(Yago) Hacía mucho tiempo que nos decían lo del castellano, y hacía mucho tiempo que lo veíamos, sobre todo con el último disco. Es un disco que se ha hecho en salas, muy bien además, con muchísima gente. Y es que veíamos una diferencia tan grande en la respuesta de la gente a las canciones en castellano... Ignorar esto es una estupidez. Total. Una de las dudas que teníamos de siempre es que, al haber tocado bastante fuera de España, nos daba la sensación de que la música en castellano no se leía igual. Y así nos agarramos con el tema del inglés, también porque igual queríamos editar fuera y esas cosas. Pero al final hemos acabado haciendo un disco en castellano que han editado también en Francia y en Bélgica.
(Pol) Igualmente, el castellano siempre lo hemos estado trabajando. Todos los discos tienen un tema o dos en castellano. Sí ha sido un cambio fuerte y una decisión pero yo creo que ha sido bastante natural todo. No es como, "¡Joder, Standstill ahora empiezan a hacer teatro y a cantar en castellano!".
(Yago) El hecho de hacerlo en castellano ha sido una de las cosas más divertidas del disco. Hay que ver cómo funciona, pero la sola idea de que puedas tener a la gente coreando todo el bolo... Y darte cuenta de lo que al final es lo que quieres. Tocar aquí. Tocar para tu gente.
(Pol) Todo el disco tiene una parte de descubrimiento sobre dónde debes estar, de identidad. El Marathon lo giramos mucho en salas pequeñas con cada vez más público y nos dimos cuenta de que queríamos centrarnos en la idea de lo local y a trabajar en España, en la carretera.

"Desde la demo ya tenía una fe ciega en que el grupo funcionaría e iría bien"

La portada es todo un caso aparte (un escorpión sobre el contorno de la Península Ibérica y fondo rojo diseñada por el propio Pol), en medio de esta guerra de banderas y símbolos...
(Arnau) La portada era una camiseta, es una imagen muy potente.
(Pol) La primera vez decías "¡Quillo, qué es esto! parece de un pelao o algo así" (risas).
(Arnau) Esto lo hablamos mucho con Yago. Pol a veces parece que ve el futuro en cuanto a los diseños. Que igual tú no los ves pero nos dice: "Fiaros, que va a estar chulo", y el tiempo acaba dándole la razón. Al final ha creado una imagen que impacta mucho, que en cualquier tienda de discos llama la atención.
(Pol) Sí, pero no tiene nada que ver con lo del conflicto ni nada... (risas)

Igual es buena alternativa para los que no saben qué hacer ahora mismo.
(Yago) Y el título, tío. De hecho, de pronto el otro día Ciudades y cicatrices parecía que tenía un significado super extraño...

De vuestros diez años como banda, ¿qué no esperabais que sucediese y sucedió?
(Pol) No lo sé, tío, han pasado muchas cosas que no nos esperábamos...
(Yago) Tú en realidad lo tenías súper claro.
(Pol) Sí, desde la demo ya tenía una fe ciega en que el grupo funcionaría e iría bien. Supongo que en ese momento mi vida era un auténtico desastre y necesitaba algo a lo que agarrarme (risas).
(Yago) Tocar en el Apolo la primera vez fue increíble, o poder ir a Texas. Tocamos en el Beer Land, que era un puto mito aquello. O ir a Bélgica y petar una sala un domingo. Pensábamos,  "¿Pero esto qué es?".

Y aunque la idea ahora con el cambio de idioma y el fichaje por Sonido Muchacho sea seguir creciendo sobre todo en lo local ¿continuáis con intención de publicar y tocar fuera?
(Pol) Saldrá en Bélgica también. El disco anterior lo sacaron en Francia y Bélgica, hicimos unos contactos y han decidido repetir. Lo escucharon, les gustó, y aunque sea en castellano han decido sacarlo igualmente.
(Yago) Molaría un montón ir a Latinoamérica. Nos gustaría un montón ir a México o por ahí.

Como decía, no sois un grupo dado a participar en festivales especializados en garage, pero sí participasteis en el homenaje a Los Saicos organizado por la web He Reunido a la Banda, en la que llegasteis a compartir escenario con Erwin Flores. ¿Cómo fue aquella experiencia?
(Yago) Algo parecido nos pasó ya una vez. Miqui Otero montó un festival en Barcelona, en el CCCB, una cosa de un día que básicamente consistía en intentar trazar un puente sobre la historia de los grupos de Barcelona. Había grupos de los 60, 70 y 80 tocando con grupos actuales, y nosotros tocamos con Gaby Alegret de Los Salvajes. Fue muy guay. Y sí, esto de Los Saicos fue la hostia. Piensa que en el primer disco nosotros habíamos metidos una versión suya. Moló, moló.

Mirando al futuro más cercano, ¿cómo os gustaría que se sucediesen las cosas en adelante?
(Pol) A pesar de los cambios en el grupo, durante este último año no hemos parado de notar que hemos ido creciendo. Con el Marathon pudimos ir a salas y repetir en pueblos y ciudades, viendo que cada vez venía más gente y más gente te conoce. Creo que esto es ascendente y que seguirá, tenemos muchas esperanzas. De hecho, ya con Luis (Sonido Muchacho) estamos cerrando mil historias de conciertos y festivales, así que pinta bastante bien. Confiamos y queremos mucho al grupo.

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