Montruos de peluche
Entrevistas / Super Furry Animals

Montruos de peluche

Joan Cabot — 30-10-2007
Fotografía — Archivo

Los animalitos más venerables de la fauna galesa vuelven a publicar trabajo, y van ocho. Cambian de sello, cambian de enfoque, mucho más pop, y hasta cambian de dibujante para la portada, aunque ésta sigue siendo francamente horrible. “Hey Venus!” (Rough Trade, 07) es su trabajo más pop en años.

“Quizás sea porque no hemos hecho todavía nuestro disco definitivo”, dice Huw “Bumpf” Bunford cuando le pregunto cómo consigue una banda una carrera tan longeva como la de Super Furry Animals en un mercado como el británico. “Aún pensamos que hay más, que nos vamos acercando al disco que tenemos en la cabeza. La pregunta es si puedes reconocer las influencias de otros artistas o es un disco de Super Furry Animals. El objetivo es hacer un disco que haga que la gente se pregunte de donde demonios viene ese sonido”. No es el caso de “Hey Venus!”, su octavo álbum de estudio. En realidad se trata de quizás su trabajo más clásico junto a su primer “Fuzzy Logic” (Creation, 96). Gruff Rhys y compañía no sólo se alejan del abigarrado y complejo sonido de “Love Kraft” (Sony, 05). Abrazan el clasicismo de los Beach Boys más lisérgicos y por momentos el pop clásico de Phil Spector y el Brill Building.

"El objetivo es hacer un disco que haga que la gente se pregunte de donde demonios viene ese sonido"

Y Bumpf reconoce que el efecto péndulo ha tenido mucho que ver en el planteamiento inicial de su nuevo trabajo: “Después de hacer la gira de ´Love Craft´, que era un disco muy complejo y muchas de las canciones eran demasiado relajadas para los directos, nada de tres minutos y medio, teníamos ganas de hacer un disco que se pudiera tocar en directo de principio a fin, sin apoyarnos en la tecnología o demasiados samples. Dave (David Newfield, el co-productor del disco) estaba decidido a que grabáramos juntos los cinco en una habitación. Parece obvio, pero te sorprendería lo poco que se hace. Es más fácil hacerlo de otra manera. Esta es una de las razones por las que el disco suena así, más fácil. Aunque lo mezclamos tres veces. Aunque parezca paradójico, grabamos el álbum en dos semanas pero fue muy difícil dar con el sonido definitivo”. Otro de los factores importantes a la hora de comprender la naturaleza de “Hey Venus!” es el cambio de discográfica. Han dejado la multinacional Sony para recalar en una de las independientes con más historia del planeta, Rough Trade, y el sello se ha implicado desde el principio en la creación del disco. “Nos dijeron que les gustaría que hiciéramos un álbum pop, algo que pudieran poner en la radio. Sé que puede sonar raro que una banda se deje influenciar por el sello, pero para nosotros fue algo refrescante. Tener cierto feedback de la discográfica antes de empezar a grabar nos vino bien”. Y “Hey Venus!” es un álbum muy pop, especialmente en su primera mitad, donde brillan temas como “Run-away” o “Show Your Hand”. A partir de “Neo Consumer” Super Furry Animals suenan más reconocibles, aunque igualmente apegados a las melodías rotundas, la vocación decididamente pop y una dosis de psicodelia sorprendentemente controlada para ser quienes son. “Las cosas pasan por alguna razón. A veces escribimos canciones instantáneas, cortas y con letras lineales, que no dejan ninguna posibilidad a la experimentación. No digo que sea bueno o malo. Muchas veces cuando escribimos un disco es una reacción al anterior, a menudo de una forma radical”. Según la información promocional, el octavo álbum de los galeses es un trabajo conceptual, aunque ellos matizan la historia: “No es un álbum conceptual en el sentido clásico. Ya teníamos las canciones compuestas y el álbum acabado, pero tuvimos que escribirle a Keiichi Tanaami, el encargado de la portada, de qué iba el disco. Había una serie de temas simbólicos que aparecían en la mayoría de las canciones, y decidimos crear un personaje, llamado Venus, la heroína del disco, que cuenta su viaje desde un pequeño pueblo hasta una gran ciudad”. Una historia de musical que puede servir para dar sentido al disco a posteriori, pero que no ha condicionado su creación. “No planeamos tanto las cosas. No calculamos nada”. Es una buena filosofía de vida y a ellos les ha ido bien hasta la fecha. Pocas bandas pueden presumir de haber sobrevivido a ocho álbumes y seguir en forma. “En este momento hemos cerrado el círculo. Empezamos en Creation Records, luego pasamos a Sony. Para nosotros estar ahora en Rough Trade es algo excitante. Hoy en día que justificarte continuamente cuando quieres probar cosas nuevas. Muchos contemporáneos nuestros han tenido que tomarse un descanso o directamente separarse. Es muy complicado”. Ellos han aprovechado el momento para, ya que estaban en el estudio, grabar el noveno. “El material nunca ha sido un problema”, dice Bumpf, y hay que creerlo. “Hey Venus!” rebosa de nuevo talento. Y van ocho.

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