Los nuevos progresivos
Entrevistas / Coheed And Cambria

Los nuevos progresivos

Mikel Sola — 20-04-2006
Fotografía — Archivo

Todo ha ido rápido para Coheed And Cambria. Hace cuatro años debutaban con el sorprendente “The Second Stage Turbine Blade” (Equal Vision, 02). De ahí a “In Keeping Secrets Of Silent Earth: 3” (Sony, 04), del que colocaron medio millón de copias, y ahora se plantan con nada menos que “Good Apollo, I´m Burning Star IV, Volume One: From Fear Through the Eyes Of Madness” (Sony-BMG).

Para tratarse de un combo que se encuentra en la cresta de la ola en cuanto a popularidad, el disco es grato. Cierto, en ocasiones mantienen la misma vocación comercial que Taking Back Sunday, y puede no ser casualidad que su amable primer single, “The Suffering”, lo haya mezclado Andy Wallace. No obstante, mantienen su crédito gracias a temas como “Apollo I: The Writing Writer” (rotunda y memorable) o esa valiente epopeya llamada “Welcome Home”. Y es que no serán NoMeansNo, Primus o Victims Family, pero su propuesta es a menudo intrincada. Michael T. Todd, el bajista, tiene motivos para estar feliz. “Creativamente no creo que haya límites. En lo comercial, cualquiera sabe. Nunca soñamos que llegaríamos tan lejos, así que ya veremos qué pasa, pero en lo artístico no diviso ningún muro”. En su momento alabamos el “magnetismo sencillamente innegable” del debut, si bien ahora se hace patente que su sonido está a años luz del actual. Todd coincide en que “tiene su encanto” para tratarse de un álbum grabado en un dormitorio, a razón de tres cortes al día.

"Creativamente no creo que haya límites. En lo comercial, cualquiera sabe. Nunca soñamos que llegaríamos tan lejos"

Ahora, al amparo de una multinacional, se han tirado cosa de medio año para “exorcizar” este nuevo trabajo completo. “Hemos podido traer una orquesta. O por ejemplo estar con el mellotron (teclado polifónico) un par de días, en vez de ´vamos, tenemos dos horas para terminar el tema, date prisa´”. Es curioso que Coheed And Cambria se las hayan apañado para mantener la formación original, visto lo mucho que giran y la rapidez con la que publican. “Si uno de nosotros lo dejara, creo que sería el final. El primer año que giras es cuando empiezas a conocer a la gente de verdad; anduvimos muy atareados y de cuando en cuando a cara de perro, aunque pasó rápidamente”. Por otro lado, dicen ser “medio adictos al trabajo, o sea que...”. Además, se les suele mencionar junto a The Mars Volta, por aquello de la temática conceptual y la devoción progresiva. Se ignora si en directo prefieren reproducir sus composiciones tal y como se plasmaron en el estudio, o si se dejan llevar por la improvisación. “No queremos reproducir nada exactamente como en el disco, porque además las canciones evolucionan constantemente”, clarifica Michael, que también indica su tendencia a meter alguna jam de unos quince minutos, por su amor por Led Zeppelin. milar, aunque no tan agudo como The Mars Volta, que se tiran con un tema... todo un concierto” Concluye. Hay quien carga las tintas en el hilo temático de Coheed And Cambria, pero está por ver si realmente añade algo a la singular experiencia que supone escuchar su música. “Pienso que sí, si la gente quiere ir a por ello y meterse en la historia de verdad, tratamos de facilitarlo con los cómics o los foros de discusión de nuestra web. Pero hay muchos que no quieren profundizar tanto, y eso también vale. No creo que pierdas nada en ningún caso: está ahí si lo quieres, y si no no hace falta, porque las canciones también pueden existir por sí solas”. Las letras, obra de Claudio Sánchez, guitarra y voz, han sido calificadas de misóginas. Todd pierde la oportunidad de desmentir dichas críticas y, en cambio, se aferra a la honestidad de su autor. También les gustan las vueltas de tuerca en lo musical. Sin ir más lejos, los cuatro últimos cortes superan los siete minutos. “A nosotros no nos da la sensación de que sean tan largos, nos gusta tocar muchos estilos de música diferentes y que las canciones sigan su propio camino”. Al menos, no cabe acusarles de racanería, pues sí que aprovechan la capacidad del soporte digital. Sólo una cosa más: ¿cómo es que un grupo más o menos pretencioso optó por un tono tan ligero para el videoclip de “A Favor House Atlantic”? “Somos cuatro memos, y nos gusta divertirnos y hacernos reír el uno al otro. Podíamos haber hecho uno conceptual, pero en tres minutos y medio o cuatro había demasiado que meter. Pensamos que saldría absurdo y no se entendería”. Pues a seguir trabajando, sea con Coheed o con sus múltiples proyectos paralelos (The Prize Fighter Inferno, Weerd Science o Fire Deuce).

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.