“Me siento como si estuviéramos en el mejor momento posible”
EntrevistasCoheed And Cambria

“Me siento como si estuviéramos en el mejor momento posible”

JC Peña — 03-05-2025
Fotografía — Archivo

“The Father of Make Belief” (Virgin Music, 25) es la tercera parte de la pentalogía que tiene en mente Claudio Sanchez con Coheed And Cambria, y cuyo tema podría ser el cambio. El hiperactivo líder de la ecléctica banda neoyorquina de hardcore progresivo (por ponerle una etiqueta) está en Madrid para contarnos detalles.

La cita es en el hotel UMusic, es decir, el histórico teatro Albéniz, que ha sido remodelado con gusto y conserva su esencia (incluyendo, gracias a Dios, el patio de butacas). Un sonriente y entusiasmado Claudio nos recibe en una habitación. En su nuevo álbum, el artista de origen puertorriqueño e italiano vuelve a volcar sus obsesiones como catarsis emocional, y también para reafirmar su apertura de miras musical, entre la contundencia rockera, las melodías pop y los requiebros progresivos.

Lejos queda el momento crítico en el que el grupo estuvo a punto de colapsar, aunque con la vida nunca se sabe. Aquel bache, dice, les perjudicó en un asalto a Europa que no han terminado de culminar. Aún así, “llevo haciendo esto casi treinta años, y me siento como si estuviéramos en la mejor situación posible. Lo digo porque hubo un momento en que era un desastre, la cosa se estaba viniendo abajo literalmente según volábamos a Europa. Quizá fuera por las giras, ¿quién sabe? Yo no era uno de los tíos con problemas de dependencia química. Ahora estamos muy bien, pero ya sabes cómo es esto. Shit happens”.

“Creo que los fans son muy fieles porque las canciones son muy universales”

Me mira un poco sorprendido cuando comienzo diciéndole que el álbum en su conjunto me ha provocado sentimientos positivos. En un sentido de catarsis. “¿Ah, sí? Pues me sorprende, pero es bueno, está muy bien. En gran parte del disco me estoy cuestionando la mortalidad y las elecciones que he tomado en la vida. Es un álbum muy de la mediana edad. Cuando empezó con él, simplemente estaba componiendo material. Me costaba ver una secuela de “A Window of The Waking Mind”, porque me parecía perfecto. Entonces empecé a escribir y me pasaron cosas que me hicieron cuestionarme mi lugar en la vida. ¿Qué haría mi esposa si me muriera? O al revés. Todas esas cuestiones empezaron a colarse en los temas. ¿Me siento bien al escucharlo? Sí, porque lo disfruto, y creo que es de lo que se trata”.

Claudio es uno de esos raros compositores que ha creado un mundo propio más allá de la música. Lo hizo con su serie de cómics y novelas de ciencia ficción “The Amory Wars”, y ahora está en pleno desarrollo de su nuevo concepto.

“Se supone que el disco es la tercera parte de una “pentalogía”. Habrá cinco. El tema central de la historia no lo tengo claro del todo. Sé cómo acaba, y la relación que tiene con “The Amory Wars”, el material anterior. Ahora mismo, cuando veo los dos LPs anteriores, me veo muy en la figura del padre. “A Window of The Waking Mind” iba literalmente sobre ser padre durante la pandemia. Y ahora, con todas las preguntas que me he hecho a mí mismo, me empiezo a ver en el papel del “Father of Make Believe” (“El padre del fingimiento”). Es un título ambiguo, porque soy el líder visible de un grupo de rock que tiene este concepto grandioso, y es un personaje que tiene el poder de crearlo todo en su imaginación. Pero las preguntas me llevan a pensar: ¿cómo va a ser mi vida cuando acabe todo?”

“Creo que los fans son muy fieles porque las canciones son muy universales”

Según afirma, la mortalidad “siempre ha sido un tema en la música de Coheed. Me da miedo porque no la he experimentado mucho hasta ahora. Y por eso creo que ahora está más presente. Yo tengo 46 años, no soy viejo, pero tampoco joven. ¿Qué pasará con mi familia si fallezco? Son cosas que me empiezo a preguntar, y las puedes escuchar en canciones como “Yesterday´ s Lost””.

Lo que no cambia, o incluso se acentúa, es la falta de prejuicios a la hora de navegar por distintos géneros. Hardcore, metal, rock progresivo, pop eufórico, orquestaciones…“Creo que siempre hemos sido así. Está claro en discos como “The Afterman” o incluso “Good Apollo 1”. Ya entonces saltábamos mucho entre géneros. Mucho tiene que ver con que nunca he querido que se me encasille. Para expresarme necesito tener una paleta lo más amplia posible, porque siempre me ha encantado la música. A cierto oyente le puede parecer raro, pero yo me siento muy cómodo”.

El norteamericano interpreta de un modo curioso esa necesidad de dar salida a sus ideas creando mundos propios. “Siempre ha sido así. Gran parte ha venido de la inseguridad. La razón por la cual The Amory Wars existe es porque me costaba mucho ser el frontman del grupo. Componía canciones sobre mí mismo constantemente. El título del primer disco, “The Second Stage Turbine Blade”, tiene que ver con que mi padre trabajaba en una fábrica de turbinas de aviones. Amory es la calle donde crecí. Todos esos discos son muy reales para mí. Con tanta inseguridad sobre mi vida y la atención que se me estaba prestando, me creé una ficción para usarla como distracción. “The Amory Wars” va de eso”.

Lo bueno es que los mundos fantásticos de Coheed han conectado con una base de fans de fidelidad a prueba de bombas. Un tesoro para cualquier grupo. “Sé que muchas personas se hacen tatuajes de sus grupos favoritos, pero he visto obras de arte alucinantes cubriendo brazos enteros dedicados a The Amory Wars, a la música y las letras. Estamos hablando de un miembro de cuerpo dedicado a esta cosa que se me ocurrió. Es el mayor regalo que te puede dar un fan. Y luego, que los fans que se van haciendo mayores traigan a sus hijos. Eso mola mucho”.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.