La madurez sienta bien
Entrevistas / Lambchop

La madurez sienta bien

Jordi Nopca — 18-08-2006
Fotografía — Archivo

Aunque vienen de la tierra del country, Lambchop nos muestran –una vez más– su facilidad por añadir nuevas sonoridades a su repertorio. Para su nuevo disco, “Damaged” (City Slang/Sinnamon) han contado nuevamente con la colaboración del dúo Hands Off Cuba, que ha aliñado el disco más decepcionado –para nada decepcionante– de su carrera.

En Nashville, ciudad donde nacieron y crecieron la mayor parte de miembros de Lambchop, el auditorio Grand Ole Opry ha acogido desde la década de los años veinte lo bueno y mejor de la música country: Johnny Cash, Chet Atkins, Patsy Cline, Willie Nelson o Loretta Lynn son algunos de los nombres ilustres que han hecho vibrar el público a lo largo de la historia de este símbolo estadounidense. Como todo buen americano, Kurt Wagner –cabecilla de Lambchop– ha frecuentado desde su juventud este escenario emblemático, pero siempre desde los asientos. “Es un lugar impresionante, pero está reservado únicamente para las leyendas de la música country. Nuestra música parte de este estilo tan peculiar y viaja hacia otras partes. O se puede ver también desde el punto de vista opuesto: que somos un banco de peces extraños a quienes les han crecido piernas y han corrido a lanzarse al océano que el Grand Ole Opry representa”.

"Es nuestro disco más descaradamente personal"

Consigan o no el objetivo de tocar algún día en el Opry, Lambchop siguen dando guerra –musicalmente hablando–, y éste bien podría ser su año: acaban de reeditar sus cuatro primeros discos con extras recomendables (especialmente el Ep “Hank” que incluyen de regalo con “Thriller”, su disco de 1997), han publicado un recopilatorio con caras B imposibles de encontrar hoy en día, “The Decline Of The Country And Western Civilization” (City Slang/Sinnamon, 06), y, a finales de agosto, aparecerá su nuevo disco después del aclamado “Aw C’mon/Now You C’mon” (City Slang/Sinnamon, 04), que lleva un título igual de sintético que explícito: “Damaged”. Cuando uno escucha sus nuevas canciones, enseguida se queda sorprendido de lo contradictorio entre unas partituras e instrumentaciones bellísimas y cuidadas minuciosamente y las letras desesperanzadas que Wagner entona con sobriedad, esta vez sin ningún tipo de sorna en su voz. “Este es un disco muy duro. Es la primera vez que nos concentramos únicamente en transmitir un cierto estado de ánimo con toda su gama de matices. No hemos querido hablar de ‘eso’ de forma velada o medio escondida, incluso divertida. Esta vez tocaba ser directos”. En “Damaged”, “eso” se convierte en todo aquello que no deja ser feliz a Kurt –autor de las letras– pero también a sus compañeros de grupo y todo aquel que se quiera añadir: los engaños, las decepciones, la monotonía y –especialmente– este sentimiento de saber que algo se acaba y no se puede hacer nada para remediarlo. “Es nuestro disco más descaradamente personal, pero al mismo tiempo, al hablar de hechos cotidianos, seguimos estando muy cerca de la audiencia, que se puede sentir identificada con más facilidad”. Con un inicio de disco reposado que recuerda gratamente a “Is A Woman” (Merge, 02) tanto por la duración como por el detallismo de las composiciones –“Prepared” me sigue pareciendo uno de los mejores temas del disco–, “Damaged” evoluciona en los temas centrales hacia una sonoridad próxima al country alternativo de sus primeros trabajos. “The Rise And The Fall Of The Letter P” o “Beers Before The Barbican” son dos buenos ejemplos de cómo una canción puede doler y ser preciosa al mismo tiempo. La unidad del material es indiscutible hasta “Crackers”, momento a partir del cual el disco se convierte en una colección más convencional de canciones, eso sí, hasta que llegamos a la recta final que es “The Decline Of The Country And Western Civilization”, con un Kurt Wagner que canta, como no lo hacía en mucho tiempo, en un tono de voz agitado e inquietante. “Para la última canción del disco quisimos recuperar mi manera original de cantar, con una voz ruidosa y sincopada. Se acerca a la actitud punk que teníamos en nuestros comienzos como grupo, y que esperemos no se haya perdido del todo”. Además de la crudeza de las letras, sorprenden también en “Damaged” los inicios y finales de algunas de las canciones, experimentos sonoros que los acercan, una vez más, a la música de vanguardia. “Estos pasajes son responsabilidad del dúo Hands Off Cuba, con quienes trabajamos el año pasado en el Ep ´CoLAB´ (Merge, 05). Después de esta experiencia vimos que podíamos integrar su discurso musical en el nuestro. Ellos estuvieron en las sesiones de grabación y reciclaron y desmenuzaron toda clase de sonidos provenientes de los ensayos. Los pasajes del disco donde colaboran son un tipo de remix del making off de las canciones”. Con ganas de reinventar su sonido una vez más, Lambchop han vuelto con un disco que viene cargado con el veneno del desengaño. Probarlo es mortal porque engancha.

Un comentario
  1. I am Heather (the other Heather from the Heather before, who added her suranme to differentiate. Confused?). And I'm 24 years young, as of last week.On the subject of having the same name as people and such; I used to work in a call centre. When a call came through, all the person's details would come up on your screen so you could address them by their name and such like. On one occasion a call came through, and I was in so much shock to see my full name in front of me (Heather Louise Baker, that is) that it took me a few seconds before I composed myself enough to actually speak. Poor lady was quite confused.

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