"Hacer este disco ha sido una experiencia excepcional"
Entrevistas / Glass Animals

"Hacer este disco ha sido una experiencia excepcional"

Toni Castarnado — 20-08-2020
Fotografía — Archivo

Glass Animals nunca imaginaron que un disco les daría tantas cosas, en lo profesional y también en lo personal. Porque el golpe sufrido antes de "Dreamland" (Universal, 20) fue fuerte, y luego llegó, claro, la pandemia.

Glass Animals iban por buen camino y a buena velocidad, pero algo lo trastocó todo. El accidente que sufrió el batería Joe Seaward les cambió el rumbo, la perspectiva. En julio de 2018 le atropelló un camión mientras iba en bicicleta por Dublín. Afortunadamente salvó la vida, pero tuvo que aprender de nuevo cosas básicas como andar y hablar, pero también a recuperar su oficio, que es tocar la batería. Por tanto, “Dreamland” es un álbum que mueve toneladas de emoción y nostalgia, así como el deseo de permanecer juntos. La unión hace la fuerza. El propio Joe Seaward nos da detalles. Es emocionante oírle sentirle. Su hilo de voz provoca verdadera ternura.

Hola Joe, ¿cómo estás? Espero que tu familia y allegados estén todos bien a pesar del momento por el que estamos pasando. ¿Cómo estás viviendo tú toda esta situación?
Yo estoy muy bien, gracias. Soy afortunado, y también todo en orden con la familia y los amigos. La situación general es complicada, la gente debe encontrar el camino para sobrevivir. Tenemos el problema de la salud, del trabajo... Hay mucha gente con grandes problemas económicos, es peligroso y da mucho miedo.

Va a costar volver a la normalidad de antes.
Todo el mundo ha tomado conciencia de la dificultad para volver a lo de antes, hay un gran agujero negro.

Después hablaremos del disco, pero antes quería preguntarte cómo te encuentras tras el grave accidente que sufriste.
Me siento bien, gracias. Estoy muy orgulloso de lo que he hecho, de la evolución que ha tenido todo esto. Ha sido muy difícil para mí y mi entorno. Obviamente, fue el peor día de mi vida, es terrible. Todos me ayudaron mucho y mis compañeros de banda fueron pieza clave para la recuperación. Es maravilloso ver que puedo formar parte de este equipo. Muchas partes del álbum reflejan mi estado y el de todos. Ante todo, creo que en “Dreamland” hay un sentimiento enorme de nostalgia.

Como bien dices, el disco refleja lo vivido. Se respira en cada momento esa sinceridad.
Ellos han estado cerca de mí, lo vivieron como si lo estuvieran sufriendo en carne propia. En ese momento, las noticias eran confusas y el futuro no estaba muy claro. De hecho, más o menos como a día de hoy por culpa de la pandemia, pero, claro, eran otras circunstancias. De alguna manera estoy escribiendo un nuevo libro para el que estoy preparado y para el que debo estar muy fuerte. Hacer este disco ha sido una experiencia excepcional. Insisto en que soy un afortunado. Me ha hecho sentir bien, útil, más fuerte si cabe. Y sí, estoy preparado para ayudar a quien lo necesite.

"Hacer este disco ha sido una experiencia excepcional. Insisto en que soy un afortunado. Me ha hecho sentir bien, útil, más fuerte si cabe"

Antes del accidente tenías a tu familia. ¿Podemos decir que la banda ahora es tu otra familia? Supongo que habéis estrechado más lazos.
Ese sentimiento ya lo tenía antes, pero ahora está más fortalecido, más sólido. Lo que hemos vivido es duro, todos sin excepción han aportado a que la familia sea una roca. Todo esto ha sido la constatación... Asumir que podía tocar de nuevo la batería, estar juntos en un estudio, pisar otra un escenario, y hacer este disco tan especial. Lo creas o no, son sueños hechos realidad. Aunque tengan un regusto amargo y extraño.

No me puedo imaginar la sensación el día que empezaste a tocar de nuevo la batería.
Fue maravilloso, recuperar el pulso para tocar, como antes… Fue enorme, aunque estaba preocupado, temeroso. Hacer lo mismo que otras tantas veces, pero por primera vez. Aunque me dolían los hombros, el sentimiento era especial. Me sentía en paz conmigo mismo y con ser consciente de que, a mi manera, era capaz de defender algo. Tengo una gratitud tan grande… No dejo de pensar en lo mucho que me ha ayudado esta gente, esta banda.

Tu compañero Dave Bailey ha comentado que, para este disco, se ha basado en las conversaciones con otras personas, escucharles ha sido inspirador.
El mensaje es importante, es muy interesante analizarlo. Que las letras en este disco han cobrado más importancia es un hecho. Entiendo que escribir cosas con interés es difícil, por razones que quizás ni vengan al caso. Las letras de este disco surgieron rápidamente, la gente respondía, reaccionaba. Trata sobre nosotros, de la actitud que tenemos ante la vida. Y también sobre si estamos preparados para conectar y ser capaces de marcar el reto de esas experiencias.

En ese sentido, es una obra más intima. Os abrís a contar cosas que quizás antes no os planteabais.
Hemos combinado todo. Más que nada, yo creo que es más poderoso y que hay mucha verdad. Entonces, insistimos en el tema, ¿cuánto poder tienen las letras? Mucho, diría que tienen mucho poder.

“Dreamland” es la canción con la que comienza el disco. Es la entrada perfecta a vuestro universo.
Desde las primeras demos supimos que esa canción tenía un gran potencial. Se la ponías a alguien, a cualquiera que tuviésemos cerca, y todo el mundo decía: “¡es maravillosa!”. Todos reaccionaban así, fue unánime. Es un inicio muy bonito. Te abre las puertas a nuestra mente.

Durante la cuarentena habéis registrado una serie de versiones que se han hecho virales. La de “Heart Shaped Box” de Nirvana alcanzó el medio millón de reproducciones en Youtube. También hay de Bill Withers, Lana del Rey, Arlo Parks…
Disfrutamos con nuestra música, con lo que hacemos, para mí es fascinante. Tenemos nuestro propio mundo, aunque es bonito acercarnos a otros. La música nos llena de vida. Hacer esas versiones ha sido divertido, Dave (Bayley) es un mago.

También habéis hecho un videoclip vía Zoom. Lo definís como algo absurdo y extraño. Ni más ni menos que como la vida misma, ¿no?
Cierto. Esto surgió de manera espontánea, es lo que más me atrae de todo esto, la libertad para crear, no importa el momento, el lugar, incluso en mitad de la noche… debemos dar las gracias a la música por brindarnos tantas cosas bonitas.

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