"Este disco es más completo y tiene mejores canciones"
Entrevistas / Death Cab For Cutie

"Este disco es más completo y tiene mejores canciones"

Carlos Pérez de Ziriza — 17-09-2015
Fotografía — Archivo

Ben Gibbard y su banda están de vuelta con un trabajo algo más inspirado que su inmediato predecesor. “Kintsugi” (Atlantic/Warner) marca, además, la partida de Chris Walla, quien aún aporta algo de su sello personal al disco pero no participa de su producción.

Es en esta ocasión Rich Costey (Muse, Interpol, Mew) quien se ha encargado de dar forma a una colección de canciones de lo más heterogénea, que bascula entre las ásperas guitarras de “Black Sun” y los ritmos sintetizados de “Everything’s a Ceiling”. Lo presentan en nuestro país en noviembre, en sendos conciertos en Madrid y Barcelona. Buen momento para hablar con Ben Gibbard sobre el periodo de transición por el que atraviesa (tanto en plano profesional como emocional, que también se refleja en su música) mientras descansa de uno de los primeros conciertos de la manga americana de su gira, con todo el papel vendido desde muchas semanas antes.

Tenéis prácticamente todas las fechas con sold out hasta octubre. ¿Os esperábais una acogida tan buena?
Es excitante. Creo que a estas alturas podemos decir que hemos acumulado una base de fans bastante amplia en todo el mundo, y llevábamos cuatro años sin editar nada, así que esperaba que las cosas fueran bien, pero tampoco que tuviéramos prácticamente todo vendido en cada uno de los shows ya anunciados.

Os produce Rich Costey, por primera vez reemplazando a Chris Walla, que hasta ahora había sido santo y seña de la banda en esas labores, aunque sigue figurando en los créditos del álbum ¿Cuál ha sido, en todo caso, el papel de Chris en este disco?
Chris ha hecho un buen trabajo con las guitarras y los teclados, pero no estaba tan implicado en el resultado final como en otros discos, por eso no lo ha producido.

"No tengo ni idea de a dónde nos llevará este disco, porque aún no he escrito nada desde entonces".

¿Por qué elegiste a Rich Costey? Algunas de las bandas con las que ha trabajado tienen un sonido muy diferente al vuestro, mucho más áspero, como Muse, Interpol o Mew…
Bueno, cuando elegimos a un productor, es fundamental para nosotros que haya una sintonía en el plano personal. Tuvimos muy buen feeling trabajando con él. No le pagamos para que hiciera un disco que sonase a Muse o a Interpol, desde luego. Tiene una gran capacidad para captar el espíritu de cada banda con la que trabaja, para aportar esa visión externa, y estoy muy contento del trabajo que ha hecho con nosotros.

No sé si estarás de acuerdo pero este disco es uno de vuestros trabajos más eclécticos. Con canciones que responden a vuestro canon tradicional y luego otras como “Everything’s a ceiling”, que es de lo más electrónico que habéis grabado nunca. ¿Ha tenido algo que ver en ello los conciertos en los que recuperabas la marca The Postal Service, hace un par de años?
En realidad, no. Creo que todo lo que hago musicalmente interfiere con todo lo demás, así que tampoco lo veo directamente relacionado. Disfruté mucho con la gira de The Postal Service, pero en ningún momento me sirvió para retomar ideas de cara a mis nuevas canciones. Todo ocurre de una forma más natural.

Tengo entendido que no estabas del todo satisfecho con el saldo de “Codes and Keys” (11), vuestro último álbum (al margen de su álbum en solitario de hace un par de años). Y la verdad es que tampoco fue acogido de forma entusiasta por la crítica. ¿Crees que “Kintsugi” es un paso adelante?
Creo que sí. Que es más completo y que tiene mejores canciones. Trabajar con un productor que te dé una visión externa de las cosas también enriquece, te da otra perspectiva sobre tus canciones. Es un paso adelante, sin duda. Pero también había cosas en “Codes and Keys” de las que me siento orgulloso. No creo que sea uno de mis peores álbumes.

¿Te molesta que los fans y los periodistas siempre se mencionen tus álbumes de la primera mitad de los 2000, especialmente “Transatlanticism” (03), como tus cimas creativas?
Bueno, ese es sin duda un problema cuando has hecho discos que han tenido una gran influencia y han gustado mucho. Aquel fue el disco que nos hizo salir del gueto del indie rock y romper la barrera del mainstream, pero no podemos recrear ese momento otra vez, más allá de que recuperemos algunas de sus canciones en directo. Y estoy muy satisfecho y orgulloso de este nuevo disco. Espero que la gente lo vea igual que yo (risas). Lo único que nosotros podemos hacer a estas alturas es tratar de hacer el mejor disco posible.



¿Lo ves como un trabajo de transición en tu carrera?

Sí, inevitablemente lo es, porque ha comportado cambios en la banda y en el directo. Pero no tengo ni idea de a dónde nos llevará, porque aún no he escrito nada desde entonces.

¿Qué podemos esperar de vuestros actuales directos? ¿Tratáis de mantener el mayor equilibrio posible entre las canciones nuevas y las de antes?
Nunca faltan cinco o seis canciones del nuevo disco, pero después de ocho álbumes como llevamos ya, siempre tratamos de recuperar canciones de todo nuestro catálogo. Suelen coincidir con las que la gente quiere oír, la verdad.

Volvéis a tocar en nuestro país en noviembre, en Barcelona y Madrid, ambas fechas en sala. No sé si eso os hace sentiros más cómodos que cuando venís a festivales. Una de vuestras últimas actuaciones en un festival español supuso una disyuntiva realmente dolorosa, ya que coincidíais de cabo a rabo con el concierto de Leonard Cohen, en el FIB de 2008. ¿Lo recuerdas?
Sí, creo que debía ser la única persona que en ese momento quería estar viendo a Leonard Cohen en el otro escenario, fue un auténtico bajón (risas). De cualquier forma, me encanta venir a tocar a España, sea cual sea el formato. Barcelona es una de mis ciudades favoritas en el mundo, y nos encanta poder estar de vuelta.

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