Remembering Now
DiscosVan Morrison

Remembering Now

8 / 10
Kepa Arbizu — 17-06-2025
Empresa — Exile
Género — Soul

Un genio no es quien siempre halla el camino hacia la excelencia, sino aquel que ha demostrado tener la capacidad y las herramientas suficientes para poder lograrla de manera repetida. Creer en una suerte de inmortal inspiración sería despojarle de la inevitable falibilidad humana y por lo tanto situarle en un espacio absolutamente utópico, donde el error o la lógica inestabilidad asociada a todo proceso artístico dejaran de existir. Por eso, aunque Van Morrison cuente en su currículum discográfico con ejemplos más que sobrados de haber atravesado ese camino que conduce a la gracia musical más rotunda, su carrera también está jalonada de algunos episodios erráticos o simplemente alejados de dicha sublimación. Pero como si de un ejercicio por reconfigurar su brújula compositiva se tratase, apartándose de sus más recientes trabajos dedicados a versionar temas, su nuevo álbum, “Remembering Now”, se postula como una nítida expresión de ese talento que, aunque solo visible de manera dispersa en estos últimos años, le ha llevado a significarse como uno de los últimos supervivientes de esa estirpe de héroes que usaron los sonidos tradicionales como semillas para su propio vergel.

Contradiciendo los famosos versos de Félix Grande que aconsejaban no regresar al lugar donde uno había sido feliz, el compositor irlandés parece preferir sin embargo encomendarse al lirismo de su compatriota W.B. Yeats, quien, alentado por los recuerdos de aquellos veranos infantiles cerca de la isla de Innesfree, exponía la continua cita con sus orígenes en una evocadora llamada a “partir sin falta, pues siempre, noche y día, oigo temblar las aguas en la orilla del lago”. Un simbólico trayecto de regreso al hogar que asume también el músico como una forma de avivar sus hados más consustanciales y genuinos. Un itinerario que en absoluto pretende desandar ni volver sobre sus pasos, sino encaramarse desde la perspectiva actual a todas aquellas huellas que han dibujado la parte más significativa y talentosa de su singladura.

Respaldado por su banda habitual, afianzada durante este siglo, sin embargo esa estructura principal se va a ver alimentada por el despliegue de innumerables músicos, una plétora de colaboradores que delatan el latido ornamental que caracteriza a un repertorio formulado a través de un paisaje rico en matices instrumentales. Un soporte recurrente que tiene uno de sus bastiones en la imponente sección de cuerdas, interpretada por el sinfónico compendio supranacional encarnado por Fews Ensemble, tutelada por la batuta de Fiachra Trench, quien, además de ponerse a disposición de los no menos ilustres nombres de Paul McCartney o Elvis Costello, ya ha tendido un lazo colaborativo con el compositor desde aquel “Avalon Sunset” (89). Alianzas férreas que aportan confianza a unas piezas que, bajo esa brújula, rastrean las diferentes localizaciones de ese identificativo ecosistema nutrido de una multiplicidad de acentos transformados en engranaje para configurar una voz particular que recobra su más resplandeciente expresividad.

La alusión titular de este disco a esa determinación por atraer el recuerdo no es solo una cita temporal, significa, sobre todo, recuperar un estado de ánimo que, si en su predecesor álbum original, un “What's It Gonna Take?” fechado en 2022, aparecía tiznado de cruenta incertidumbre, en estas composiciones se muestra mucho más dichoso, adjudicándose el encargo de retratar dicho júbilo vital. Una celebración focalizada en el hecho romántico y su capacidad para conquistar el pentagrama entorno a ritmos de ascendencia soul. Milagro afectivo explícitamente mencionado en "Back to Writing Love Songs", que discurre con una luminosa delicadeza de paso firme que se revuelve eufórica al entrar en contacto con la sección de cuerdas y los coros gospel. Dos elementos protagónicos a lo largo del álbum que se adaptan como suelo mullido y de romántica desnudez en la excepcional "The Only Love I Ever Need Is Yours" o multiplicándose para generar una estructura más copiosa -pero siempre contenida- en "Love, Lover And Beloved", digna de la tierna firma de Sam Cooke. Referencias ilustres que pasan de habitar el imaginario a personalizar su cancionero, como ya hiciera en su momento Jackie Wilson, en el caso de "If It Wasn't For Ray", ruta hacia Nueva Orleans, a mayor gloria de Ray Charles, confeccionada por esas baldosas amarillas que predisponen al entonar gozoso.

Optimismo clarividente trasladado a una suerte de empoderamiento afectivo que hace de "When The Rains Came", donde alterna el enunciado susurrante y el descarnado, un muro de contención contra el abismo para sentirse dispuesto, como en una extensión de Gene Kelly en la película “Cantando bajo la lluvia”, a convertir sus huesos húmedos en una celebración de la existencia. Ni la recitativa nostalgia de "Colourblind" puede opacar el ejercicio casi juvenil con destino a colorear sombras, mutación servida por la dicción de su saxofón convencido de haber encontrado un lenguaje de luz. Virtudes artísticas que gracias al soul sobrio de “Haven't Lost My Sense Of Wonder" propician que su voz destaque engalanada e imponente, cualidad que definirá a "Cutting Corners" como una de las piezas maestras de este listado, reuniendo a violines –y su acento folk gaélico– junto a un preciosista soul, y que aflorará en el musculoso intimismo de "Stomping Ground" para retratar a su ciudad natal, Belfast. Una localización, usada por el título de la película de Kenneth Branagh a la que pertenece el elegante sentir melancólico de "Down To Joy”, citada también en el tema homónimo, donde la profunda majestuosidad de su interpretación a modo de crooner desvela un mapa no tanto geográfico como personal.

Acostumbrados a encontrar en las últimas novedades firmadas por el irlandés una amable sustancia pero escueta en cuanto a su néctar más sobresaliente, el compositor, a sus ochenta años, prueba que nos equivocamos si pretendemos arrinconar su producción actual en un placentero pero nada excitante limbo. “Remembering Now” es un trabajo al que solo una cierta excesiva duración, para un planteamiento tan homogéneo como éste, le impide solicitar un espacio privilegiado entre lo más destacado de su discografía, lo que no evita que su conclusión irradie, ya sea por la naturaleza de sus canciones como por su renacido nivel, una enfática sonrisa. Van Morrison demuestra que cuando los buenos recuerdos se conjugan en presente sirven también para alumbrar el camino del ahora.

 

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