Si James Morrison se llamara Jaime Morrón y hubiera nacido en nuestro país, estaría cantando pop latino con la misma fortuna con la que se lanza a interpretar estas inocuas e inofensivas tonadillas de blanquito soul-pop pizpireto y ciertamente facilón. Si hubiera nacido en este país tendría la vista puesta en Iberoamérica y Miami sería su base de operaciones, pero como es inglés lo suyo es emular a gente como Terence Trent D’Arby o David Gray sin hacerlo mal del todo. No en vano su timbre vocal es el adecuado para la tonadilla melosa. Claro, que la verdadera pega de todo este asunto son las canciones. Trece temas que resultan pastiches edulcorados mil veces compuestos y mil veces interpretados por artistas de verdad como Stevie Wonder o Marvin Gaye. Pero tampoco hay que llevarse las manos a la cabeza, esto es música de supermercado, amable y radiable a partes iguales, y por tanto disfrutable por toda esa gente que no tiene tiempo para comerse demasiado la cabeza con autores que busquen o a través de su vertiente friky hacer música que vaya más allá de los parámetros más clásicos o establecidos. Si eres de los que buscan será mejor que no pierdas ni un segundo de tu vida con el amigo Morrison.
... desde luego has dejado claro que no te mola el disco, nos quedamos tranquilos los lectores als aber que cuando hay q meter caña, se mete...
No estaría mal que mencionaras alguna canción, algo concreto del disco, ¿no? Ya no te pido que lo comentes, dudo que tengas competencia para hacerlo, pero al menos marea un poco la perdiz con información para el lector antes de soltar esta retahila de clichés manidos sobre el pop comercial.
No estaría mal que mencionaras alguna canción, algo concreto del disco, ¿no? Ya no te pido que lo comentes, dudo que tengas competencia para hacerlo, pero al menos marea un poco la perdiz con información para el lector antes de soltar esta retahila de clichés manidos sobre el pop comercial.
James Morrison, chico blanco con alma negra, su voz rasgada sencillamente es perfecta, a pesar de las paparruchadas que ha soltado este individuo.
James Morrison, chico blanco con alma negra, su voz rasgada sencillamente es perfecta, a pesar de las paparruchadas que ha soltado este individuo.