Children of God
Discos / Rojuu

Children of God

6 / 10
Luis M. Mainez — 14-10-2019
Empresa — Autoeditado
Género — Trap

Con tan solo 16 años, Rojuu, un chaval de Barcelona que comenzó su andadura pública hablando de trap con su canal de YouTube Roctopus -que contaba con más de 300.000 seguidores- cuando apenas había entrado en su primera década de vida, ha puesto en la calle (y en las redes) su segunda referencia en lo que va de año tras ‘Bad Trip Camp’.

Después de sorprender a todos los que se acercaron a sus primeros trabajos por su edad y su buen hacer, en ‘Children of God’ Rojuu continúa la línea que ya le ha hecho actuar en Razzmatazz el día de su último cumpleaños (necesitó autorización paterna) y que le llevará a Madrid a finales de este mes para actuar en el Festival Puwerty en La Casa Encendida.

En apenas 25 minutos y 10 canciones, Rojuu se ha unido esta vez a Clutchill (que ha grabado con Yung Beef) y al también menor de edad Carzé, productor venezolano al que todavía no conoce en persona, para ofrecernos este ‘Children of God’, un álbum que vuelve a servirnos para alucinar con el vasto conocimiento musical de este joven catalán que, sin salirse del cada vez más amplio carril del emotrap, consigue mostrarle al oyente su amplio abanico de referencias que van desde la ya mencionada corriente dentro del trap a la electrónica, pasando por todas las corrientes del lo-fi y el grunge.

Mencionar las influencias más directas, como pueden ser Goa, que es el referente del sad-trap o emotrap patrio, o el fallecido Lil Peep, se hace imprescindible cuando hablamos de Rojuu y de este ‘Children of God’. Sin embargo, la joven promesa de la música urbana española ha vuelto a conseguir sacar adelante un trabajo distinguible del resto; no se limita a imitar, algo que sería razonable a su edad, sino que consigue imprimirle al álbum un toque personal, algo cada vez más complicado de encontrar.

En esto último tiene mucho que decir Carzé, el productor detrás de todos los cortes del trabajo. Los beats de ‘Memorias de Plástico’, del skit ‘Tú y Yo’ o de ‘Amor de Computadora’ son buena prueba de ello.

Con unas letras que van del consumo de drogas al amor adolescente (por fuerza) y que se sumergen en los tópicos del subgénero como el flirteo con la muerte y que sorprenden por su emotividad sin tropezar en el temido bache de lo cursi y lo típico, Rojuu ha conseguido con ‘Children of God’, un resultado más que interesante. Si lo que este joven que adora a Camela ha apuntado hasta el momento consigue echar raíz, coger consistencia y dar fruto, tenemos artista para muchos años.

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