Llegados a este tercer disco largo quizá ya sea hora de hacer balance. Y tratándose de un banda heterodoxa como Camping puede que no sea fácil.
Porque nuevamente volvemos a adentrarnos en un mundo donde nada está predeterminado, donde cada cosa conserva ese valor con el que diferenciarse del resto. ¿Pues acaso no es posible recrear unos pocos trazos de pop para luego rematar con ráfagas de minimalismo deliciosamente incómodo? Radical ante todo, éste no es un disco fácil, sino una obra que huye hacia los extremos queriendo buscar algo, pero deleitándonos con la valentía de su camino. Con su vena más indie, la más acerada o la más vehemente. Rematando definitivamente ese post-rock que nunca quiso subsistir o recordando que indie no equivale a reconocible, sino también a arte. Camping, una vez más, sorprenden de manera positiva; apartados del resto, fluctuando en torno a múltiples géneros, escondidos bajo actitudes pesimistas, gritando su carencia de fe en el panorama musical actual, disparando a matar. Brillantes, arriesgados e independientes de verdad. Lo que muchos desearían ser.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.