De entre los nombres recientes a los que nos estamos acostumbrando, Alborotador Gomasio tienen algo especial. Se saltan las influencias unificadoras del indie pop patrio para buscar un asidero en el cambio entre los ochenta y los noventa, cuando aún no habíamos adoptado el inglés como manto-cubre-vergüenzas, y hacerse con un disco de Dinosaur Jr o Hüsker Dü era un bendito suplicio. A esto hay que sumar un sanísimo descaro y potencia sobre el escenario que aquí no se puede ver, pero que tratan de plasmar con la ayuda del últimamente ubicuo Sergio Pérez (Svper, Joe Crepúsculo, etcétera) a los mandos. Es la lucha eterna de tratar de sonar igual en directo que toma a toma, esa en la que hasta los más grandes han naufragado, y claro, ellos no iban a ser menos. Donde debería haber noise, hay power-pop, eso sí, de cierta altura, así que habría que estudiar este álbum como el primero de un grupo que, de momento, ha conseguido darle dignidad de nuevo a la canción de amor/desamor/pop/rock en castellano. Cuestión de enfoque.
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