Twelve Nudes
Discos / Ezra Furman

Twelve Nudes

8 / 10
Toni Castarnado — 06-09-2019
Empresa — Bella Union
Género — Rock

Que un músico sea tan imprevisible solo se puede tomar como algo bueno y muy positivo. Por tanto, Ezra Furman entra en esa categoría con todos los honores. Nunca sabes qué va a hacer, el camino que tomará en su siguiente paso. Furman graba por impulso, por sensaciones. Ni estudia sus movimientos ni obedece a instrucciones. Su carácter díscolo y provocativo le convierte en un ser incomprendido, nadie sabe en qué casilla ubicarlo. Quizás por eso, en este disco, acude a la figura de Jay Reatard como fuente de inspiración. Reatard era otro músico que se ceñía exclusivamente a sus propias convicciones como arma para actuar.

Si en su anterior trabajo, “Transangelic Exodus”, Ezra tocaba teclas hasta entonces inéditas, jugando en exceso al despiste, ahora vuelve a un terreno que sí ha pisado anteriormente y conoce a la perfección. Aunque lo haga de un modo distinto, con otras premisas y desde otra perspectiva. Porque quien crea que el punk solo tiene un hilo se equivoca. Si en el pasado Furman apostó por una perspectiva más divertida y desacomplejada –más cerca de New York Dolls que de Dead Kennedys, por poner dos ejemplos–, con más glam y colorido, ahora el sonido es más sucio y sobre todo el discurso es más crítico que nunca (escúchese desde el primer single, “Calm Down Aka I Should Be Not Alone” a “Blown”).

Cada canción tiene un mensaje (“In America”, “Rated R Crusaders”, “Trauma”) y hay malestar en cada estrofa. En apenas media hora, Ezra Furman se rebela y grita a modo de desahogo. Y es que el músico de origen judío mantiene que, en tiempos desesperados, hay que hacer canciones desesperadas. He aquí la prueba.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.