Violadores del Verso en Madrid
Conciertos / Violadores Del Verso

Violadores del Verso en Madrid

8 / 10
Esmeralda Martín — 15-09-2007
Empresa — Rap Solo
Sala — Telefónica Madrid Arena
Fotografía — Albert Jodar

Un año después del lanzamiento de Vivir para contarlo (Rap Solo/BOA, 06), los cuatro maños se daban cita en el recinto Madrid Arena con lo más granado de su público para repetir la fórmula que ya les diera buen resultado con el disco anterior: un último concierto como broche de oro a la gira y, de paso, grabarse un DVD a la manera del “Tú eres alguien/Bombo Clap” (02). Como no podía ser menos, la grabación del documento visual exigió un directo extremadamente pulcro y la más alta calidad a la formación zaragozana y, como era de esperar, las expectativas se cumplieron en un concierto prácticamente impecable en el que Rumba, Liriko, Kase O y Hate sobresalieron durante cerca de dos horas y media en el escenario.

Para la ocasión se rodearon de la troupe de Rap Solo: el Señor Rojo abrió la noche, y las letras víricas de Xhelazz calentaban motores. A las diez y media salían a escena los maños entre pitidos y llamadas de un público ansioso. R de Rumba a los platos fue dando paso progresivo a escena a un Hate, Liriko y Kase O, protagonistas de una lírica implacable. En el repertorio les dio tiempo de sobra a agotar el “Vivir para contarlo” hasta la entraña, desde el corte que da título al disco a “Ocho líneas”, “Zombies”, “Alergia”, “No somos ciegos”, “Zombis”, “Asómate”, “Información planta calle” o una espectacular “Pura droga sin cortar”; de paso, repasaron una discografía repleta de auténticos hits que hicieron levantar los brazos a la audiencia: desde “El rey de las cantinas”, “Ballantines”, “Atrás” o “Máximo exponente”, hasta recuerdos de su primer compacto o piezas del disco de R de Rumba.

Cerraron improvisando y se quedaron tan anchos. La Doble V ofreció un directo lleno de rap gordo, cortante; ese hip hop duro y depurado que han hecho tan propio, salpicado ocasionalmente de algún brote jazz o funk, aunque hasta la amabilidad de eso sonidos se convierten en cera hardcore en los platos de Rumba. Si algo mostró este concierto, aparte de la calidad y el buen hacer, es lo que ya se sabía: que los maños son el grupo más grande que a día de hoy tiene España en el rap. Auténticos clásicos, desprenden carisma y convencen a propios y a extraños, fieles a un estilo sin concesiones que suena a crema. Si alguien se lo perdió, podrá verlo en el sofá de casa dentro de unos meses.

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