Siempre a su aire, así han llevado su carrera Veracruz. Los más holgazanes les pusieron en el carro del revival post punk de hace unos años cuando lo suyo estaba por encima de eso. Sus cuatro miembros son devoradores compulsivos de discos, y su lista de héroes crece a medida que descubren nuevos tesoros. Son inquietos por naturaleza, y no temen los retos. Prueba de ello fue la presentación en la [2] de las canciones que formarán parte de su segundo trabajo (aun sin fecha de edición), unas composiciones que abandonan la urgencia punk de sus inicios, pero que conservan todo el nervio, y ese espíritu cortante que les caracteriza (esas antiguitarras a lo Robert Quine, esas onomatopeyas imposibles lanzadas a gritos…). Ahora bajan la velocidad, miran hacia Australia (The Triffids, los Scientists más cavernosos), y hasta se atreven a guiñar al ojo a los primeros The Pogues, en un arriesgado y sorprendente cambio. Canciones como “Isla de Madagascar”, “Moza cubana”, “Dientes de camino” y “A las chinas, filipinas”, son excelentes cartas de presentación de un segundo álbum prometedor.
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