Tensa calma
Entrevistas / Veracruz

Tensa calma

Marc Luelmo — 20-04-2009
Fotografía — Archivo

Cuatro años después de su debut, el cuarteto barcelonés vuelve con “Veracruz” (Yo-Yó Industrias), un disco más sosegado y sombrío. Han suavizado el ritmo y las voces han cobrado protagonismo sin perder ni un ápice de intensidad. Producidos por el omnipresente Jens Neumaier, su nuevo trabajo suena más cinematográfico, como la banda sonora de un western de terror.

Recuerdo haber visto a Veracruz hace años en ese pequeño garito del Raval llamado Big Bang. Era uno de los primeros conciertos de la banda y su puesta en escena me impresionó, pues gritaban y saltaban como locos. Ha llovido mucho desde entonces y ahora Veracruz juegan en otra liga.

"Cuando te haces mayor las resacas son más duras y eso afecta, ya no vas ensayar con la misma energía"

Su nuevo trabajo, puede descargarse de forma gratuita vía Internet, se aleja del punk bailable y ofrece canciones reposadas, lúgubres, imbuidas de esa falsa calma de las películas antes de que pase algo, de que salga el monstruo, se desenfunden las pistolas y todo explote. Mario (batería) explica este cambio. “Cuando grabas un disco depende del momento en el que vives. Las circunstancias han cambiado y la música que escuchamos también y eso se plasma en el disco. El proceso empieza en el local de ensayo, un día tocas las canciones de una manera más lenta y de repente te gustan como suenan las cosas y decides tirar por ahí”. Que nadie espere pues, las guitarras aceleradas y el griterío de su anterior álbum. “Aquello salió así pero era también porque no teníamos ni puta idea de tocar, no era nada premeditado, nunca pensamos en ´vamos a hacer punk saltarín´”. Sea como sea los Veracruz de 2009 se presentan con un sonido más elegante y tenebroso, donde la voz ha pasado al primer plano y los temas se han ralentizado buscando más crear una atmósfera, un paisaje. “Sí, todo es más intenso, más elaborado, tiene un rollo más oscuro. Cuando te haces mayor las resacas son más duras y eso afecta, ya no vas ensayar con la misma energía”. De ahí seguramente la calma que se ha apoderado de los nuevos temas, una calma que también se ha reflejado en la grabación del disco. “Se empezó a gestar hace dos años, porque entre que tuvimos las canciones que nos gustaban y que pudimos entrar al estudio a grabar pasó mucho tiempo. luego en el estudio estuvimos un año y todo se ha dilatado mucho”.
Al igual que el anterior, lo han grabado en el estudio de Jens Neumaier (12twelve, Coconot), que viene a ser el quinto elemento de Veracruz. “Fue todo muy de colegueo. Grabamos la estructura de las canciones en dos días pero luego Jens tenía mucho curro con Giulia y los Tellarini, luego entraron a grabar Extraperlo y, bueno, la cosa se fue alargando. Nos divertimos mucho luego en los detalles, empezamos a probar cosas… Jens se emociona mucho y nos proponía cosas en plan ´ahora vamos a tirar el sofá por la escalera a ver cómo suena, ahora rascamos el sofá´… era de puta madre, pero cuando añadimos todos eso a los temas quedaba muy raro, como de ópera rock y lo tuvimos que ir puliendo hasta que quedó algo más equilibrado. De todas maneras nos lo pasamos muy bien haciendo todas esas pruebas y aprendimos mucho”. Jens no ha sido el único que les ha ayudado, en estas nuevas canciones también han dejado su huella Pablo Díaz-Reixa (El Guincho, Coconot), Israel Marco (Cuchillo) y Alex Reynolds (Tu Madre). “Pablo se pasaba por el estudio cuando no estaba por Yakarta o Tombuctú e Isra tocará con nosotros a partir de ahora en los directos”.
Respecto a los grupos que les han influido en este nuevo sonido citan a Billy Childish, The Church, The Stranglers o The Gun Glub, y a mí, por momentos, me suenan precisamente a estos últimos cantados por Howe Gelb, por el aire desértico que se respira en ciertos temas y la manera de cantar de Adrián. “Sí, esa era una de las ideas que teníamos para algunas canciones, que tuviera un rollo western, en otras no”. En otras suenan más a banda sonora de una película de terror de los sesenta. “Port Of Havana” tiene unas percusiones (homenaje al puertorriqueño Héctor Lavoe) y unos coros que evocan danzas tribales y vudú y “Flesh Carving Man” no desentonaría en un filme de Mario Bava. El álbum además ha sido grabado para ser escuchado en un tocadiscos, con lo que se acentúa ese sabor añejo. “Jens lo ha hecho todo para que suene en vinilo no para un formato digital y, bueno, se van a sacar quinientas copias –la mayoría de las cuales ya están adjudicadas- y va a estar en las tiendas un tiempo limitado”.

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