El concierto de The Roots en las Noches del Botánico fue tan especial que hasta la tormenta esperó a que terminaran para descargar la muy necesaria lluvia sobre nuestras cabezas. Hay que entenderlo, ni siquiera las gotas se quisieron perder hasta el último segundo del concierto de la mítica banda de Philadelphia y comenzaron a caer cuando la banda de Questlove y Black Thought ya se despedía de un público totalmente entregado a la banda.
Puede que The Roots sea una banda de hip hop, y no una cualquiera, posiblemente estemos ante una de las diez mejores agrupaciones del género, pero trascienden los límites del mismo porque son una banda en todos los sentidos, y es que The Roots no son solo dos tocadiscos y un micrófono, sino una banda en el sentido tradicional del término, una que toca (y cómo lo hacen) sus propios instrumentos. Son nueve alli arriba, saxofón, trompeta, tuba, guitarra eléctrica, bajo, teclados, un DJ que toca también una batería electrónica y, por supuesto, Queslove a la batería y Black Thought como maestro de ceremonias.
En su hip hop cabe el soul, el jazz, el rock & roll, el reggae y, sobre todo, el funk. Su actuación, más que una serie de canciones, es una gran fiesta en la que van empalmando canciones, tanto suyas como versiones, sin transiciones, como si estuviera pinchando un DJ infalible y, a la vez, tocando en vivo los JB's de James Brown.
Apenas hay momentos de respiro y pasan de canción a canción sin interrupción, creando una especie de medley infinito en el que uno nunca está seguro de cuando acababa una canción o empieza otra. Es como una interminable fiesta funk en la que tus pies y tu cuerpo no paran quietos, aunque sepas que eres negado para el baile. El ritmo de Questlove actúa como ancla de una banda increíble y, por momentos, parece que Black Thought es capaz de escupir increíbles rimas sin coger aire durante minutos.
Cuando encadenan "What To Do", "The Next Movement" y "Dynamite" la gente parece que flota, los solos jazz de trompeta y saxofón sobresalen, pero es porque la banda no puede sonar más compacta. Su homenaje al hip hop llega con una versión del "Love of My Life (An Ode to Hip Hop)" de Erykah Badu, a la que le siguen dos grandes momentos con "Stay Cool" y "Clones". Cuando comienzan a tocar la versión del "Change (Makes You Want to Hustle)" de Donald Byrd, creo estar en el paraíso del funk, Sly sonríe desde el cielo (o el infierno) y George Clinton asiente, "queremos el funk, necesitamos el funk". Si este martes había 4 mil personas en el concierto, para el final de este miércoles la versión original debería tener otras nuevas 4 mil reproducciones en Spotify o YouTube.
Sin parar, los Roots vuelven a las raíces de todo con "Web", una canción con poco más que la percusión de Questlove y las rimas encendidas de Black Thought, casi puedes imaginártelos de adolescentes en las calles de Philly abriéndose hueco por puro talento. Tras un mínimo parón siguen con "Dance Girl" y parecen volver a invocar a los Dioses primigenios del Funk, un riff propio de James Brown y un teclado que parece sacado de Bennie Worrell en Parliament. Tras seguir invocando al Padrino del Funk con gritos de "Soul Power" y "Clap Your Hands, Stamp Your Feet!" se lanzan a un "Here I Come" que suena apabullante.
Pero luego el concierto pierde algo de fuerza, cuando llega el momento de que todos los miembros de la banda se luzcan con larguísimos solos, tenemos uno de tuba, citando el "Seven Nation Army", luego se le une el de los teclados, y siguen durante un buen rato como los conejos de Duracell. Son muy buenos músicos y no pasa nada, pero desde luego les prefiero cuando tocan como conjunto que cuando se lanzan a brillar en solitario.
Pero es que claro, estamos hablando de una banda en la que el guitarrista, el icónico Captain Kirk Douglas, es capaz de cantar la parte de Erykah Badu en "You Got Me" sin desentonar ni un poco. Es el comienzo de la traca final, con un largo, y aplaudido solo de guitarra, que nos lleva a un poco del "Inmigrant Song" de Led Zeppelin y al "The Seed 2.0" que mezclan con el "Move On Up" de Curtis Mayfield, y ese "Apache" tan importante en los inicios del hip hop, antes de llegar al solo final entre Questlove y el DJ.
Toda la banda vuelve para un impetuoso final con todo el público puesto en pie como si estuviéramos en una de esas legendarias fiestas en las que DJ Kool Herc hizo que naciera el hip hop. The Roots se habían vuelto a imponer, poco importaba que lleven más de 10 años sin sacar disco de estudio, que haya una generación que les conozca más como la banda del programa de Jimmy Fallon que como los autores de discos como "Things Fall Apart" (que fue del que más tiraron) o "Illadelph Halflife" o que no hayan pisado un escenario en nuestro país en muchos años.
Las bandas capaces de sonar así siempre se imponen, ya sea al paso del tiempo, al olvido o, incluso, a las condiciones meteorológicas. No cayó la primera gota del cielo hasta que no paró de sonar la última nota, luego nos mojamos pero la tormenta perfecta ya nos la habían ofrecido, en forma de impecable concierto, The Roots.
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