¡Al ataque!
Conciertos / Perro

¡Al ataque!

8 / 10
Ane Barcena — 23-04-2018
Fecha — 21 abril, 2018
Sala — La Nau
Fotografía — Miguel Trias de Bes

Qué será lo que tiene Murcia que tanto da de qué hablar. ¿Será el acento de sus oriundos? ¿Sus vastos campos? ¿Pérez-Reverte? ¿El Zarangollo Murciano? Efemérides patrias marca España, quizás. Pero lo que muchos no saben, y viene siendo hora de saberlo es que Murcia “tiene melodía”, ritmo y alguien que lo demuestre. Agudicen sus sentidos que Perro ladra, muerde y ha venido para quedarse.

Tras el estreno de su cuarto largo, "Trópico Lumpen", era hora de que el cuarteto volviera a hincarle el diente al nervio y saliera al ataque. Este último trabajo, firmado por la masterización y mezclas del señor Joe Carra (King Gizzard & The Lizard Wizard, Courtney Barnet…) apuntaba maneras. Con unas voces menos presentes y líneas de percusión imposibles, Perro lo defendió hasta la muerte en una Nau a medio llenar, entrando en calor de manera exponencial, con pogos efervescentes y coros tintados de cerveza.

Los murcianos abrieron la velada con ‘Por mí, lo que veáis’, junto a su habitual puesta en escena simétrica con la batería y percusión como ejes centrales. No obstante, el cuarteto hizo alarde de su poderío conforme los miembros rotaban de instrumento con desparpajo y saber hacer. Cortes de este nuevo "Trópico Lumpen" como ‘Sin ser yo nada de eso’ o el hit, ‘Celebrado primo’, sonaron arrolladores pese a que al principio la voz estaba demasiado baja y quedaba engullida por los instrumentos.

Perro optaron por seguir interpretando clásicos de ayer y de hoy como ‘La reina de Inglaterra’, ‘Ediciones Reptiliano’o ‘Marlotina’, mientras todo el mundo coreaba aquello de “George Finidi, Valerie Karpyn…”, al más puro estilo hooligan. El único pero quizá fue que el ritmo frenó hacia el final cuando la banda ya hubo repasado las canciones más cañeras. El concierto pasó a ser una especie de jam psicodélica donde la gente volvió a quedarse algo fría de nuevo, secándose aun el sudor previo.

Sin embargo, son maneras de hacer y de plantear un set-list. Este final más lánguido no desprestigió para nada lo que Perro representa: una banda con garra, que arriesga en muchos sentidos y cuyo empaque acaba resultando sobresaliente.

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