Lori Meyers, una gran fiesta
Conciertos / Lori Meyers

Lori Meyers, una gran fiesta

7 / 10
Don Disturbios — 19-04-2013
Empresa — Spanish Bombs
Sala — Apolo, Barcelona
Fotografía — Gustaff Choos

Curioso que un tema nuevo como “Emborracharme” pusiera punto final al concierto de Lori Meyers en una sala Apolo de Barcelona a reventar… aunque pensándolo bien no debería extrañarme demasiado. La canción es un himno rotundo con un estribillo demoledor que provoca el desenfreno y el coro, subrayando un momento álgido que borra de un plumazo algunas consideraciones que solo apreciamos los críticos, los quisquillosos o los que no disfrutan de la propuesta de Lori Meyers y van siempre con el cuchillo en alto. Toda esta fauna debió darse cuenta de que por momentos el sonido era más embarullado de lo que debería ser en una banda que goza del prestigio de los andaluces. En muchas ocasiones el hecho de incorporar una tercera guitarra para lograr una mayor contundencia en los riffs no funcionó como es debido, más bien al contrario, provocó que se perdieran esos detalles que sí transmite el estudio.

Da la impresión  que Lori Meyers han optado por la fuerza bruta en lugar de por la delicadeza melódica y eso, que funciona en las canciones más duras, les pasa factura en las menos contundentes en el estribillo y la estructura.
Sin embargo, nadie le puede negar a la banda una entrega que queda simbolizada en como, a medida que transcurre el concierto, los elegantes trajes de Noni y Alejandro van adquiriendo el mismo proceso de derrumbe que el de una boda gitana (solamente les faltaría ponerse las corbatas como cinta en el pelo y emprender una conga). Un carrusel festivo que coge volada en el tramo final, donde ya sin cuartel no hay forma de detener la bomba sónica que se va creando sobre el escenario. Y sí, las canciones nuevas encajan en semejante juerga, aunque sin abusar, porque Lori Meyers demuestran tener ya un cancionero lo suficientemente extenso como para no basarlo todo en la presentación de su nuevo álbum.

 

Así, pese a quién pese, nos encontramos ante un grupo que podrá haber cogido una deriva que no ha gustado a alguno de sus primeros fans o que la crítica podrá tachar de oportunista, pero es la consecuencia de la búsqueda de los andaluces de un sonido más propio de banda para audiencias más amplias que para aquellas que se conforman con el pequeño formato y la proximidad. Aquí y ahora, la propuesta de Lori Meyers no esconde su intención de aspirar a ser masiva, aunque eso convierta algunas de sus canciones en una suerte de obsesión por crear estribillos-himnos que rehúyen complicarse la vida.
Puede que no sean los Lori Meyers que más me gustan, pero sí son los Lori Meyers que mejor funcionan a la hora de convertir su propuesta escénica en una gran fiesta.

 

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