Hijos del ruido

La noche del viernes sirvió para tomarse unas cuantas cervezas, escuchar buena música, celebrar Sound Isidro y ya de camino los 20 años de la revista, que no son pocos. Al escenario MondoSonoro de Charada se subieron C.I.A.N.U.R.O, Holy Science y como plato fuerte M A J E S T A D. Grupos muy diferentes pero a la vez bastante conectados entre sí. Son madrileños, y a todos les va ese rollo cañero que revienta los altavoces y hace encender al público desde el principio de la noche.


C.I.A.N.U.R.O fueron los encargados de romper la barrera. Al trío le gusta la polémica y no por ser los primeros iban a permitir pasar desapercibidos. “Si no hacéis pogos hoy, es porque hemos fracasado”, y los hubo. Defendieron todo un oscuro repertorio de witch house, cargado de distorsiones y un subidón de sonido que podría haber sido un cierre de fiesta perfecto. Sin embargo, decidieron salir al principio, empezar el fin de semana a lo grande, y cargarle las pilas a todo ser humano que apareciera por la sala. Al verles sobre el escenario, es imposible no centrar la atención en su vocalista. Una Carrie en pleno baile, con corona incluida, aspecto angelical y un poco contenida. Pero, a la que seguro, con el paso del tiempo, le acabará cayendo el cubo de sangre sobre su cuerpo y terminará comiéndose a todos. Por allí pasaron los cortes de su nuevo Ep “Purity” y dieron un repaso a su particular religión. La de yo me lo guiso, yo me lo como. “En la entrada podéis comprar nuestro disco, os lo recomiendo porque repercute directamente en mi economía”. Era inevitable que la sombra de Alice Grass no apareciera por el evento, pero, sin duda, los chicos supieron ahuyentarla bastante bien.

Tras ellos, un minuto de silencio, y la subida de Holy Science. Tocaba cambiar un poco el chip y salir hacia un terreno más rockero y enfocado a la psicodelia. Volvieron a demostrar que son un grupo al que no le gusta las pausas, entre tema y tema los discursos fueron nulos, y defendieron el porqué de convertirse en una de las bandas madrileñas más interesantes del panorama actual. El repertorio que conforma “Lands” fue cayendo como piedras. A golpe de guitarrazos, y orgánicos sintetizadores, enseñaron al público que no son solo cuatro temas colgados en bandcamp. La banda ha construido su propio universo, son los herederos de Loop o Spiritualized, y eso anoche se notó. Juegan con la introspección, te cuentan sus historias, te calman e hipnotizan. A pesar de su burbuja, son una gran fuente de atracción y la sala no quitó ojo del escenario ni un solo momento. La oscuridad volvía a ser la reina de la noche, pero en esta ocasión más domesticada que la que acompañó a sus predecesores.

Y llegó el fin de fiesta, y la aparición de su M A J E S T A D. Eran los más esperados, y consiguieron estar a la altura. Entre potentes instrumentales, dieron comienzo a la presentación de su álbum debut “Música para pelear”. “Hola, estamos presentando nuestro nuevo disco, pero no tenemos el disco en físico”, comentaban con algo de sarcasmo. La propuesta de esta banda recae sobre ese dream-pop, que se adueña de lo mejor de The xx, algunas lanzas hacia el slowcore, como fue esa apertura con “El mismo ruido”, y rasguños de post-rock que se dejaron ver a lo largo del espectáculo. Grandes defensores de Femen, no dudaron ni un momento en hacerles campaña sobre el escenario y apoyarles al 100% con la venta de merchandising. Entre el gran repertorio de la noche, se marcaron un homenaje a Jason Molina, quien falleció hace un año, con la realización de un cover de “I’ve Been Riding With The Ghost” de Songs:Ohia. “Somos un grupo mínimamente conocido por hacer música con Ipad y la hemos traído para seguir saliendo en los periódicos por hacer un poco el capullo”. Y allí salió la tablet como reclamo para los más curiosos, pero sin ganas de robar protagonismo al resto de instrumentos. La propuesta emocional de los madrileños se está haciendo con un fuerte arsenal de seguidores. Que demostraron su fe entonando algunos de los temas y dándolo todo con la llegada del “Sendero Luminoso”, adictivo single de presentación de este nuevo proyecto. Sin duda, la escena madrileña estuvo más que representada en una noche para dejarse llevar, entrar en trance y olvidarse por momentos de la tediosa rutina, que nunca viene mal.