Andoain Plaza Fuerte
Conciertos / Andoaingo Rock Jaialdia

Andoain Plaza Fuerte

8 / 10
Ernesto Villar & Pedro G. Pereira — 19-06-2023
Empresa — Bloody Mary
Fecha — 10 junio, 2023
Sala — Plaza Nafarroa
Fotografía — Jokin Fernández

Con esa impagable luz de tarde de junio a nuestras espaldas y derrapando llegamos a Andoain. Nada más poner pie en la “Bloody Mary Plaza” salían al escenario The Courettes. Como es habitual en este festival el público estaba a lo que hay que estar: al turrón. Asi que el dúo brasileirovikingo no tuvo más que dejarse llevar y disfrutar de su momento. La querencia sixty llevada a todo detalle, desde vestimenta, canción y material y un sonido pretendidamente hosco supo enganchar e hizo las delicias del público. Minutos antes, a las 18h00 en punto, fueron Nize los que dieron comienzo a los conciertos en Plaza Nafarroa. Andrea, Niko e Intza venían presentando su nuevo trabajo “Zu Lo Han” y lograron con frescura y garra encandilar a los primeros asistentes.

Sin tiempo para perder aparecen es escena Chocolate Billy. A trompicones y con ese encanto de los osados que lo fian todo a la intuición y al momento, no tardaron en enganchar por el pescuezo a parte del público, por lo menos a los que estábamos por la labor. Bucles, encerronas, antigroovies, libertad. Sensaciones contradictorias, magia real. Vive el presente amig@ del alma. Todo esto que puede sonar a crónica caótica son alabanzas que pretender ser fiel reflejo del concierto/ensayo que Chocolate Billy ofrecieron en Andoain. No decimos nada nuevo cuando constatamos que el peligro de la salud del rock está en las convenciones, en el cliché convertido en chicle sin sabor. Así que apuntamos como imprescindible propuestas como la de los chic@s de Burdeos. Nos gusta que nos arrastren, nos confundan y que, sin darnos cuenta, nos atrapen: francos franceses.

Asimilando la chocolatada llegaba la hora del bollo suizo. Hora garaje de impecable factura. Lo tengo que decir: Giant Robots sonaron cual reloj suizo, jardín suizo, calles suizas. Limpios, con los amplis en su punto, los trajes como guantes y los riffs en su sitio. Costaba entender tanta pulcritud en un estilo que siempre ha sido el contrapunto hostil del siempre bien asimilado R´,n´R, pero vaya, la peña se lo pasó pipa y eso cuenta...y mucho. Anoten que el garaje nunca ha sido mi fuerte y que nunca he estado en Suiza.

Y llegó la hora. Desafiando a los bloques de casas que conforman la “Bloody Mary Plaza”, en posición lineal y mirando de cara al rock´n´roll...amigas, amigos: The Black Lips. Hacía tiempo que mis ojos no se recreaban ante una visión tan ecléctica, tan natural, tan tierna y tan cool. Joder, cómo moláis gente! Ya sabemos que la línea entre lo auténtico y la pose a veces es muy confusa. A no ser que seas de Georgia y te hagas llamar The Black Lips. A la tercera, creo, canción, "Cold Hands", ya estábamos totalmente subyugados. Sin darnos cuenta el corazón en un puño, absortos en el hechizo que provocaban Jared Swilley con el bajo y sobre todo Zumi Rosow que cuando interpretó "Get it on Time" uno sabía que la suerte estaba echada: este concierto va a tardar mucho en desaparecer de mi vida. Así que poco más voy a decir. Para qué. Hay veces que no merece la pena intentar encontrar palabras fieles para describir según qué sensaciones. The Black Lips provocó cataratas de emociones, ocurrió el sábado 10 de junio de 2023. Estábamos allí, afortunadamente.

El broche final de la noche lo dieron los de San Diego: The Schizophonics. Este trío funciona como una máquina arrolladora de rock’n’roll y garaje sin tonterías que no descansó en casi hora y media. Pat Beers, el guitarra acróbata, se balanceaba de un lado a otro del escenario con su guitarra mágica y, por momentos, la hacía sonar solamente con una mano, eso sí, a base de golpes y de zarandeos distorsionados. Un show en toda regla que para el espectador poco prevenido podía cansar, pero que para los más fiesteros fue un huracán donde deambularon tanto MC5 como el James Brown más salvaje.

Pero antes, al mediodía, Arima dio comienzo al habitual programa Aperitif en Zumea Plaza. El cuarteto capitaneado por Paule Bilbao nos quitó a todos la tontería con su dosis de shoegaze oscuro y guitarras sónicas. A continuación, y para acompañar el vermut, las donostiarras Siglas, ofrecieron un fabuloso concierto pop en donde desgranaron deliciosas canciones. Incluso sonó una versión de los Miracle Workers. El rock cavernoso y salvaje tuvo su lugar en Goikoplaza con los esperados Krin que, ante un calor abrasador, ofrecieron un set incendiario a base de furibundas guitarras, harmónicas blueseras y ritmos primitivos. ¡Con versiones de Stooges y todo!

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