Amaral, ahora o nunca
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Amaral, ahora o nunca

8 / 10
Charly Hernández — 18-10-2012
Empresa — Esmerarte
Sala — La Riviera, Madrid
Fotografía — Alfredo Arias

A falta de media hora para el inicio del segundo concierto de Amaral en Madrid y con todo vendido, The Beatles (“I Feel Fine” y “A Day In The Life”), Simon & Garfunkel (“Mrs. Robinson”) o The Doors (“People Are Strange”) –todas ellas con un mismo denominador común- preparaban el ambiente de La Riviera con el beneplácito de la afición “antílope” que ya se apilaba contra el provocador que los separaba del escenario.

Pese a que se agotaron todas las localidades (como antes se ha indicado), el gentío no se convertiría en una masa hasta alcanzadas las 9 de la noche, justo cuando empezaba la introducción que servía de antesala a lo que estaba a punto de suceder. Pobre de aquél que se retrasaran unos tristes minutos del inicio, pues se iban a perder “Hacia Lo Salvaje”, primera canción del repertorio que mantuvo la emoción por 2 horas y media desde el principio hasta el final. Canción que, además de servir de apertura para el show de anoche, como ustedes saben, también se encarga de ser la primera pieza que inaugura el LP titulado de igual modo.

¡Albricias! ¿Cómo sorprenderían Amaral al ya entrenado público después de un año de gira? Sencillamente, composiciones tales como “Montaña Rusa”, “Robin Hood” o “Riazor” engalanaron de emotividad el ambiente a modo de “karaoke” en una soberana estrategia ilusionista que tenía la música como punto central. Claro que, la definición de “karaoke” sería más exacta para describir la explosión de júbilo con las archiconocidas “El Universo Sobre Mí”, “Cómo Hablar” y “Moriría Por Vos”.

A buen seguro, los presentes recordarán un momento muy especial que se sucedió casi a mitad del concierto cuando la estilizada vocalista se dirigía a los miles de rostros, mirando al infinito, para agradecerles encarecidamente el apoyo mostrado por su parte hacia la música y la gira, pues teniendo el tour por Latinoamérica a la vuelta de la esquina, las fuerzas recibidas eran más que importantes en ese momento. Dicho esto, sacudieron ínclitas cantinelas bien revisadas (y actualizadas, ¿por qué no?) que llevando el título de “No Sé Qué Hacer Con Mi Vida” unida a “Estrella De Mar”, nutrían de una segunda juventud a todo el conjunto, más si cabe la erótica de Eva Amaral contoneando las caderas dentro un ajustadísimo pantalón.

Así, como el que no quiere la cosa, pasaron los minutos hasta encarar el final de la cita con “Tardes” dejando a Juan Aguirre al mando del escenario. Todo un ejercicio de timidez extrema, por cierto. “Olvido” (con dedicatoria) fracturó la algarabía positiva dejando una brecha que terminó de abrir el mensaje político de “Como Un Martillo En La Pared” azuzando a la gente para no perder la esperanza que se consagró en “Van Como Locos”.

Ya no había vuelta de hoja; aunque perpetraran inintencionadamente un nimio error sobra las tablas, Amaral tenían el visto bueno hicieran lo que hicieran. Vale, es posible que ese grado de respeto lo obtuvieran de manera automática desde hace ya años, pero es de recibo un punto crítico si las cosas se tuercen. Eso sí, crítica constructiva y con fundamento. Empezar tan fuerte con cortes tan conocidos -quemando así muchas de las naves desde el primer minuto- podía debilitar la estructura del set-list. Pero afortunadamente, siempre se guardan algo más en el puerto con la intención de picar la mar. El ejemplo culminante fue sin duda “Kamikaze” junto a “Días De Verano”, pero antes de firmar nada, la versión de “Have You Ever Seen The Rain?” de Creedence Clearwater Revival selló el “minuto de oro” de la actuación ayudándose del theremin de “En Sólo Un Segundo”.

Los bises fueron acertados, coronando el homenaje a Chavela Vargas estaba “Rogaciano El Huapanguero” y, por otro lado, una bella revisión electroacústica de “Sin Ti No Soy Nada” que llevó el clamor a lo más alto.

Era tiempo de apagar las luces de Madrid, pero no eran, ni mucho menos, momentos de tornar a negro la carrera de Amaral, que ya partía para tierras aztecas “cruzando el charco con las mejores energías”. No obstante, siempre quedará “Revolución” (y un “Heroes” de Bowie) con los ojos abiertos esperando un milagro para dejarse llevar “Cuando Suba La Marea”. Es el mejor momento del conjunto de Zaragoza. Ahora o nunca.

Un comentario
  1. Si queréis revivir el show pasaros por aquí:
    goo.gl/8UY5y

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