Entrevista con Joaquín Reyes, Ernesto Sevilla y Miguel Esteban, con motivo de “Pobre Diablo”

Especiales / Joaquín Reyes, Ernesto Sevilla Y Miguel Esteban

Entrevista con Joaquín Reyes, Ernesto Sevilla y Miguel Esteban, con motivo de “Pobre Diablo”


Fran González — 05-06-2023
Empresa — HBO
Fotografía — Xavier Torres Bacchetta

En un para nada desdeñable alarde de cómo su vis cómica puede continuar reinventándose, Joaquín Reyes, Ernesto Sevilla y Miguel Esteban vuelven a unir fuerzas para presentarnos “Pobre Diablo”, una muy particular forma de re-imaginar desde la animación “La Semilla del Diablo”, el clásico del cine que Roman Polanski firmó en 1968.

El misterio de ese bebé engendrado por Rose queda del todo resuelto con Stan, el susodicho retoño convertido en un post-adolescente decidido a enfrentarse a su vocación actoral y a las pesquisas del mundo adulto, a caballo entre el infierno y lo terrenal.

No es la primera vez que el universo chanante le hace ojitos a la animación, faltaría más. Ahí está esa ristra de personajes que, durante dos décadas, ha salpimentado los diferentes proyectos del colectivo manchego (Enjuto Mojamuto, Súper Ñoño, Maricón y Tontico, Sr. Pussy, Dr. Alce… por solo citar algunos). Pero “Pobre Diablo” son palabras mayores. No solo por el tremendo ejercicio desempeñado por sus artífices para dar vida a un elenco de personajes tan carismáticos, sino también por haber logrado un auténtico hito del que sacar pecho: posicionar una serie de animación patria entre los contenidos más vistos de HBOMax, mirando incluso de tú a tú a éxitos internacionales como “The Last Of Us”. Sobre la repercusión de “Pobre Diablo”, la incursión de un discurso acorde con los tiempos actuales y el brillante trabajo coral que hay detrás de este nuevo proyecto hemos podido conversar con el mencionado trío responsable.

“Gremlins 3”, “Los Goonies 2”, “Regreso Al Futuro 4” y ahora, re-imagináis una suerte de secuela de “La Semilla del Diablo” con “Pobre Diablo”. ¿Diríais que tenéis una querencia a que las cosas no terminen?
(Miguel) ¡Y “El Hombre Elefante 2”, también!
(Joaquín) Joder macho, muchas de las cosas que has nombrado ni las recordaba ya.
(Ernesto) Hay que decir que todos esos sketches están dirigidos por Nacho Vigalondo, que conste.

“Siempre hemos apostado por no repetir la misma fórmula, y ahora lo demostramos”

O sea, que el atrapado en la nostalgia es él, ¿no?
(Joaquín) Exacto. Es él el que tiene un problema. Pero bueno, igualmente, tan solo se trató de un punto de apoyo para la serie. No deja de ser eso, un mero guiño. “La Semilla del Diablo” es una película que nos gusta muchísimo, pero simplemente nos la tomamos como una excusa para escribir una historia en la que nos imaginábamos a un Anti-Cristo jovenzuelo, enfrentándose a su destino y lidiando con un padre complicado. No teníamos tanto la voluntad de continuar la historia original como si de utilizarla como punto de partida para nuestras idas de olla.
(Ernesto) Y ojo, que la segunda parte de “La Semilla del Diablo” existe, ¿eh?

De esas de “directo a vídeo”, por lo menos, ¿no?

(Ernesto) Rollo telefilme, sí.
(Joaquín) Ernesto, dile en qué se convierte el Anti-Cristo en esa película.
(Ernesto) Se convierte en una estrella del rock, nada menos.

Me cuadra bastante.
(Joaquín) Las opciones que tenía eran o rockero, o registrador de la propiedad.

Obviamente, la animación ha sido siempre un elemento indispensable en prácticamente todos vuestros proyectos. Pero, ¿cómo ha sido animar una serie de ocho capítulos?
(Miguel) Esto es una movida del todo diferente, sin duda. Un salto gigantesco. Hasta ahora todos nuestros proyectos los animábamos nosotros como podíamos, pero “Pobre Diablo” ha llegado a tener hasta veinte animadores distintos en plantilla y sus buenos resultados llevan el sello de Rokyn, que es un estudio de animación granadino excelente que ha hecho un trabajo impecable. Ha sido un curro arduo y largo, pero muy guay.
(Joaquín) El estudio tenía experiencia en largos, pero ésta era la primera serie como tal en la que se embarcaban. Y como decís, nosotros teníamos cierta experiencia ya en piezas cortas, pero claro, mis personajes siempre se movían más bien poco. Acostumbraban a estar sentados o tumbados. Un poco también como el que los hace. Así que, en cierto modo, hemos vivido esta experiencia como un aprendizaje para todos. Siempre habíamos hecho animación, eso es cierto, pero nunca a este nivel. Hay que tener en cuenta que todo partía de las voces y desde ahí se animaba. Es algo en lo que no se cae habitualmente, pero es bastante obvio si lo piensas: los animadores necesitaban de esa referencia para animar y para dotar a los personajes de esas características emocionales propias. El actor de la versión original es el que marca el carácter que va a definir al personaje. Y luego, por supuesto, eso deriva en un proceso de animación larguísimo. Se partía de un storyboard muy detallado, luego se pasaba a una animática en la que era fundamental hacerlo bien desde el principio, porque no eran pasos precisamente reversibles. Y finalmente, acontecía el proceso de lineado, el de color… Total, un ciclo de trabajo muy largo y sujeto a muchísimas revisiones. Te puedo estar hablando de que hemos tardado como un año y pico, y hasta dos, en tener el resultado final.

Un resultado final que, francamente, está teniendo repercusiones de lo más gratificantes, por lo que me consta.
(Miguel) Lo bueno de esto es que, al no haber demasiados precedentes en la animación española, tampoco lo podíamos hacer peor, ¿no? El estado de la animación en nuestro país es, desgraciadamente, bastante aciago, así que nos encantaría creer que el éxito de “Pobre Diablo” puede abrir las puertas a que más plataformas se fijen en lo que otros grandes animadores de España, como Rafillo, Christian Flores o Rocío Quillahuaman, están haciendo.
(Joaquín) Hace poco leí un artículo que repasaba la animación en España, y si te fijas bien, sí hay precedentes ya de lo que hemos hecho nosotros ahora. Está ahí lo que intentó hacer Emilio Aragón con “Qué bello es sobrevivir”, que fue un vago intento por hacer nuestros propios “The Simpsons” a la española, con desigual resultado. Pero luego hubo alguna que otra cosa también firmada por Calpurnio para Canal +, Dios lo tenga en su gloria. Y a menudo se nos olvida recordar que Juanjo Sáez, por ejemplo, tiene una serie en TV3, que se llama “Arròs Covat”, lo que pasa es que al no trascender tanto, pues no se tiene en cuenta, desgraciadamente. Con esto lo que quiero decir es que no solo somos nosotros quienes estamos rompiendo el estigma con la animación patria, sino que más bien está siendo una carrera de fondo en la que muchas contribuciones están contando. Hay mucho talento aquí, y nos gusta creer que hemos demostrado que una serie de animación española puede estar a la altura de otras internacionales. Tan solo es cuestión de querer.

Y el saber que la serie iba a ser doblada y exportada a otros países, ¿os ha hecho adaptar o internacionalizar un poco más vuestro humor?
(Miguel) La verdad es que no nos lo planteamos nunca, ni supuso un condicionante para el desarrollo de la historia. Teniendo en cuenta que la serie tiene lugar en Nueva York, eso la dota de bastante internacionalidad ya. Yo diría que incluso ya cuando hicimos “Capitulo 0” trabajábamos un humor que era bastante traducible. Pero lo cierto es que nunca hay mucho cálculo en lo que hacemos, nos sale lo que nos sale y con eso vamos tirando.
(Joaquín) En esto, y en la vida en general.

Pero el éxito está ahí, es indiscutible. Estáis entre los contenidos más vistos de HBOMax.
(Joaquín) Esto igual te sorprende, pero la verdad es que las plataformas no son muy transparentes. Manejan la información de una forma bastante rácana. Pero lo que sí sabemos es que en España ha estado número uno en varias ocasiones, alternándose con “The Last Of Us”, y en estrenos globales está como la quinta más vista. No sé, la sensación es que la serie está funcionando bastante bien. Así que nuestra intención es hablar pronto con HBO para confirmar si la segunda temporada se hace finalmente.

Hablando más a fondo de la serie, es muy emocionante ver ese primer episodio dedicado a Verónica Forqué y volver a escuchar su voz ahora a través del personaje de Rose. ¿Qué significó para vosotros tenerla en vuestro elenco?
(Miguel) Lo que pasó fue durísimo, por supuesto, y no podíamos más que dedicarle el primer episodio de la serie, como mínimo. Nosotros ya habíamos trabajado con Verónica en varias ocasiones y tenerla en este proyecto era un auténtico honor y un privilegio. Éramos unos admiradores totales de ella, nivel mitómano. Y es que ella se prestaba a todo, tenía una actitud tremendamente positiva frente a todo lo que le proponíamos, incluso aunque fueran cosas bastante complicadas o simplemente surrealistas.
(Joaquín) Hablar de Verónica Forqué es hablar de una actriz con muchísimos registros. Y aunque ella ya tenía experiencia doblando, pues formó parte de ese magistral doblaje de “El Resplandor”, que a mí me encanta, ésta era su primera vez en la animación, y el hecho de verla tan entregada al proyecto, sin absolutamente ningún tic de diva ni nada por el estilo, era dignísimo de admirar. Era la voz perfecta para ese papel. Nos emociona mucho recordar que, en los últimos momentos que compartimos con ella, siempre se mostró feliz y dispuesta a todo.

El doblaje, además, me parece un punto muy interesante a destacar en “Pobre Diablo”. ¿Cómo ha sido trabajar el tema voces para que un doblaje hecho a partir de “gente famosa” no acabase chirriando al espectador?
(Ernesto) Realmente, no sé hasta qué punto le podemos llamar doblaje, ¿no? Nosotros no hemos doblado nada, hemos creado la serie desde cero. Nos tendrías que preguntar a nosotros qué opinamos de las voces de mierda que nos han puesto en otros países, en todo caso.
(Miguel) Y por otro lado, lo que hemos hecho es prácticamente lo que hacen todos los creadores de animación, que las voces las ponen sus propios responsables. Ahí tenemos el ejemplo de Justin Roiland de “Rick y Morty” (hasta que resultó ser un acosador) o Seth McFarlane de “Padre de Familia” o “American Dad”. La verdad es que a la hora de ponernos con ello, no veíamos otra opción. Y para los otros papeles, simplemente elegimos a la gente que más nos apetecía, como es el caso de Verónica Forqué, Gakian, que ni la conocíamos en persona pero nos flipaba su voz, o el cómico Litos, que directamente encarna a un personaje hecho a su imagen y semejanza. Es, en general, un trabajo de creación desde cero y mucho más parecido al de imagen real de lo que pueda parecer. Es en otros países, realmente, donde han tenido que hacer un ejercicio de doblaje más complejo.
(Ernesto) El doblaje en inglés, de hecho, está muy bien. Lo de voces de mierda lo he dicho de broma.

Es imposible que no hablemos del séptimo episodio, donde os abrís como nunca al campo de la emoción. ¿Cómo es que os dio por pegar ese volantazo?
(Miguel) Bueno, es verdad que es la vez que más hemos sido explícitos con la emoción, pero no es la primera que lo intentamos. De hecho, algunos de los sketches de “Muchachada Nui” que más me gustaban ya tocaban un poco ese tono, como el de “Me llaman Conejo” o “Portero y peluquero”. Y bueno, en “Capítulo 0” tenemos ese capitulazo ahí, que es el de “Mi padre”, que dirige Ernesto. No sé, a veces está guay salirse por la tangente y probar cosas nuevas.

Y ojo, al uso de la música en este episodio también, ¿eh? Bueno, y en toda la serie, realmente.

(Joaquín) Es que aquí abrimos un melón importante, que es el de Enrique Borrajeros. Este hombre lleva trabajando con nosotros desde hace muchísimo tiempo. Él fue el creador de la primera sintonía de “La Hora Chanante”, con eso te lo digo todo. Y en “Pobre Diablo” está claro que los momentos musicales son partes del todo fundamentales, y más en el último episodio, que es un musical como tal. Pero es que en el capítulo siete, con respecto a lo que comentabas, la música juega un papel fundamental, creando atmósferas y acompañando la trama de una forma preciosa. El trabajo de Enrique ha sido increíble, y para él todo esto también ha sido un reto, realmente. Y nosotros nos lo hemos pasado como nunca cantando, como te puedes imaginar. No acostumbramos a darle importancia a la música cuando está tan bien hecha, pero la tiene y mucha.

La serie, además, presenta unos personajes y unas tramas que están como muy en conexión con lo que se cuece hoy día. Feminismo, anti-capitalismo, salud mental…
(Miguel) Ahí entra en juego nuestra pulsión por no querer envejecer mal, también; algo que yo creo que debe estar presente en toda mente creativa que se precie. A nosotros nunca nos ha atraído ese humor que reside en destacar cómo han cambiado las cosas o en hacer el chascarrillo fácil de que ahora a las magdalenas se les llame muffins, ¿sabes? Además, todos los temas que tratamos en la serie son temas de los que realmente hablamos entre nosotros, no solo cuando estamos trabajando y creando, sino en nuestro tiempo de ocio personal. Son cuestiones que nos interesan y nos preocupan.

Realmente, vuestro humor no ha envejecido nada mal. De hecho, tú te pones un episodio de “La Hora Chanante” de 2003, que no os diré la edad que tenía yo cuando se emitía para no haceros sentir viejos, y no te chirría en absoluto
(Joaquín) O sea, que “La Hora Chanante” era un poco tu “Dora, la exploradora”, ¿no? La verdad es que nuestro humor nunca fue calculado. Creo que nuestro recorrido siempre ha sido más largo gracias a que el humor que practicábamos nunca se basaba en la actualidad y sí en lo absurdo. También está ahí el hecho de que nunca hemos querido pecar de viejunos ni repetir el mismo tipo de comedia, porque detrás de esos ataques de nostalgia lo único que se confirma es que te has hecho mayor y ya no eres una persona inquieta. Nosotros, al menos, tenemos la voluntad de no perder esa inquietud y de seguir inspirándonos con la multitud de cómicos jóvenes que surgen a diario. Siempre hemos apostado por no repetir la misma fórmula, y ahora lo demostramos, no solo en la forma, sino también en el fondo.

 

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.