Tras el fin de Malahora, una de las bandas germen del indie sevillano, Guego confiesa que “necesitaba descansar de todo este mundillo”. Sentarse en el sofá de casa y estirar cuerpo y mente, pero siempre con la guitarra a la mano. Cerca estaba también Nadia, su pareja, sentada al piano. Hasta que llegó el momento de coger la libreta y volver a disfrutar de lo que más le gusta. Zico también obedece a otra necesidad. “Sacar pensamientos a flote y estar con buenos amigos haciendo cosas que nos interesen como la música”.
Entre esos buenos amigos estaba Jose Luis Osuna, ese sexto hombre en la sombra que toda banda quiere tener. Ya estuvo cerca con Malahora y ahora más aún en el nuevo proyecto, donde junto con Fernando Zambruno ha asumido la producción el primer largo de Zico, “Demonios al Sol” (Astro, 2013). Título revelador para un álbum de canciones sanadoras, una especie de exorcismo para su autor, que deja caer instantáneas propias y ajenas. “Es como hacer fotos, son tus fotos aunque las hagas con la cámara de otra persona”. No hay necesidad de trascender, de formular el remedio perfecto para las dolencias terrenales que tiene la sociedad actual. “Pienso que la poesía es de las cosas que más han reivindicado siempre el verdadero espíritu de las cosas, no juego a esas historias, ya tenemos demasiados salvadores para este mundo. Prefiero mirar hacia adentro y ver que puedo ofrecer de verdad a los demás”.
El amor y los trastornos diarios son temas que suceden en esos “70 metros cuadrados”, su primer single. Un tema que recuerda los primeros discos en solitario de Morrissey, o más cerca, The New Raemon. Esa bella amargura juvenil, ese tormento existencial que cada década que cumplimos nos aflige de nuevo. "Mueren las artes" es el nuevo single. Pero ese es otro cantar. Tócala en corto Zico.
I cannot tell a lie, that really hedlep.