Esta semana la mujer de Gilmour, Polly Samson, ha compartido un tweet en el que acusa a Waters de ser plenamente antisemita. Además continuó añadiendo: “También es un apologista de Putin y un mentiroso, un ladrón, un hipócrita, un evasivo de impuestos, un sincronista de labios, un misógino, un enfermo de envidia y un megalómano. Basta de tua tonterías”. Gilmour compartió esta publicación de Samson añadiendo que “cada palabra que dice es completamente cierta”.
Poco después de hacer esta declaración pública, Roger Waters emitió una declaración en la que calificó a los comentarios como “incendiarios y tremendamente inexactos”. Agregó que actualmente está "tomando consejos sobre su posición" con respecto a las reclamaciones y está considerando tomar medidas legales. Los comentarios de Samson hacia Waters se produjeron a partir de una entrevista que realizó el músico británico en el periódico alemán “Berliner Zeitung” la semana pasada, donde habló de sus puntos de vista sobre Israel y la guerra ruso-ucraniana, entre otros temas.
Waters siempre ha sido vocal sobre sus opiniones políticas, pero muchos piensan que ha cruzado la línea en numerosas ocasiones, incluyendo al presidente Joe Biden en un montaje de criminales de guerra durante la gira de “This Is Not a Drill” y comparando al gobierno israelí con el de la Alemania nazi por su manejo de la crisis fronteriza con Palestina. Con respecto al conflicto entre Rusia y Ucrania, culpó a la OTAN por avivar la violencia mortal y criticó al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky por no buscar una solución diplomática.
La mala sangre entre Waters y Gilmour ya viene de lejos: Waters fue expulsado de Pink Floyd en una batalla por el control creativo después de “The Wall” de 1979 y posteriormente solo ha actuado una vez con Gilmour y los otros miembros fundadores Rick Wright y Nick Mason, en Live 8 de 2005. Los músicos, supuestamente, ahora se comunican únicamente a través de terceros cuando es necesario para negocios relacionados con Pink Floyd.
El próximo mes, Waters iniciará su gira de despedida por Europa y UK que recorrerá numerosas ciudades, entre ellas Barcelona (21 de marzo en el Palau Sant Jordi) y Madrid (el 23 y 24 de marzo en el Wizink Center). El espectáculo incluye 20 canciones clásicas de Pink Floyd y Roger Waters, de diferentes partes de su trayectoria. Además de Waters, en el escenario estarán Jonathan Wilson, en las guitarras y la voz; Dave Kilminster, en las guitarras y la voz; Jon Carin, en los teclados, la guitarra y la voz; Gus Seyffert, en el bajo y la voz; Robert Walter, en los teclados; Joey Waronker, en la batería; Shanay Johnson, en la voz; Amanda Belair, en la voz, y Seamus Blake, en el saxofón.
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