Violencia doméstica
Entrevistas / Najwajean

Violencia doméstica

Rubén Romero Santos — 23-05-2008
Fotografía — Archivo

Después de que ella rajara de él. Después de que él se negara volver con ella… aquí están de nuevo. “Till It Breaks” (EMI) es la nueva aventura de Najwa Nimri y Carlos Jean juntos tras unos cuantos años siguiéndose desde la distancia.

No sabemos qué deparará el dúo en directo, pero lo que es en persona, es un circo humano de cinco pistas. Su manera de maltratarse sistemáticamente haría las delicias de “El programa de Ana Rosa”. Llamen al 016, que esto va en serio. “No era capaz de entender por qué en pleno éxito, Carlos decidió acabar con Najwajean”, dice Nimri mientras le pinta la cara (literalmente) a Michael Stipe en el último número de Q.

"El cabrón de Carlos me decía: ‘¡Canta!’ y yo que no llegaba"

En su momento, Najwajean fueron lo más moderno que ha parido esta tierra. Cualquier soirée de actorzuelos, cualquier presentación que se las quisiera dar de enrollada con puré de croquetas deconstruidas y gazpacho servido en cucharillas de café les tenía por banda sonora. Ella era nuestra Björk; él, nuestro Fatboy Slim. Fin de la historia de amor. “Necesitaba hacer otras cosas, explorar otros caminos. También tenía miedo. Ahora ya he superado esos sentimientos”, dice Carlos, un poco de vuelta de todo. “Sé que la gente tenía prejuicios hacia nosotros, pero es que éramos así, de verdad. Joder, ¿qué culpa teníamos de que ella se llame como se llama y de que yo me apellide Jean? Todo el mundo pensaba que era algo absolutamente premeditado”. Era otra época, es cierto. Los gloriosos años de la electrónica. Como todavía no teníamos AVE, Portishead llegó con varios años de retraso a Madrid, y ellos estaban allí para aprovecharlo. Después, ella grabó y siguió siendo la más moderna. Él grabo y se convirtió en Mr. Dabadabadá, olvidándose del trip hop para abrazar el big beat más verbenero y llevándoselo crudo con producciones para OBK o Camela. Pero todo vuelve… El reencuentro se produjo en Madrid, en los bises de un concierto de Najwa: ella le dijo ven, él lo dejó todo… Y así nació Najwajean segunda parte. Pero, ¿a qué suena este disco? “Es un disco de rock”, dice Najwa. “Teníamos dos opciones, o hacer rock o encerrarnos en una carpa a sudar hasta las tantas haciendo chunda chunda”. “Pero eso ya lo habíamos hecho”, secunda Carlos. “No tenía sentido, si volvíamos era para hacer algo totalmente nuevo”. Lo cierto es que de los dos, Najwa es la que se muestra más entusiasmada con el regreso. “Yo venía de la música, de mis grupos punks, que es lo que siempre he hecho. Lo que pasa es que por andar con Daniel (Calparsoro) salí en una película y a partir de ahí me cambió la vida. Pero yo siempre he sido cantante. Ahora, qué quieres que diga cuando me entrevistan por una película, pues que soy actriz”. También es quien más se emociona al hablar de los problemas personales. “Estuve enferma. He estado a punto de perder la voz para siempre. No te puedes ni imaginar lo mal que lo he pasado. El cabrón de Carlos me decía: ‘¡Canta!’ y yo que no llegaba, que no llegaba, pero sabía que tenía que hacerlo porque quizás no habría otra oportunidad”. Carlos se mantiene frío como la Coca Cola a cuyos anuncios ha puesto música (“algo sabía, pero tampoco todo”) y sólo se lanza a charlar al hablar de esas playitas del sur que rodean el estudio en el que grabaron el disco. “Allí nos odiamos, nos insultamos, nos drogamos (cada uno con sus respectivos vicios) y grabamos”. Estamos en crisis, tanto en el cine como en la música española, por eso los dos tienen un iPhone, atigrado el de Najwa, liso el de Carlos. Por eso, porque Carlos es más listo que el hambre, conscientes de que ya no se vende han compuesto un disco para pagarse las facturas, un disco para poder defender en directo (“orgánico”, que dirían los puristas) que es de donde se saca el dinero hoy en día. Por eso las letras también adelantan tiempos en los que hay que apretarse el cinturón. “Es un poco el fin de fiesta. La resaca después de unos años muy divertidos. Antes tarareaba, ahora quiero decir cosas, con doble sentido, por supuesto”, apunta Najwa. Lo que han dicho por ahí, el gran titular de todos los diarios ha sido algo así como “queremos hacernos ricos”. Nosotros dejamos para el final uno más MondoSonoro por cortesía de Najwa: “Nos queríamos situar entre los Klaxons y los Clash”.

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