"Siermpre he querido telonear a Radiohead"

Atentos a lo que nos propone el australiano Connan Mockasin. “Caramel” (Warner, 13), su tercer álbum, es un embriagador y libérrimo tratado de soul pop de baja fidelidad (si es que eso es posible), regado con abundantes esencias psicodélicas. Un sleeper que hará las delicias de los fans de Ariel Pink’s Haunted Graffitti o hasta de Tampe Impala.

Hay algo encantadora y bizarramente naïf en Connan Mockasin. Cuando responde da la sensación de que lo hace un niño grande, y cabe suponer que eso no sea más que una bendición, a tenor de discos tan exquisitos como “Caramel”, el tercero de su carrera. El compositor australiano reconoce una línea de continuidad temática entre este álbum y su predecesor (“Forever Dolphin Love”, de 2011), y sobre su grabación en una habitación de hotel en Tokio, afirma que lo hizo así porque: “Japón me apasiona y me siento muy bien y muy inspirado cuando me meto en algo con tanta pasión”. Sí que ha virado, sin embargo, el tratamiento sonoro, que ha pasado de aquella profusión de psicodelia a la prevalencia de un soul pop de baja fidelidad (en la línea de Ariel’s Pink Haunted Graffitti y demás adalides del pop hipnagógico), aunque él achaca esos paralelismos a una simple cuestión práctica. “El equipo con el que grabo no es sofisticado, pero trato de que suene lo más ornamentado posible, aun con las limitaciones que implica. De todos modos, me gusta no tener muchas opciones a la hora de grabar, eso también me excita”.

Casi la mitad del álbum la ocupa “It’s Your Body”, un tema dividido en cinco pistas, concebido a modo de suite “totalmente a propósito. Es una historia sobre cómo cuidar tu cuerpo, llevar un cinturón de seguridad, etcétera”. Sobre esta, digamos, vaporosa aclaración, hay que decir que las limitaciones de los cuestionarios escritos dejan en el aire una explicación más detallada. En el caso de que la haya, claro. Sobre su experiencia como telonero de Radiohead, nos cuenta que: “actuar antes que otro grupo siempre es duro, y ya no lo hacemos tan a menudo, pero Radiohead es una de las pocas bandas a las que siempre he querido telonear. Su público es respetuoso y parece abierto a escuchar cosas que no ha oído antes”. Y nos quedamos con la incógnita sobre si podremos disfrutar de su imaginativa propuesta en nuestro país: “eso espero yo también”, nos responde con entusiasmo. Algo, el entusiasmo, de lo que ha quedado claro que no anda precisamente falto.